Un estudio del cerebro demuestra que el hombre es naturalmente honesto
La honestidad no depende de la fuerza de la voluntad, aunque sea una opción
Un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, ha demostrado que las personas honestas no tienen que hacer ningún esfuerzo para serlo, sino que les sale de manera natural. En términos neurológicos esto quiere decir que, ante las tentaciones, la actividad cerebral de los individuos honestos no se incrementa, mientras que la de las personas deshonestas sí lo hace. La tendencia a mentir y a comportarse deshonestamente fue visible, gracias a tecnologías de neuroimagen, en diversas partes de la corteza cerebral. Por Yaiza Martínez.
Científicos de la Universidad de Harvard han realizado un estudio de la actividad cerebral durante una serie de pruebas en las que se analizaba la honestidad de un grupo de personas.
De esta forma, descubrieron que la honestidad depende más de la ausencia de tentaciones que de la resistencia activa a éstas o, en términos neuronales, que la actividad cerebral de las personas que son honestas no varía ante la tentación (por ejemplo, de ganar dinero haciendo trampas), mientras que la actividad cerebral de las personas deshonestas se transforma ante la tentación, incluso aunque éstas no cedan a ella.
Naturalmente honestos
Según publica la Universidad de Harvard en un comunicado, para la investigación se aplicaron técnicas de registro de neuroimágenes, que permiten distinguir la estructura del cerebro y su funcionamiento.
Concretamente, los investigadores observaron la actividad cerebral de una serie de personas a las que se les dio la oportunidad de ganar dinero de forma deshonesta, mediante mentiras.
Así, comprobaron que aquellos participantes que no mintieron no mostraron una actividad neuronal adicional cuando decían la verdad. Esto significa que estas personas no siguieron ningún proceso cognitivo extra para “elegir” ser honestos, sino que lo eran naturalmente.
En cambio, en los cerebros de aquellos individuos que se comportaron deshonestamente, se detectó actividad cerebral extra en áreas del cerebro relacionadas con el control y la atención, incluso cuando estos individuos dijeron la verdad.
Voluntad o gracia
El estudio, que ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), ha sido dirigido por Joshua Greene, un profesor de psicología de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Harvard.
Greene explica que, según estos resultados, ser honesto no depende de un esfuerzo de la voluntad sino más bien de estar predispuesto a la honestidad de una manera espontánea. Según el investigador, esto puede no ser cierto en todas las situaciones, pero parece que sí es cierto, al menos, en la situación estudiada.
La investigación fue diseñada para probar dos teorías sobre la naturaleza de la honestidad es.wikipedia.org/wiki/Honestidad. Porque, ¿qué hace que la gente se comporte honestamente cuando se enfrenta a la oportunidad de obtener un beneficio de manera deshonesta? Según publican los investigadores en PNAS, estudios anteriores sobre los procesos - automáticos o controlados- de toma de decisiones han dado lugar a dos hipótesis: la hipótesis de la “voluntad” y la hipótesis de la “gracia”.
La primera hipótesis señala que la honestidad es el resultado de una resistencia activa a la tentación, y que sería comprable al proceso cognitivo controlado que nos permite esperar una recompensa.
La hipótesis de la “gracia”, por el contrario, señala que la honestidad es el resultado de la ausencia de tentaciones, es decir, que el individuo no “siente” la tentación, aunque la haya, y por tanto no tiene que resistirse a ella.
Los resultados de este estudio apuntarían, según Greene, a que la teoría de la “gracia” es la verdadera, porque los participantes honestos no mostraron ninguna actividad neuronal adicional cuando dijeron la verdad.
http://www.tendencias21.net/Un-estudio-del-cerebro-demuestra-que-el-hombre-es-naturalmente-honesto_a3524.html
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