Carlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempo
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  1. Reivindicación
  2. Acuerdos de Congresos Internacionales de la Historia de la Medicina
  3. Carta de Henry E. Sigerist, M.D.
  4. Declaración del General Leonard Wood

1-Reivindicación
El doctor Carlos J. Finlay consagró la mayor parte de su vida a descifrar el enigma de la fiebre amarilla.

En ese contexto no sólo encontró la clave de tan alucinante misterio, sino también ideó las medidas sanitarias que luego se adoptaron al nivel universal para combatir el flagelo e inició las investigaciones que condujeron años después al descubrimiento de la vacuna contra el mal. Estos servicios prestados a la humanidad, le debían reservar, por derecho propio, un merecido lugar entre sus grandes benefactores.

Sin embargo, prácticamente desde el mismo momento de la confirmación de su teoría, representantes del sector reaccionario se han empeñado en escamotear su gloria científica, o bien en ignorar o minimizar, tanto el significado teórico, como el valor práctico de su descubrimiento, orientado desde un principio a preservar y a mejorar la salud del hombre. Actualmente, al cabo de los 170 años del natalicio del sabio, existen textos en libros, enciclopedias y hasta en sitios web, que todavía lo niegan u omiten. Incluso hay obras que falsean la historia y atribuyen la prioridad del descubrimiento del agente transmisor de la fiebre amarilla al doctor Walter Reed, a cuya comisión únicamente corresponde el mérito de haber confirmado los postulados finlaístas.

En todo caso, la participación del científico cubano y del presidente de la comisión estadounidense en la conquista de la fiebre amarilla se pudiera parafrasear con la existencia de una magna sinfonía histórico-médica, en la que durante casi 20 años fue Finlay un solista poco escuchado, aunque perseverante y convencido del valor de su melodía. Por su parte Reed y su comisión integraron luego la orquesta, de la que Finlay era el director, pues a él acudieron para nutrirse de sus experiencias y de él tuvieron asesoramiento durante el tiempo que se dedicaron a llevar a cabo sus experimentos.

En esta sección se podrá pasar la vista a los textos de varios documentos, en los que se reconoce de manera oficial la primacía de Finlay como el verdadero y único descubridor del vector amarílico.

2- ACUERDO DEL X CONGRESO INTERNACIONAL DE HISTORIA DE LA MEDICINA

El X Congreso Internacional de Historia de la Medicina celebrado en al mes de septiembre de 1935, en la ciudad de Madrid, España bajo la presidencia del profesor doctor Gregorio Marañón y actuando de Secretario el doctor Francisco Oliver, conoció de una moción presentada por la delegación oficial de la República de Cuba, que integraban los profesores doctores Sergio García Marruz y Rafael Menocal, que dice así:

Primero: Que Finlay dio con noble desinterés a la comisión americana, por el contrario de lo que sucede generalmente, todo su rico manantial de observación científica y, sobre todo, le dio el pensamiento directo de sus trabajos, no pudiendo presentir, al promover en torno suyo una nueva gloria, que ésta se utilizaría un día en eclipse de la propia.

Segundo: Que el 4 de febrero de 1901 comenzaron los trabajos de saneamiento de la isla de Cuba, conforme a los principios establecidos por Finlay y con su más constante colaboración, llegando por este camino a obtenerse en menos de un año el más resonante resultado sanitario de que se tienen noticias.

Tercero: Que el Mayor Gorgas dio forma eficiente a esta brillante campaña higienista de la que fue celoso y muy notable director y que luego con la experiencia acumulada y creyendo -con criterio tomista- en la doctrina de Finlay, quien había dado tan amplia prueba, pasó a Panamá, logrando el saneamiento de la zona del Canal con el aumento de actividades, impuesto por las características del nuevo medio, cuya gestión se considera como su obra princeps por su peculiar trascendencia en el orden político y económico, pero la cual no se hubiera podido intentar sin Finlay.

Cuarto: Que la memorable comisión sanitaria militar norteamericana, digna del mayor encomio que no osaríamos regatearle, fue esencialmente una comisión verificadora de otras experiencias fracasadas y, en último término, de la doctrina de Finlay.

Quinto: Que Finlay fue el primero en establecer científicamente el principio de la transmisibilidad de las enfermedades infecciosas del hombre atacado al hombre sano no inmune por insectos chupadores intermediarios, el 14 de agosto de 1881.

Sexto: Que también fue el primero en formular los principios sanitarios capaces de librar del "vómito negro" a los países y de preservarlos en el futuro de esta mortífera pestilencia.

