jueves, 25 de abril de 2024
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Salud y Desastres



Enigmas de la lluvia provocada

-Enrique Atiénzar Rivero / Foto: Orlando Durán

Hablar de lluvia provocada en estos tiempos de sequía es una suerte, más para los que durante años sufren la ausencia de precipitaciones. Conversar del tema se impone y quién mejor para que responda a las interrogantes que el licenciado Roger Rivero Vega, estudioso a fondo de los cambios climáticos e integrante del equipo que en la década de los 80 participó en el polígono de investigación que se estableció en la provincia de Camagüey.

 

Esta fue la nave que se empleó en Camagüey en el experimento de la lluvia provocada.

¿Cuál es el enigma que se teje en torno a la lluvia provocada?

En la ciencia hay muchos enigmas. El de la lluvia provocada lo es, al igual que si el efecto de fertilización por dióxido de carbono ayudará, o no, a reducir el impacto de los cambios climáticos en la agricultura. En ambos casos hay mucho sostén o base teórica y buenos resultados a pequeña escala. La duda reside en si, esos resultados son posibles a gran escala espacial y durante un período de tiempo prolongado, sin impactos secundarios en otras áreas.

 

Demostrar esto requiere de alta tecnología, experiencia y especialistas de nivel y dedicación al trabajo, cuestiones con la que el país cuenta y el Centro Meteorológico de Camagüey en particular.

 

Cuba fue probablemente el segundo país en el mundo en utilizar la lluvia provocada con hielo seco, a fines de la década de los 40 en Santiago de Cuba. Era un avión militar, con tripulación americana, pero participaron cubanos. En la década de los 50 una compañía privada hizo campañas en áreas de centrales azucareros, tanto desde el aire como con yoduro de plata desde tierra. Después del triunfo de la Revolución se hicieron muchas actividades, la más grande fue la realizada en Camagüey desde 1979 hasta 1991.

 

¿El establecimiento del programa conjunto con la extinta Unión Soviética en el que se definió a Camagüey como polígono de investigación en Cuba obedeció a que se avizoraban los complejos y difíciles años de prolongada sequía, o fue fortuito?

Había tres grandes razones para ello: 1) Camagüey tenía un clima intermedio ideal entre el muy seco de la región oriental y el muy húmedo de la occidental y una atmósfera pura, apenas contaminada. 2) Contar con un centro meteorológico bien equipado justo al lado de un aeropuerto bien ubicado. 3) La opinión del jefe del departamento del Observatorio Aerológico Central de la URSS que señalaba que aquí había encontrado a un colectivo muy preparado dispuesto y disciplinado para enfrentar las tareas .

 

Ni fue fortuito ni se avizoraban los problemas del cambio climático y las sequías subsiguientes, Camagüey se convirtió en el polígono, reitero, por las condiciones humanas y técnicas con que contaba.

 

Se ha hablado de que alguna vez se usó sal para acelerar el proceso de lluvia provocada ¿qué hay de cierto y sus posibles ventajas en relación con el uso de otras sustancias?.

 

Participé en campañas de lluvia provocada con sal común en Santiago de Cuba en 1980. Para trabajar con sal son utilizadas otros tipos de nubes cúmulos que no tienen agua sobreenfriada. Es un método alternativo que podía usarse en nubes cúmulos diferentes a las que se trabaja con hielo seco o yoduro de plata. Ambos se utilizan en situaciones diferentes y no compiten entre si.

 

El efecto consiste en lograr el crecimiento acelerado del tamaño de las gotas en las nubes para que precipiten. El yoduro de plata cristaliza (a cristales de hielo) las gotas de agua líquida sobreenfriada a alturas entre 4-8 kilómetros de altura. Libera, además, el calor latente de congelación y permite un desarrollo vertical superior de los cúmulos congestus hasta el estadio de cúmulo nimbos de 10-12 kilómetros de espesor vertical.

Personas no conocedoras del tema creen que la aplicación de la lluvia provocada puede realizarse en cualquier época del año y cualquier tipo de nube. Técnicamente ¿cuál o cuáles son los principios que se aplican?.

 

La tecnología de aplicación de yoduro de plata no resulta viable en cualquier época del año, ni en cualquier tipo de nube ni siquiera en cualquier hora del día o situación meteorológica. Las mayores probabilidades de éxito se obtienen en determinadas condiciones de estratificación vertical de la atmósfera y en presencia de ciertos tipos de nubes cúmulos. La condición más favorables para conjugar todos los factores favorables es en la estación lluviosa (mayo-octubre) con un momento quizás óptimo en julio-agosto.

 

Tienen que aparecer las nubes idóneas en un contexto atmosférico favorable. Digamos que entre el final de la mañana y el final de la tarde, aún durante la estación lluviosa puede haber muchos días en que no existan las condiciones para alcanzar el éxito.

¿Qué papel desempeñó en las investigaciones realizadas en Camagüey?

