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Cada segundo domingo de Mayo se celebra en muchas partes del mundo el Día de las Madres. La primera persona en proponer con seriedad la instauración de un día para las madres fue la norteamericana Julia Ward Howe, autora del llamado Himno de Batalla la República. «Son ellas las que más sufren la pérdida de sus hijos en las guerras. Debemos apoyarlas y convertirlas en abanderadas por la paz», dijo en el documento de solicitud, fechado en 1872 en su natal Massachussets.
Su idea no llegó a cristalizar, pero devino antesala para que una paisana suya, Anna Jarvis, afligida por la muerte de su mamá, iniciara en 1907 una campaña nacional por correspondencia para que se declarase una fecha en homenaje a las madres. Persistió tanto que obtuvo el apoyo de muchas personas, entre ellas influyentes ministros, congresistas y empresarios.
El primer Día de las Madres reconocido oficialmente se celebró en una iglesia episcopal de Virginia Occidental, el 10 de mayo de 1908, segundo domingo del mes y aniversario de la muerte de la mamá de Anna Jarvis. Como las flores preferidas de la difunta habían sido los claveles, desde entonces se utilizan los rojos para honrar a las madres vivas y los blancos para las fallecidas. La iniciativa tuvo una acogida tal que en 1910 había prendido en todos los estados de la Unión. ¡Hasta el Congreso debió debatir un proyecto de Ley para otorgarle carácter oficial! Por fin, en 1914, el Presidente Woodrow Wilson firmó el decreto y proclamó el segundo domingo de Mayo como Día de las Madres en los Estados Unidos. Se había creado ya la Asociación del Día Internacional de las Madres, con el propósito de extender la festividad a otras naciones.
En nuestro país
Casi todas las referencias bibliográficas que existen sobre la introducción del Día de las Madres en Cuba, coinciden en señalar a Santiago de las Vegas como la primera localidad donde se festejó la fecha. También identifican a Víctor Muñoz, periodista de la época, como su gran promotor, a partir de una crónica suya titulada Mi clavel blanco, que vio la luz en el periódico El Mundo el 9 de mayo de 1920, donde decía: «El día de hoy es el segundo domingo de mayo, que los americanos consagran como el Día de las Madres, y que muchos cubanos quieren destinar al mismo objeto». Los investigadores aseguran que el mismo día el teatro del Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas se colmó de público. La convocatoria pretendía homenajear a las madres, y partió de un grupo de intelectuales, cuyos miembros, alentados por Francisco Montoto, patrocinaron un programa donde se recitaron los versos de José Martí a su progenitora y el poema A mi madre, de Diego Vicente Tejera. Se dice que fue esa la primera celebración pública del Día de las Madres en Cuba. El 22 de abril de 1921, siendo Muñoz concejal del Ayuntamiento capitalino, propuso y logró instituir en toda La Habana ese agasajo. En el año 1928, a propuesta del senador Pastor del Río, la Cámara de Representantes le dio carácter de Ley Nacional, y así el segundo domingo de mayo se oficializó como Día de las Madres.
En otras naciones
Aunque existen precedentes de festividades anuales en honor a diosas en las antiguas Grecia y Roma, la tradición se perdió durante los primeros 15 siglos de nuestra era. En el siglo XVII, Inglaterra celebraba el "Domingo de servir a la Madre". Ese día, a los sirvientes, que por lo general vivían en las residencias de los patrones, se les permitía visitar a sus respectivas familias. Con los años, se estableció la costumbre de llevar una torta de regalo a las mamás. En Estados Unidos, en 1914 el Día de las Madres se instituyó como Fiesta Nacional, el segundo domingo del mes de mayo, tal como en Cuba, Honduras, Perú, Ecuador, Colombia, Alemania y Japón. Sin embargo, en Suecia es el último domingo de mayo. En México, Guatemala, Nicaragua y El Salvador, el 10 de mayo, y en Argentina el tercer domingo de octubre. Esta relación no es completa, y en otros países el homenaje se celebra en otras fechas, pero con igual propósito: dedicar un día especial a quienes nos entregan cotidianamente lo mejor de sus vidas.
Los cubanos, en este segundo domingo de mayo, hacemos nuestra la frase de José Martí: "Toda Madre debiera llamarse maravilla". Y le añadimos otra, también del Apóstol, en la carta de despedida a Doña Leonor, cuando viajaba a Cuba para encabezar la Guerra Necesaria. Es muy breve, profunda, sencilla y tierna a la vez: "Yo sin cesar pienso en Usted"
Fuente; Celebración del Día de las Madres en Cuba
Periódico 26
Toda madre debiera llamarse Maravilla
Cuba Ahora
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