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A mediados de
diciembre de 1992 un grupo de soñadores comenzaron la instalación
de 2 computadoras y unos modems en un cuarto de una antigua casona
del Vedado que funcionaba como almacén de libros y revistas
del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.
Allí compartieron con sus compañeros de
casa quienes les abrieron las puertas y sus corazones sabiendo que
aquella era una empresa posiblemente loca pero noble. Contaron con
la confianza y el apoyo de los compañeros de su centro y de
los seres humanos que lo dirigían. Contaron también
con la ayuda solidaria de otros que en Cuba daban pasos por los caminos
de las redes.
El propósito estaba muy bien definido, nuestro país
entraba en la etapa más aguda del período especial y
la información necesaria para continuar apoyando el desarrollo
del sistema nacional de salud así como la formación
de todos sus profesionales no podía interrumpirse. Al propio
tiempo, se comenzaba a hablar en el mundo de manera visionaria de
lo que podía llegar a constituir el correo electrónico
y la red de redes. La Revolución ponía a prueba sus
fuerzas en todos los aspectos de la vida y este era un espacio más
de aquella batalla por la supervivencia.
Hoy Infomed es una realidad que amamos y compartimos. Es una realidad
porque muchos apostaron al sueño. Aprendimos a confiar en
nuestras fuerzas, en el potencial de nuestras gentes, en la importancia
de saber a dónde se quiere llegar. Por sobre todas las cosas,
hemos aprendido mucho y hoy somos una red de voluntades y de nuevos
sueños.
Somos cientos de anónimos trabajadores del sistema de salud
cubano que estamos en cada provincia y cada vez más en cada
unidad de salud cubana que deviene parte y esencia de la red. Somos
las manos de los trabajadores de las comunicaciones que nos hacen
posible, de los compañeros de la Biblioteca Médica
Nacional y de todas las bibliotecas de salud, de la Editorial de
Ciencias Médicas, de todos los trabajadores del centro nacional
de información, de cada centro de información provincial
o municipal, de los trabajadores de otros organismos que nos apoyan
y nos estimulan. Somos los profesores que nos enseñan con
su sabiduría y sencillez. Somos los artistas que nos enriquecen
con sus obras y su afecto. Somos los abuelos y abuelas del barrio
y los niños de la escuela de la esquina. Somos las manos
solidarias de los amigos de Cuba en el mundo como las de Infomed-USA.
Comenzamos siendo red de laboratorios monoclonales y de centros
de información y hoy somos muchas redes. Hemos aprendido
a ser parte, a trabajar en equipos, a desvelarnos y alegrarnos juntos.
Somos imperfectos pero apostamos al perfeccionamiento continuo
como filosofía y tenemos una vocación de servicio
que nos engrandece. Somos y queremos ser parte digna y creadora
de esa obra inmensa que nos contiene: La Revolución Cubana.
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