viernes, 19 de abril de 2024
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Titulares

Epónimos. «Enfermedad de Hodgkin»

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quijote-picaso-01-hDr.C. Julio César Hernández Perera.

Cuando por distintas razones y circunstancias se menciona a la «enfermedad de Hodgkin» o «linfoma de Hodgkin», lo vemos como algo que nos parece familiar. Posiblemente se catalogue como uno de los epónimos médicos más conocidos. Pero lo que muchos no sabrán es la historia, y posiblemente tampoco conocerán, el nombre que antecede al famoso apellido del hombre, que en reconocimiento a su labor y contribución, se inmortaliza de esta manera.

thomas-hodgkin-01-cgFue Thomas Hodgkin, filántropo y médico que se le rememora como uno de los patólogos británicos más destacados de su época, y uno de los iniciadores de la medicina preventiva. Nació el 17 de agosto de 1798, en Pentonville, Londres, y murió el 5 de abril de 1866, en Jaffa, una localidad situada al sur de Tel Aviv, Israel.

Tercero de cuatro hermanos, los dos que le antecedieron murieron en la infancia. Creció en el seno de una familia que profesaba su credo dentro de la «Sociedad Religiosa de los Amigos», comúnmente llamados como cuáqueros. Por esta razón, su vida estuvo estrictamente acatada a las reglas de esa religión.

Su educación fue asumida con grandes esfuerzos, principalmente por su padre, quien era maestro de escuela y calígrafo. Ya desde edades tempranas, Hodgkin dominaba cinco idiomas, el francés, el latín, el alemán, el italiano y el español. Al cumplir 21 años de edad, comenzó a estudiar medicina en los Hospitales Unidos de Santo Tomás y Guy. Un año más tarde, en 1820, se trasladó a Edimburgo para continuar estudios en la universidad de esa localidad.

Como era costumbre entre los estudiantes de medicina de la época, Hodgkin viajó a Italia y a Francia. Particular influencia ejerció su estancia en Francia, donde posiblemente se sintió atraído por la fama de la enseñanza en los hospitales de París. En ese lugar los profesores de medicina basaban la educación en la Anatomía Patológica, como una de las claves más importantes para comprender mejor las enfermedades. Pasaba largas horas en las mesas de disección y tuvo la dicha de haber sido discípulo del célebre René Théophile Hyacinthe Laënnec, reconocido en el mundo por sus aportes a la clínica y ser el inventor del estetoscopio. Al terminar su estancia, regresó a Inglaterra y llevó consigo uno de los estetoscopios elaborados por el mismo Laënnec. Poco tiempo después, dio una conferencia ante la Sociedad de Física del Hospital de Guy, donde presentó el novedoso instrumento. Pero lamentablemente, la mente de muchos médicos de la época no estaba preparada para aceptar los nuevos avances y recibieron esta disertación con mucho escepticismo.

En 1823 se graduó y realizó otro viaje por Europa, donde conoció en Italia a la familia judía Montefiore. Uno de sus miembros fue Sir. Moses Montefiore, con quien mantuvo desde entonces, una estrecha amistad.

En 1825 fue elegido miembro del «Royal College of Physicians» de Londres y nombrado como médico en el Dispensario de Londres. Después de dos años y medio, decidió abandonar este puesto al ser afrentado de manera injusta, por haberse ausentado durante un breve periodo de tiempo por estar enfermo.

En el año 1825 también fue nombrado profesor de Anatomía Patológica y curador del Museo de Patología del Hospital de Guy. En esta función desarrolló una carrera intensa y al año ya tenía publicado un catálogo donde presentaba 1677 preparaciones del museo, que demuestran la influencia de diversas enfermedades en los órganos y tejidos. De esta manera se ganó una gran reputación como líder en ese campo y se convirtió además, en el primer conferencista de la especialidad de Anatomía Patológica en toda Inglaterra.

Sus disertaciones fueron publicadas en 1836 y 1840, como Conferencias de Anatomía Patológica. Hay que señalar, que entre sus estudios de casos se encontraba, de manera muy llamativa, la descripción exacta de los síntomas clásicos de la apendicitis, una enfermedad que no fue reconocida como tal, hasta después de 50 años.

Durante este último periodo de tiempo, Hodgkin escribió -en 1839- un largo artículo sobre la clasificación de tumores intraabdominales e intratorácicos, presentados como una forma de propagación del cáncer. Este artículo se amplió gradualmente a dos volúmenes titulado, «La Anatomía Patológica de las membranas serosas y mucosas».

También entre los grandes aportes realizados a la medicina encontramos el haber sido el primero en haber descrito la morfología bicóncava de los glóbulos rojos.

La enfermedad de Hodgkin

En un trabajo titulado, «Algunos procesos morbosos de las glándulas absorbentes y el bazo», publicado en 1832 en la revista oficial de la Sociedad Médica y Quirúrgica de Londres, Hodgkin describió la enfermedad que posteriormente llevó su nombre. Presentó seis casos que había visto en el Hospital de Guy, y un séptimo, aportado por el colega Robert Carswell.

