lunes, 29 de abril de 2024
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Medicina de Rehabilitación BIOMECÁNICA


Minerales Necesarios - guia completa - ( Parte 4 )

    

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ALUMINIO

FISIOLOGÍA

Las concentraciones más altas de ALUMINIO se observan en los pulmones, el hígado, los testículos, ovarios y próstata.

El ALUMINIO posee un papel enzimático importante, ralacionado con la deshidrogenasa succínica que es un tranportador de exígeno indispensable para el organismo y punto de partida para los mecanismos de oxido-reducción.

Intensifica las reacciones del citocromo. Forma quelatos con aminoácidos y se encuentra en las transaminasas. Previene la absorción del fósforo por el intestino.

El ALUMINIO interviene positivamente en el estado de osificación de los cartílagos fetales y del niño. Actúa también sobre los cartílagos de las superficies articulares.

Actúa sobre el sistema nervioso central. Aumenta la vitalidad cerebral y nerviosa. Regula el sueño.

El contenido total de aluminio en el cuerpo humano es de 50 a 150 mg.

CARENCIA

  • Produce alteraciones análogas a las de la vitamina B.
  • Diminuye la actividad de la deshidrogenasa succínica.

OBSERVACIONES

1. Insuficiencia renal.
2. Prudencia en la administración que nunca debe ser prolongada a dosis ponderal.

FÓSFORO

El FÓSFORO en forma de fosfatos está ampliamente difundido en la naturaleza. Tanto en el reino mineral como en el vegetal y el animal.

El fósforo representa entre el 08% y el 11% del peso total del cuerpo (unos 600-900 gr); un 80% del cual está en el esqueleto -incluyendo los dientes-, en combinación con el calcio. El restante 20% se encuentra en el suero y está distribuido por todas las células.

El nivel en suero es de 3-45 mg por 100 ml en adultos. En los niños es de 4-7 mg por 100 ml.

En el organismo, el fósforo existe en forma de sales orgánicas e inorgánicas. El contenido de fósforo de los tejidos blandos tiene prioridad metabólica sobre el de los huesos.

El fósforo inorgánico es más ionizable y difusible a través de las membranas que el orgánico. La bilis y jugo pancreático, lo mismo que el jugo intestinal, contienen iones de fosfato en proporción considerable y contribuyen a mantener el equilibrio entre la ingestión de fósforo y su escreción fecal.

FISIOLOGÍA

La absorción del fósforo está íntimamante ligada a la del calcio. Lo ideal es que haya cantidades iguales de ellos en sangre, pues un exceso cualquiera de ellos aumenta la excreción en heces. Parece, sin embargo, que el fósforo es absorbido más eficientemente que el calcio. Se absorbe un 70% del fósforo presente en la dieta.

La vitamina D interviene en el mecanismo de absorción de ambos componentes. Facilita la absorción de fósforo por el intestino delgado.

Los fosfatos de sodio o de calcio bi o tricalcio son poco o nada asimilables, circunstancia que puede agravase al tomar una dieta rica en calcio o en cloruro de magnesio.

La excreción del fósforo se produce por vía renal y tracto gastrointestinal. El riñón matiene una relación entre el fósforo excretado y el fósforo presente en el suero.

La hormona paratiroidea, parathormona, moviliza fósforo del hueso y aumenta la excreción de fósforo por los túbulos renales.

La vitamina D actúa en sentido contrario. Sin embargo, a dosis elevadas aumenta la pérdida de fósforo.

La hormona paratiroidea bloquea la reabsorción del fósforo cuando éste aumenta en relación con el nivel de calcio en sangre.

La acidosis aumenta la excreción del fosfato diácido por los túbulos renales, mientras que la alcalosis induce la excreción tubular de fosfato monoácido.

Es indispensable para la formación del hueso y su mantenimiento y mineralización. En el hueso, el fosfato cálcico no se encuentra inmóvil, sino que es un constante proceso de entrada-fijación-salida.