 

Desde 1979 hasta 1981 dirigí por la parte cubana la realización de los estudios de base para los experimentos. Luego participé en los experimentos de campo hasta mediados de esa década, cuando me absorbió por completo el problema de las aplicaciones, las sequías meteorológicas, agrícolas e hidrológicas, el cambio climático y la adaptación de importantes sectores socioeconómicos a los impactos negativos del cambio climático. Siempre lamentaré no haber acompañado a mis colegas en los vuelos de penetración en huracanes.

 

La sensación de penetrar en una nube de gran desarrollo vertical es indescriptible. Nunca sabes si vas a salir o no. Muchas veces no sabes qué te vas a encontrar detrás, cuando sales. En ocasiones es una nube peor.

 

El método que se aplica responde a una pólvora pirotécnica que contiene yoduro de plata, la cual es quemada en un cartucho disparado a la nube. El otro es el hielo seco "frappé" arrojado dentro, o por encima de ella. El humo de yoduro es el agente activo.

El efecto es –y debe ser- rápido. El tiempo de vida de las gotas de agua sobreenfriada (agua líquida por debajo de cero grados centígrados) es relativamente corto antes de que se congelen espontáneamente a mayores alturas al ser arrastradas por las corrientes verticales de 10-30 metros por segundo, y aún superiores, dentro de las nubes de tormenta.

 

Nuestros aviones de trabajo no vuelan en régimen comercial con ascensos y descensos lentos y confortables. Vuelan en régimen de emergencia, semejante al de la aviación de combate (cazas y otros). El yoduro de planta lo echas a 5-7 kilómetros de altura y tienes que descender violentamente casi en picada hasta un kilómetro de altura para ver los efectos y medir en la base de la nube. ¡Es escalofriante¡.

 

¿Qué opinión le merece la reanudación de los estudios?

 

Es imprescindible por dos causas:

Nuestra experiencia indica que las técnicas a usar constituyen una herramienta valiosa para incrementar las precipitaciones y reducir el impacto negativo de la sequía.

 

La ciencia debe llegar hasta su meta final: conocer tan a fondo la naturaleza que podamos vivir y progresar como especie y grupo social en armonía con ella.

 

¿Puede considerarse un estudioso de los cambios climáticos y en ese sentido qué nos depara el futuro?

 

Es una pregunta difícil, pero no puedo responder otra cosa que sí. Le he dedicado a la ciencia del clima los 16 años más productivos de mi vida durante 8 y 16 horas diarias. El futuro, para bien o para mal, depende casi totalmente de nosotros. La tierra podrá salvarse si logramos desterrar el individualismo feroz e irracional de las sociedades de consumo. Así sean neoliberales o cualquier otra tendencia asociada a la desigualdad, el despilfarro y la explotación del hombre y los pueblos, cuya visión de futuro es el poder y dominio sobre el resto de la humanidad.

 

Si no logramos detener la mano irresponsable de los causantes del cambio climático, solo sequías, huracanes, temperaturas elevadas y desertificación podemos esperar del clima. La especie en peligro de extinción es el hombre, pero el optimismo debe reinar entre nosotros. Aún podremos demostrar cuánto somos capaces de adaptarnos y desarrollarnos en condiciones climáticas mucho más adversas.

 

¿Puede ofrecerle una noticia alentadora a los lectores sobre la posibilidad, no lejana de que se produzcan las precipitaciones que la población anhela?

 

Sí, claro. Volverá a llover de nuevo en esta estación lluviosa, aunque quizás no tanto como quisiéramos. Un déficit acumulado de lluvias durante 7-9 años resulta imposible de compensar en unos pocos meses.

 

La noticia más alentadora radica en que la comunidad científica, los órganos del Partido y el Gobierno, y cada hombre del pueblo están pensando y trabajando arduamente para sobrepasar esta crisis de agua que no es, sino una consecuencia retardada de los males derivados de esas sociedades contra las que se han levantado tantos hombres y líderes sociales, desde la Revolución Francesa hasta nuestros días. Dicen que las condiciones no existen, pero en estos mismos momentos allí al nordeste, puede verse una línea de cúmulo congestus.

 

Poco rato después Roger me localizaba telefónicamente e informaba que esas nubes que el había descrito, descargaron lluvias en las inmediaciones del centro meteorológico, a las afueras de la ciudad en la carretera que conduce a Nuevitas.

 

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: Editor principal - Especialista de I Grado en Medicina General Integral, Técnico Medio en Meteorología y Radioaficionado | Centro Latinoamericano de Medicina de Desastres, ¨Dr. Abelardo Ramírez Marquez¨, MINSAP | Calle 18 No. 710 e/ 29 y 7ma. Miramar, Ciudad de La Habana, 11300 Cuba | Telefs: (537) 2023636 Horario de atención: 8:30 a.m. a 5:00 p.m., de Lunes a Viernes


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