En 1865, otro médico y patólogo británico, Samuel Wilks, publicó una serie de 45 casos de la enfermedad, donde se incluían los cinco descritos por Hodgkin. La descripción de la enfermedad se caracterizaba por aumento de tamaño de los ganglios linfáticos, asociados con frecuencia al aumento de tamaño del bazo. Pero este autor estaba muy identificado con la obra de su predecesor, a quien siempre le reconoció la importancia y la validez de su aporte. Con esta premisa, optó por proponer el término de «enfermedad de Hodgkin», como aún se conoce en la actualidad.

Otros aportes de Thomas Hodgkin, la medicina preventiva

Hodgkin fue pionero de la medicina preventiva. En el otoño de 1831 una epidemia de cólera había llegado a Inglaterra. Muchos de los médicos más sobresalientes de Londres huyeron de la ciudad, sin embargo, Hodgkin no abandonó su puesto y dedicó tiempo en la atención de los pacientes en el hospital y en los barrios pobres.

Diez años más tarde -en 1841-, basado en sus experiencias, publicó en forma de libro su conferencia donde exponía las formas de promover y preservar la salud. Esta obra contenía cuatro partes, en la primera analizaba el aire, la luz, la limpieza, la ropa y la respiración. En la segunda, la importancia de una buena alimentación. En la tercera, la importancia del entrenamiento de los músculos; y por último, la capacidad mental. El libro terminaba con una discusión sobre la importancia de la educación de los jóvenes.

Última etapa de la vida de Hodgkin

Hodgkin se contraponía con las ideas de la mayoría de sus colegas mayores. Entre ellos se encontraban demandas para una reforma en la educación y la práctica médica, así como el patrocinio de programas de educación para adultos. Además, eran frecuentes las discrepancias motivadas por su compromiso social y sus opiniones relacionadas con la abolición de la esclavitud y la trata de esclavos, que lo involucró en la creación de asentamientos en África para los esclavos liberados. También luchó por la justicia social y los derechos para las poblaciones aborígenes, que eran oprimidas por las fuerzas británicas en Sudáfrica y Nueva Zelanda.

Su ideario fue capaz de ir mucho más allá, porque llegó a señalar que los problemas básicos de los pobres no eran médicos, sino socioeconómicos. Esto le creó un ambiente rodeado de enemigos y contrarios a la persona de Hodgkin. Ellos, en un momento dado, supieron acabar con su carrera y desarrollo profesional.

En 1837, tras la muerte de James Cholmeley, se deja desierta una posición de asistente médico en el Hospital Guy. Hodgkin optaba por ese puesto, puesto que entendía que tenía suficientes méritos para ello, avalado por 12 años de distinguido servicio al hospital y a la escuela de medicina. Sin embargo, fue concedido a otro competidor, Benjamin Bagmington, quien para muchos nunca alcanzaría los logros y méritos alcanzados por Hodgking, pero sí contaba con el apoyo económico y social dentro del hospital, principalmente por parte del tesorero y otros directivos. Al siguiente día del nombramiento de Bagmington, Hodgkin renunció y se marchó para siempre del hospital de Guy. Se trasladó al Hospital de Santo Tomás donde trabajó de manera intensa para mejorar el sistema de conferencias y el museo de medicina. Pero después de un año, no fue reelegido. Este hecho constituyó otro golpe fuerte e inesperado a su orgullo.

Dedicó entonces más tiempo a problemas que entraban en el marco de la medicina social, sobre todo, los relacionados con los problemas médicos de los pobres y más desfavorecidos. Bajo la influencia de estos ideales, realizó viajes a otras partes del mundo junto a Sir Moises Montefiore. En otoño de 1866, se encontraba en lo que actualmente es Israel. Hodgkin enfermó gravemente por disentería. Estuvo al cuidado de un diplomático británico en la ciudad de Jaffa, donde finalmente encontró la muerte, el 5 de abril de ese año. Sus restos fueron enterrados en un pequeño cementerio protestante, donde se erigió un obelisco en su tumba con el siguiente epitafio: «Nada humano le era ajeno».

Bibliografía consultada

Abbondanzo SL. Thomas Hodgkin. Ann Diagn Pathol. 2003 Oct;7(5):333-4.

J R Coll Physicians Lond. 2000 Jan-Feb;34(1):100-4.

Thomas Hodgkin (1798-1866). CA Cancer J Clin. 1973 Jan-Feb;23(1):52-3.

Kass AM. Thomas hodgkin remembered . Cancer Treat Rev. 1999 Jun;25(3):133-43.

Hancock BW. Early clinical pathologists. 2. Thomas Hodgkin: pathologist, physician, and philanthropist. J Clin Pathol. 1990 Aug;43(8):616-8.


 
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