¿Propanolol?
Dr.C. Julio César Hernández Perera
Empezaremos tomando como ejemplos estas tres referencias:
«Calidad de la prescripción de propanonol en el área de salud "Dr. Carlos Juan Finlay"» (Casas Gross S et al. Calidad de la prescripción de propanonol en el área de salud "Dr. Carlos Juan Finlay. Medisan. 2010;14).
«[...] le fue diagnosticada desde enero del 2003 una cirrosis hepática criptogénica, con hipertensión portal, várices esofágicas (grado II), por lo que lleva tratamiento con propanolol 40 mg/día [...]» (Vázquez González P et al. Escleroterapia endoscópica de várices esofágicas. Presentación de un caso: nueva medida a tener en cuenta. MediSur. 2010;8: 76-9).
«Además se indicó propanolol 40 mg v.o. cada 8 h y metimazol 10 mg v.o. cada 8 h [...]» (Frantchez V et al. Parálisis periódica hipopotasémica tirotóxica. Caso clínico. Rev Med Chile. 2010;138: 1427-30)
Un gazapo frecuente en nuestros tiempos y en muchos países de habla hispana: «propanolol». Y es que así, con esa mala dicción muchos se han acostumbrado a hablar y a escribir.
Nos referimos a un medicamento, del grupo de los beta-bloqueadores, que tiene gran aplicación en la práctica médica para el tratamiento de enfermedades como: la hipertensión arterial, la angina de esfuerzo, las arritmias cardiacas, la hipertensión portal, la tirotoxicosis y el feocromocitoma, entre otros.
Lo correcto es escribirlo y expresarlo -aunque suene raro para algunos- como «propranolol», con «r» después de la segunda «p».
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