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viernes, 11 de julio de 2025 |
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Urología
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Respuestas Semanas 21 a 26 Imagen 21. La respuesta correcta fue de :
Su respuesta fué: Se trata de un urograma convencional de una mujer delgada y algo neurótica, como todas las ptósicas. Riñón izquierdo urográficamente Esta otra respuesta del Lic. Jorge L. Hernández Castro. Esp. Imagenología Médica Hosp Hnos. Ameijeiras, fue la mas completa: SE TRATA DE UNA VISTA DE UROGRAMA EXCRETOR (DEBE SER A LOS 15 min.DE INYECTADO EL CONTRASTE YODADO EV), DONDE SE OBSERVA UNA DESVIACIÓN A LA IZQUIERDA DEL SEGMENTO LUMBAR DE LA COLUMNA VERTEBRAL.HAY BUENA CONCENTRACIÓN Y ELIMINACIÓN DEL CONTRASTE POR AMBOS LADOS, DONDE SE DEFINEN A AMBOR RIÑONES DE TAMAÑO Y CONFIGURACIÓN NORMAL Y SIGNOS DE MALRROTACI.ON DEL DERECHO, EL QUE ADEMÁS SE ENCUENTRA EN SITUACIÓN BAJA, A NIVEL LUMBAR BAJO, SIN QUE SE DEMUESTRE ACODADURA DEL URETER DE ESTE LADO, LO QUE NOS HACE PLANTEAR EL DIAGNÓSTICO DE UNA ECTOPIA RENAL DERECHA, AUNQUE HABRÍA QUE HACER EL DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL CON LA PTOSIS RENAL, PARA LO CUAL SE HARÍAN VISTA EN BIPEDESTACIÓN, REALIZAR ANGIOGRAFÍA, DONDE SE TEÑÍRÍA EL ÁRBOL VASCULAR ABDOMINAL, LO QUE PERMITIRÍA DEMOSTRAR A QUÉ ALTURA DE LA AORTA EMERGE LA ARTERIA RENAL DERECHA, YA QUE EN LA ECTOPIA ESTA EMERGE AL NIVEL DE DONDE SE ENCUANTRA EL ÓRGANO, LO CUAL NOS PERMITIRÍA CONFIMAR EL DIAGNÓSTICO.EN CUANTO AL MANEJO TERAPÉUTICO ES EN BASE A SI CORRESPONDE CON UNA ECTOPIA O A UNA PTOSIS RENAL, EN CUANTO A LA PRIMERA EL MANEJO ES ESPECTANTE, EN CUANTO A LA PTOSIS, SE VALORARÁ POR EL ESPECIALISTA EN CUESTIÓN, LA POSIBILIDAD DE TRATAMIENTO QUIRÚRGICO (PEXIA DEL ÓRGANO), EN RELACIÓN CON LA CLÍNICA (DOLOR LUMBAR RECURRENTE ASOCIADO A SEPSIS RENAL ALTA).
Imagen 22. Las respuestas mas completas fueron de:
Su respuesta fue: Se trata de un riñón en herradura, en una pieza obtenida probablemente de
Imagen 23. Las respuestas correctas fueron: 1. Dr. Anibal González Echevarria. Urólogo. Hospital Julio Aristegui. Cardenas. Matanzas. 2. Profesor Francisco Alonso. Urólogo. Hospital Comandante Manuel Fajardo. C.H. La respuesta más completa fue la del Dr. Anibal González. : Se trata de un paciente con una fibrosis retroperitoneal, la cual lo ha
Imagen 24.