Las dosis elevadas de vitamina D, el hipertiroidismo, la ACTH, los glucocorticoides suprarrenales y los preparados sintéticos de cortisona desencadenan la liberación de fósforo de los huesos y ocasionan osteoporosis.

La vitamina D acelera la transferencia del fosfato orgánico de los tejidos blandos a fosfato inorgánico del tejido óseo.

Juega un papel importante en el metabolismo de los hidratos de carbono.

Contribuye a la absorción de la glucosa en el intes tino mediante el proceso de fosforilación, en el cual el fósforo se combina con la glucosa y el glicerol de grasa.

Estimula la reabsorción tubular renal de la glucosa mediante el mismo proceso.

Forma parte del músculo e interviene en su metabolismo. Interviene en el transporte de los ácidos grasos, llevándolos en moléculas de fosfolípidos por la corriente sanguínea.

Forma parte de las nucleoproteínas celulares con el ADN y los fosfátidos que intervienen en la formación de numerosas enzímas en el proceso de oxidación de la glucosa y producción de energía (A.T.P.).

Contribuye al control del equilibrio ácido-base en la sangre mediante su forma de ácido fosfórico y fosfato. El ácido ortofosfórico es acidificante.

El nivel en suero en más alto en las etapas de crecimiento, probablemente como resultado de los elevados niveles de la HGH y del aumento de las necesidades de fósforo para la construcción ósea y el metabolismo.

El fósforo interviene en otras funciones. Forma parte del tejido nervioso. Es indispensable para su buen funcionamiento, y el mantenimiento de la energía nerviosa, intelectual y sexual.

Los efectos terapéuticos son mejores cuando se administran derivados orgánicos como la lecitina.

NECESIDADES

Se recomienda una ración de fósforo igual a la de calcio en la dieta, excepto en los lactantes: para los cuales la proporción de fósforo debe ser más baja. Otros autores opinan que la relación 1 a 1 en cuanto a calcio y fósforo debe mantenerse en el embarazo, el crecimiento y la lactancia, mientras que en el adulto la cantidad de fósforo ingerido debería ser mayor que la de calcio en una relación de 1-15.

DÓNDE SE ENCUENTRA

Almendras, trigo (especialmente en el germinado), ajo, avena, flores de capuchina, cebada, guisantes nuevos, maíz, judías frescas, lentejas, coles, espinacas, cebolla, lechuga, zanahoria, manzana, arroz, apio, patata, coliflor, puerro, ciruela, fresa, tomate, escarola, pepino, castañas, setas, alcachofas, nueces, avellanas, leche y lácteos, carne magra.

CARENCIA

La hipofosfatemia se manifiesta fundamentalmente por síntomas como: debilidad muscular, alteraciones óseas,
osteomalacia y raquitismo.

La hipofosfatemia se produce en:

  • Aumentos del consumo de glúcidos, como por ejemplo en el reestablecimiento de la acidosis diabética.
  • Afecciones intestinales con dificultad de absorción de fósforo, como sprúe y enfermedad celíaca.
  • Trastornos del balance calcio-fósforo en osteomalacia y raquitismo.
  • Hiperparatiroidismo primario.
  • Ingestión insuficiente con la dieta.
  • Por aumento de la excreción renal de fósforo.
  • Hiperparatiroidismo.

EXCESO

El exceso de fósforo es responsable de síntomas fundamentalmente musculares, como tetania.

Se produce en casos de:

  • Insuficiencia renal.
  • Hipoparatiroidismo.
  • Ingestión excesiva.
  • Administración endovenosa de fósforo en forma dema siado rápida.
  • Glomerculonefritis aguda y crónica.
  • Crecimiento excesivo de los huesos, como sucede en los niños pequeños y en los acromegálicos.

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: Editor Principal. Especialista de I Grado en Medicina Física y Rehabilitación | Hospital Provincial "Manuel Ascunce Domenech", MINSAP| calle e/ . municipio, Camagüey, CP, Cuba | Teléfs.: , Horario de atención: 8:30 a.m. a 5:00 p.m., de Lunes a Viernes


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