Carlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempoCarlos J. Finaly a través del tiempo
  Página Inicial
  Biografía
  Fiebre amarilla
  Enfermedad y Transmisión
  Reivindicación
  Galerías
  Voluntarios
  Campamento Lazear
  Comisiones médicas de EU
  Bibliografía activa
  Correspondencia
  Trabajos sobre Finlay
  Día de la medicina





 
 

Las preguntas más frecuentes sobre Finlay

1. ¿Es cierto que Finlay fue nominado al Premio Nobel de Fisiología o Medicina?

Si, fue propuesto en primera instancia para el Premio Nobel de 1905 por el eminente científico inglés Ronald Ross, quien había obtenido el galardón en 1902 por haber sentado las bases para prevenir el paludismo. Fue también propuesto para el premio de 1906, conjuntamente con el doctor Henry Rose Carter, por el Coronel doctor John W. Ross, jefe de sanidad de la Armada de los Estados Unidos de América. El doctor Carl Sundberg, miembro del comité del Premio Nobel, reiteró la propuesta de Finlay y Carter para 1907. Asimismo se le propuso para el premio de 1912 por el profesor Braut Paes Lewe, de la Facultad de Medicina de Rio de Janeiro y por el doctor Charles Louis Alphonse Laveran, quien lo había obtenido en 1907, por su descubrimiento de uno de los hematozoarios del paludismo. Laveran repitió su propuesta de Finlay junto a Arístides Agramonte para los premios de 1913, 1914 y 1915.

En ninguna de las siete ocasiones se le confirió a Finlay el Premio Nobel. En 1905 lo obtuvo el bacteriólogo alemán Robert Koch, por su descubrimiento del bacilo de la tuberculosis; en 1906 se le otorgó a los histólogos Santiago Ramón y Cajal de España y Camilo Golgi de Italia, por sus aportes al conocimiento de la estructura del sistema nervioso. En 1907 fue agraciado el doctor Laveran, el mismo que hizo la propuesta de Finlay desde 1912 hasta 1915. Entre 1912 y 1914 se llevaron el lauro el fisiólogo y cirujano francés Alexis Carrell, por sus estudios sobre injertos de tejidos; el fisiólogo francés Charles Richet, por sus estudios sobre anafilaxia; y el otólogo y patólogo austriaco Robert Bárany, por sus aportes en el estudio del aparato vestibular. El premio de 1915 quedó desierto a causa de la Primera Guerra Mundial.


2. ¿Fue Finlay quien creó el primer Ministerio de Salud Pública del mundo?

El primer Ministerio de Salud Pública del Mundo se creó en Cuba en 1909 y se le llamó en principio Secretaría de Sanidad y Beneficencia, pero no fue creado por Finlay. Surgió en la etapa de la Segunda Intervención Norteamericana en la isla, cuando la Comisión Consultiva, institución que sustituyó al Congreso de la República, aprobó la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, que la incluyó entre sus secretarías. La Ley fue promulgada por el Decreto No. 78 del Gobernador Provincial y se publicó en la Gaceta Oficial el 26 de enero de 1909. Finlay fungió como director de Sanidad de esta Secretaría desde su creación hasta su jubilación en 1915. Este cargo al frente de la sanidad cubana lo había desempañado desde el inicio de la etapa republicana en 1902.


3. ¿Cuándo se reconoció al nivel internacional la paternidad del doctor Finlay en el descubrimiento del agente transmisor de la fiebre amarilla?

A partir de los atropellos en el campo de las ideas, de despojar a un autor de sus investigaciones y su propiedad intelectual, a principios del siglo XX, se inició una batalla en todas las tribunas científicas mundiales que trataran sobre la Historia de la Medicina y la Medicina Tropical, por restablecer la verdad y el honor al gran científico, bandera que levantaron en un inicio sus colaboradores más cercanos como Claudio Delgado Amestoy, Juan Guiteras Gener, Arístides Agramonte y los demás integrantes de la Escuela Cubana de Sanitaristas creada por el maestro y más adelante seguida por su hijo Carlos Eduardo Finlay Shine, los historiadores médicos Horacio Abascal, César Rodríguez Expósito, Saturnino Picaza y todos los científicos honestos de Cuba y del resto del mundo a medida que iban conociendo la verdad.
Fue en el XIV Congreso Internacional Historia Medicina, celebrado Roma-Salerno en 1954 que se aprobó la moción: "Solo Carlos J. Finlay, de Cuba, es el único y sólo a él corresponde el descubrimiento del agente transmisor de la fiebre amarilla, y a la aplicación de su doctrina el saneamiento del trópico".


4. ¿Cuál fue exactamente su descubrimiento?

El planteamiento de la teoría de transmisión de la fiebre amarilla por un agente intermediario (el mosquito Aedes aegypti) que hiciera en 1881 y donde señaló las tres condiciones necesarias para que la enfermedad se propagase:

  • La existencia de un enfermo de fiebre amarilla.
  • La prolongación de la vida del mosquito entre la picada hecha a la persona enferma y la que hará a una persona sana.
  • La coincidencia de que sea un sujeto apto para contraer la enfermedad la persona a que pique éste mosquito infectado.

Pero no se detuvo en esa etapa de la concepción teórica y del planteamiento de la hipótesis, pues diseñó un método experimental para comprobar estos elementos planteados y posteriormente los verificó con la práctica desde su puesto al frente de la dirección de sanidad con la campaña de saneamiento y con las medidas que permitieron erradicar la enfermedad.

5. ¿ Cuáles fueron sus obras más importantes?
Su obra científica escrita más importante fue sin dudas su artículo El mosquito hipotéticamente considerado como el agente transmisor de la fiebre amarilla, publicado en 1881 en los Anales de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. No obstante, escribió además muchos artículos acerca de la fiebre amarilla y de otros aspectos médicos.

   
   
Dr. Enrique Beldarraín y Lic. José A. López
Editores Principales
Copyright © 1999-2003, Infomed Red Telemática de Salud en Cuba
   
   


Agradecemos la colaboración a:

Dr. José López Sánchez, Dr. Gregorio Delgado García y al Museo de Historia de las Ciencias Carlos J. Finlay