viernes, 26 de abril de 2024
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Medicina de Rehabilitación BIOMECÁNICA


El uso de la polioterapia en la rehabilitación.

La  poleoterapia es el tratamiento fisioterápico por medio de unas máquinas simples que son las poleas. Las poleas son maquinas simples constituidas por una rueda provista de un eje que le permite girar libremente y con una llanta de forma apropiada para que pueda arrastrar o ser arrastrada por una correa, cuerda o cadena. Las poleas permiten cambiar la dirección de una fuerza sin variar su magnitud o permiten movilizar un miembro afecto cuando este no tiene la fuerza suficiente para ejecutar un movimiento.

 

Se basa por el empleo de métodos de reeducación activa o pasiva con circuitos constituidos por poleas, que en este caso se utilizan para modificar la orientación de la fuerza exterior aplicada, contra la que debe oponerse un determinado grupo muscular.

Se denomina polioterapia pasiva, cuando el paciente a través de un peso externo le produce un movimiento de miembro pléjico o que no puede moverse.   Esta fuerza, por un juego inverso de poleas, puede ser capaz de ejercer una tracción sobre las palancas articulares de esos mismos músculos. La forma autopasiva puede emplearse para movilizar los segmento que presenta una reatracción tendinosa o una limitación articular. En esta el peso que produce la fuerza de tracción lo desarrolla el propio paciente.

 

Cuando se desea buscar una ganancia de fuerza o definición de un grupo muscular, las poleas constituyen un medio idóneo para este propósito, fundamentalmente cuando la resistencia es de poco peso que permite un mayor número de repeticiones, facilitara una ganancia de volumen muscular, aumentando la variable resistencia en el músculo. Si por el contrario se emplee para la resistencia un peso elevado, producirá que el número de repeticiones sea menor, pero los resultados se traducen en una ganancia de volumen y fuerza.

 

Con este tipo de tratamiento realizamos una movilización activa, resistida y pasiva. Se pueden combinar con suspensiones o sin ellas, según sea la articulación en la que se aplique el tratamiento. Las movilizaciones mediante la aplicación de poleas presentan una serie de ventajas que las convierte en el tratamiento de elección en un gran número de casos:

• La fuerza externa aplicada es fácilmente regulable y medible.

• Se pueden desarrollar casi todos los movimientos articulares.

• Gran comodidad de aplicación tanto para el paciente como para el fisioterapeuta.

• El tratamiento es individualizado.

• La instalación es poco costosa y de fácil aplicación.

 

Principios físicos: basados en la definición de polea: máquina simple en la que la cuerda actúa de eje que transmite la tensión aplicada. Para el estudio de las fuerzas que aparecen en los sistemas de poleas seguiremos la nomenclatura tradicional de las máquinas simples: la fuerza exterior es la resistencia que se iguala o vence con una potencia. El propósito de las máquinas simples, en genera, es multiplicar la fuerza. El cociente entre resistencia y potencia es la ventaja mecánica: si es mayor que 1, la resistencia igualada es mayor que la potencia aplicada, esto es, vamos ganando. Una polea fija tiene una ventaja mecánica de 1, es decir, potencia y resistencia son iguales en magnitud.

 

Esta forma de tratamiento puede ser muy empleada en los hogares de los pacientes, fabricándose de forma rustica. En los pacientes con tendencia al hombro congelado, secuelas de periartritis escápulo-humeral o pacientes que han sufrido una parálisis del miembro superior constituyen un medio mecánico fundamental para la reeducación del miembro o prevención del hombro congelado o síndrome de impactación.

Las normas siempre implican que el paciente tenga una adecuada alineación con la rueda  pivote sobre la que gira la polea, esta debe quedar a nivel de su línea de gravedad en la cabeza, permitiendo de esta forma que sus brazos puedan desplazarse  hasta su grado máximo de estiramiento y amplitud articular con respecto a la línea central. La  dosificación del tratamiento se dará por el número de repeticiones nunca mayor de 10 repeticiones por cada tanda, y estas no deben exceder de más de 4 o 5 sesiones en una jornada de trabajo. La jornada puede repetirse un promedio de 2 veces al día.

 

Por las características de los músculos de los miembros inferiores las poleas tiene  un menor uso, debido a que en su mayoría son músculos antigravitatorio, diseñado para mantener una actividad sinergista en las articulaciones del miembro inferior, lo que produce que al salir este de la posición de postura de pie, el nivel de tensión de los músculo del miembro inferior se intensifican, originando contracciones isométricas, que de no tener en cuenta una carga adecuada puede producirse desgarros y daños irreversibles del músculo. Para una ejercitación correcta se busca el fortalecimiento con poleas para los miembros inferiores desde la posición de decúbito, evitando así las consecuencias biomecánicas anteriores.

 

Téc. Argelia Andreu Artola.

ISCM  Carlos J. Finlay. Camagüey.

 

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: Editor Principal. Especialista de I Grado en Medicina Física y Rehabilitación | Hospital Provincial "Manuel Ascunce Domenech", MINSAP| calle e/ . municipio, Camagüey, CP, Cuba | Teléfs.: , Horario de atención: 8:30 a.m. a 5:00 p.m., de Lunes a Viernes


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