Las respuestas correctas fueron:
La respuestas mas completa fue del Dr. Anibal González Echevarría. Hospital Julio Aristegui. Matanzas. Su respuesta fué: La imagen superior se trata de un urograma descendente que muestra una dilatación sacular en la zona media-superior del riñón derecho, de aproximadamente 3 cm, que tiene comunicación con el grupo calicial medio, y que se proyecta en la zona del parénquima del riñón, hasta su borde extreno. El grupo calicial superior, el inferior, la pelvis y el tercio superior del uréter, son todos normales, al igual que el riñón izquierdo. La imagen inferior corresponde con un ultrasonido renal en escala gris, que muestra un riñón derecho de dimensiones normales, con una imagen ecolúcida hacia el parénquima de la zona media, sin reforzamiento de su pared posterior, que se extiende hacia el seno renal, y en su interior se proyecta una imagen ecogénica que en ésta vista no emite sombra acústica, aunque habría que ver si al realizar otros cortes sonográficos, la sombra acústica aparece o no. El polo superior e inferior del riñón son normales, con parénquima de tamaño conservado y buena relación córtico-medular. Ambas imágenes corresponde con un divertículo calicial con una litiasis en su interior. El divertículo calicial no es más que una dilatación de aspecto sacular que se comunica con el sistema pielocalicial por medio de un estrecho cuello. Habitualmente se origina en el fórnix de un cáliz, siendo el superior el que más frecuentemente se afecta. Entra en la clasificación de los quistes renales y se emplea el término de quiste pielógeno como sinónimo. Pueden cursar asintomáticos, o pueden ser causantes de infeciones y/o formarse una litiasis en su interior. Entonces los síntomas serán los propios de la enfermedad que se presente asociada. En el caso que nos ocupa, la presencia de la litiasis puede causar un cólico calicial. Si permance asintomático se recomienda seguimiento periódico con cultivo de orina y ultrasonido. En este caso se presenta la asociación de una litiasis grande, por lo que se indica tratamiento quirúrgico. Podría realizársele una nefrolitotomía percutánea, o bien podría realizarse una ureteroscopía terapéutica. Esta última opción nos gusta más y se puede considerar como una opción de tratamiento válida inicial en aquellos pacientes con una litiasis menor de 1,5 cm de diámetro en los divertículos caliciales renales localizados en el polo superior o medio, sobre todo si se localizan anteriormente, y en pacientes que presentan riesgo para la nefrolitotomía percutánea. El mayor porcentaje de fracasos de esta cirugía se encuentra en los divertículos del grupo calicial inferior por la dificultad de identificar el cuello diverticular y mantener la deflexión activa del ureteroscopio flexible para la introducción de un catéter balón en el divertículo
Imagen 25 Las respuestas correctas fueron:
La respuesta mas completa fue: Dr. Aníbal González Echevarria. Urólogo. Hospital Julio Aristegui. Cárdenas. Matanzas. Su respuesta fué: Se trata de un urograma descendente donde se puede ver en la placa simple una imagen radiopaca de tamaño cercano a 1 cm, ubicada en la proyección de la sombra renal izquierda. La densidad de la litiasis me hace pensar en una litiasis mixta, pues si bien es radiopaca, su densidad está bien por debajo de la densidad ósea. En la vista contrastada se observa la presencia de una anomalía congénita: la pelvis doble o pelvis bífida. Se observan ambas pelvis con muy discreta ectasia, y la litiasis en cuestión puede ubicarse en la pelvis inferior. La arquitectura calicial está conservada, con presencia de cálices en forma de copa invertida, los que son totalmente normales, indicando ésto que el tractus urinario superior no está obstruido al momento de realizar el urograma descendente. No hay estenosis de la unión ureteropiélica, pero se observa que dicha unión es de pequeño calibre. El 1/3 superior del uréter izquierdo es normal.
Para definir la conducta hay que tener en cuenta el cuadro clínico, y aquí surgen diferentes posibilidadades: -Si se presenta Cólico Nefrítico y/o sepsis alta: por la dimensión de la litiasis hay que optar por la extracción endo-urológica, a través de una nefrolitotomía percutánea, o valorar la Litotricia Extracorpórea. La elección de una u otra depende de la disponibilidad de equipamiento, y/o de la experiencia del urólogo en el abordaje percutáneo del riñón con una anomalía congénita. No olvidar la pielolitotomía abierta que practicamos en muchos centros asistenciales, y que necesariamente tendremos que seguir practicando en lo que se generalizan los recursos para tratamientos endoscópicos del riñón y pelvis renal. -Si se presenta en un paciente asintomático: se podría realizar un estudio metabólico, más seguimiento con cultivos y ultrasonido periódicamente, y valorar terapéutica empírica con citrato de potasio al 12,5 % y con Hidroclorotiazida 25 mg diarios, además de la terapéutica que se desprenda del resultado del estudio metebólico.