Séptimo: Que la construcción del Canal de Panamá, obra atrevida y gigantesca del inteligente esfuerzo humano, sólo fue posible después de comprobados y establecidos esos principios, bajo la meritísima y loable organización de Gorgas, que allí como en Cuba aplicara en gran escala el genial descubrimiento de Finlay, viabilizado en la práctica por la comisión americana.

Esta proposición de la delegación de la República de Cuba fue aprobada por unanimidad en una sesión plenaria convocada con carácter extraordinario, que votó la siguiente conclusión:

"Respecto a la proposición de los delegados de Cuba, fue aceptada por todos los otros delegados de las repúblicas americanas, así como por el Congreso que aplaudió el papel primordial de Finlay en el descubrimiento de la transmisión de la fiebre amarilla".
Madrid, septiembre de 1935.


ACUERDOS DEL XIV CONGRESO INTERNACIONAL DE LA HISTORIA DE LA MEDICINA

El Presidente del XIV Congreso Internacional de Historia de la Medicina, Prof. Adalberto Pazzini, certifica que en la Asamblea Plenaria del 16 del corriente mes se aprobó por unanimidad la siguiente Resolución:

"El XIV Congreso Internacional de Historia de la Medicina con sede en Roma-Salerno, Italia, ratifica una vez más que sólo Carlos J. Finlay de Cuba es el único y sólo a él corresponde el descubrimiento del agente transmisor de la fiebre amarilla y a la aplicación de su doctrina el saneamiento del trópico"

Roma-Salerno, 20 de septiembre de 1954.

ACUERDO DEL XV CONGRESO INTERNACIONAL DE HISTORIA DE LA MEDICINA

El XV Congreso Internacional de Historia de la Medicina con sede en Madrid-Alcalá de Henares, España

ACUERDA
Primero: Confirmar la Resolución aprobada por unanimidad en la sesión plenaria del XIV Congreso Internacional de Historia de la Medicina, celebrado en Roma-Salerno en septiembre de 1954, por la cual "se ratifica una vez más que sólo a Carlos J. Finlay de Cuba, y sólo a él, corresponde el descubrimiento del agente transmisor de la fiebre amarilla y a la aplicación de su doctrina el saneamiento del trópico.
Segundo: Que la Sociedad Internacional de Historia de la Medicina realice una campaña intensa a fin de que los libros de texto, diccionarios, enciclopedias y medios de divulgación no atribuyan a otras personas la gloria que por derecho propio pertenece a Finlay.
Madrid, 29 de septiembre de 1956.

3-Carta de Henry E. Sigerist, M.D.

Casa Serena, Pura, Ticino, Suiza, 24 de marzo de 1955

Señor César Rodríguez Expósito
Apartado 97, La Habana
Cuba.

Querido Sr. y colega:

Le agradezco sinceramente que me haya enviado el último número de los Cuadernos de Historia Sanitaria intitulado La obra y la gloria de Finlay reconocidas por el XIV Congreso Internacional de Historia de la Medicina, que me ha reintegrado a los días soleados de Roma y de Salerno.
Usted me ha convencido de que es a Finlay y no a Walter Reed a quien se debe el descubrimiento del modo de la transmisión de la fiebre amarilla.
Reciba, querido señor y colega, la expresión de mis sentimientos más devotos.

Henry E. Sigerist, M.D.

4-Declaración del General Leonard Wood

"La confirmación de la doctrina del doctor Finlay es el paso más grande que se ha dado en ciencias médicas después del descubrimiento de la vacuna de Jenner, y este solo hecho basta para justificar la guerra contra España."

General Leonard Wood
Doctor en Medicina
Gobernador Militar de la Isla de Cuba.


El General Leonard Wood llegó a Cuba como Coronel adscrito al regimiento de los Rough Riders, comandado por el Teniente Coronel Theodor Roosevelt, años después Presidente de los Estados Unidos, quien lo consideraba un gran médico y que con ese título pidió que fuese puesto a sus órdenes.

En esta declaración, tomada del informe que hiciera a su Gobierno cuando se desempeñaba como Gobernador Militar de la Isla de Cuba durante la intervención estadounidense (1899-1902), Wood fue bien explícito al manifestar: confirmación de la doctrina del doctor Finlay, lo que excluía toda idea de que alguien fuera del sabio cubano pudiera ser autor del descubrimiento.

 

 

   
   
Dr. Enrique Beldarraín y Lic. José A. López
Editores Principales
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Agradecemos la colaboración a:

Dr. José López Sánchez, Dr. Gregorio Delgado García y al Museo de Historia de las Ciencias Carlos J. Finlay