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Jorge Noel Marqués



Nos pertenece hoy un mejor porvenir

Por Jorge Noel Marqués

Infomed está de fiesta; por todo lo alto; pero lo que distingue la celebración por sobre todas cosas, es la calidad humana de los participantes: amigos y colegas de ayer y de hoy, compañeros de faena cotidiana y, especialmente invitados, integrantes del grupo Infomed-USA.

El hombre de la sonrisa eterna, como fue calificado Pedro Urra, director de nuestra red y del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas, convoca a un intercambio distendido, fraterno; (se percibe así desde el mismo comienzo) donde fluya lo anecdótico y también el análisis, en aras de que la jornada sea provechosa.

David Wald, uno de los fundadores de Infomed-USA, inició su intervención narrando cómo fueron los primeros contactos en la casona de E y 19; luego las serias dificultades para trasladar el primer lote de computadoras y otros accesorios.

En aquella oportunidad, expresó, catalogaron a toda la comitiva como héroes, pero en realidad los verdaderos héroes fueron las personas que ejecutaron la huelga de hambre, que obligó a las autoridades norteamericanas a resolver el conflicto.

A nuestro regreso a California, comentó, nos percatamos que debíamos cambiar la vía para los envíos de equipos y decidimos solicitar las correspondientes licencias de exportación a las autoridades federales, las cuales, precisó, obstaculizan, de diversas formas, la marcha de nuestros propósitos.

En los objetivos de hoy, indicó, no solo figura la alternativa de ayudarlos en el suministro de equipamiento computarizado, sino especialmente erradicar el bloqueo económico que practica el gobierno de Estados Unidos contra Cuba.

Cada día, señaló, se incrementa el sentimiento antibloqueo en el pueblo estadounidense, pero lamentablemente en aquella democracia no cuenta el deseo de la gente sino prevalece, como hasta ahora, el dictamen del más alto círculo de poder.

Pausado, sin estridencias de ninguna índole, Wald recordó como una de las cuestiones que más le ha impresionado en estos años es la capacidad del pueblo cubano para socorrer a otras naciones. En tal sentido expresó que el prestigioso diario The New York Times ha insertado tres artículos históricos: el desastre de Chernovil, la presencia de médicos cubanos en África y la creación de la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde incluso cursan estudios jóvenes estadounidenses de limitados recursos económicos.

A partir de esas circunstancias, prosiguió, observamos nuestra cooperación como una acción de gratitud hacia el pueblo cubano, especialmente con los amigos de Infomed-Cuba. No tenemos duda de que esto nos ha hecho mejores personas y estamos muy contentos de que sea así.

Posteriormente anunció que preparaban otro envío de computadoras, de tecnología avanzada, el cual estará destinado a las actividades de trasplante de riñón y a la Escuela Latinoamericana de Medicina.

Sortear todos los obstáculos que nos permitan continuar la ayuda y derrotar al bloqueo, son nuestros principales objetivos y en esa dirección nos encaminamos, aseguró.

Este doble conversatorio no perdió emotividad y dinamismo, ya que varios de los asistentes emitieron válidos comentarios. Por ejemplo, Guillermo Padrón, director de la Editorial de Ciencias Médicas, consideró que compartir anhelos, vencer dificultades y alcanzar positivos resultados junto a Infomed-USA, también nos había convertido en mejores personas.

Bárbara Lazo, directora de la Biblioteca Médica Nacional, dijo por su parte que en su institución se halla una de las computadoras del aquel primer lote. Es un símbolo, afirmó, del sólido vínculo que hemos creado en estos años; esas máquinas nos permitieron establecer el primer punto de presencia del Sistema Nacional de Salud y los primeros servicios que se utilizaron a través de la naciente red de Infomed.

La fluidez de los intercambios no se detuvo y surgieron las apreciaciones de los que forjaron esta obra, los fundadores de Infomed. Hubo un común denominador en todos ellos: se conocía que era grande el desafío; algunos pensaron que no podía realizarse.

Sin embargo, patentizaron, nunca nos faltó el ánimo y las iniciativas de nuestros líderes, encabezados por Urra y Ojito, y paso a paso, se alcanzó una alta cumbre.

Ahora, coincidieron, la red de Infomed se ha ganado su propio espacio, su indiscutido prestigio, concerniente no solo al ámbito de Cuba sino del mundo exterior.

Los cultivadores de aquella semilla, agregaron, nos sentimos genuinamente orgullosos de haber participado en ese empeño, aunque algunos no integremos el colectivo actual de Infomed.

Intranquilo, como de costumbre, Urra pide la palabra e indicó que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Ciencias entregaría una medalla de reconocimiento por los positivos resultados de la red de Infomed en una década de labor. Esto es una agradable sorpresa, le comentó a Blanca Morejón, dirigente de la referida organización en Ciudad de La Habana.

Posteriormente, confirió hermosos presentes a personas y organismos que han coadyuvado a la apertura y el fortalecimiento de Infomed. Asimismo, trabajadores con cinco años de faena recibieron documentos acreditativos.
Tenemos suficientes razones para estar felices, sentenció Urra. Con amor, no solo hemos construido una red tecnológica sino también una red humana, que elabora productos y servicios en beneficio de cualquier ser viviente pertenezca o no al sector de la salud.

Por eso hoy los felicito a todos y ese todos incluye a la totalidad de los trabajadores de la salud; por eso hoy estamos seguros de que podemos hacer cosas mejores; por eso hoy también nos pertenece un mejor porvenir.