Sobre la pelvis bífida podemos comentar que es la anomalía congénita más común en el aparato urogenital. La encontramos en uno de cada 160 niños. Se origina por bifurcación de la yema ureteral del conducto mesonéfrico, y dependiendo del nivel de dicha bifurcación, la Y ureteral se encontrará más cerca del riñón o más cerca de la vejiga. Cuando esta anomalía no presenta complicaciones, permanece asintomática. Si aparece infección, litiasis, obstrucción o varias de ellas, tendrá los síntomas específicos de dicha complicación. En muchas ocasiones el diagnóstico es casual, en un enfermo sometido a investigación por otras causas ajenas al aparato urinario. Su diagnóstico es por medios imagenológicos. El ultrasonido identifica la posibilidad del mismo, y es el urograma descendente el estudio que lo confirma. No tiene tratamiento específico. Si se presentan las complicaciones antes mencionadas, puede valorarse la cirugía reconstructiva, o la derivación interna de orina.
Imagen 26. Las respuestas correctas fueron:
La respuesta mas completa fue: Dr. Aníbal González Echevarria. Urólogo. Hospital Julio Aristegui. Cárdenas. Matanzas. Su respuesta fué: Realmente es difícil dar ID: Aneurisma de la aorta abdominal, con calcificaciones de su
Imagen 27 (1/2008) Las respuestas correctas fueron:
La respuesta mas completa fue de: Dr. Usbail Santana Pérez. Residente de cuarto año. Hospital Gral Calixto García.
Su respuesta fué: La imagen radiográfica se corresponde con la del uréter retrocavo, en la que se muestra el riñón en posición normal, con dilatación ureteropielocalicial, y la típica imagen de J o anzuelo. El primer estudio se corresponde con la fase de eliminación en el urograma descendente. La segunda imagen se corresponde con la vista de una pielografía retrógrada en la cual se observa el recorrido medial en la porción superior del uréter asociado con una dilatación proximal consecuencia a la fibrosis ureteral en sitio retrocavo del sistema colector del RD. Se observa en este estudio el signo radiológico de Randall y Campbell, el uréter en forma de S desplazado a la línea media a nivel de L3 L4, con el codo ureteral en contacto con estas vértebras. Esta entidad se trata de una malformación vascular, que afecta el uréter lumbar derecho. En la que el uréter alto al salir de la pelvis, sigue un trayecto normal, pero a la altura de L3 L4, se incurva hacia la línea media, se sitúa detrás de la cava, para emerger entre la cava y la aorta. Se sitúa luego en de dentro hacia fuera para alcanzar su recorrido normal. Su génesis se relaciona con la persistencia de la vena cardinal posterior derecha, lo que daría resultado a la localización del uréter. Desde el punto de vista clínico, se agrupan los pacientes en dos grandes grupos: el grupo 1 se trata de pacientes con síntomas como el dolor, infecciones urinarias a repetición, formación de litiasis entre otras, que desde el punto de vista radiológico se constata dilatación de magnitud variable del uréter proximal, es precisamente en este grupo en el que se debe valorar la intervención quirúrgica. El grupo II, queda representado por aquellos pacientes en que los síntomas no son tan acuciados, y que la dilatación no es tan notable como en el primero, contemporizándose en estos la actitud conservadora. El uréter retrocavo sólo debe operarse en pacientes con anulación funcional renal o uropatía de alto grado, irreversible, sintomáticos, en aquellos en que se presenten otras patologías que precise cirugía como litiasis, tumores y en aquellos en los que se presente una obstrucción sintomática reversible. La nefrectomía raramente está justificada. La cirugía conservadora ofrece dos grandes posibilidades técnicas: 1.- Manejo del uréter conservando la integridad vascular, con sección y anastomosis ureteral termino terminal. 2.- Sección de la vena cava y anastomosis termino terminal de la misma .
Imagen 28 (2/2008) |
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