miércoles, 24 de abril de 2024
Portal de Infomed

 Página Inicial
Red de la Sociedad Cubana de Cirugía



Surgimiento de la Anestesia

Historia de la Cirugía

Lograr anestesiar al enfermo combatiendo el dolor fue objetivo de la medicina desde sus inicios. En épocas prehistóricas se utilizó productos de la naturaleza mediante hierbas, hojas, agua fría o barro, siendo el vino el primer anodino, tanto físico como psíquico. En el año 2250 AJC se describe un remedio contra el dolor de muelas y en el siglo IV AJC Teofrasto menciona el eléboro, el griego Herodoto y el hindú Susruta el cáñamo recomendando Galeno la lechuga como anodino.

Dioscórides en el siglo I defiende el uso del opio y la mandrágora este ultimo ingrediente esencial del "vino de los condenados" para aliviar las torturas de los delincuentes siendo el primero en utilizar la palabra anestesia. La palabra anestesia era más frecuente en los griegos entre los poetas y dramaturgos que entre los médicos aunque conocían embotar la sensibilidad al dolor de diversas maneras como la compresión de las carótidas que provocaba insensibilidad. En la Edad Media el progreso en el alivio del dolor fue pobre.

La "spongia somnífera", que servía para la inhalación de agentes volátiles, era conocida en el siglo IX. Raymundus Lullius menciona el "vitriolo dulce" en el siglo XIII y Paracelso, 200 años describe similar resultados por destilación de una mezcla de ácido sulfúrico y alcohol. En 1540, Cordus describió la síntesis de una sustancia a la que Frobenius, de Alemania, llamó "éter" en 1730.

En 1513, los monjes utilizaban vapores de alcohol para aliviar el dolor.

En 1543 Ambrosio Paré recurrió a la presión para obtener anestesia sin grandes resultados. A mediados del siglo XVII, Severino de Nápoles experimentó con la anestesia por refrigeración, que solamente en el siglo XX alcanzó cierta difusión.
Mientras que el éter solo era usado en laboratorios y como remedio para la tos ferina, el dolor quirúrgico permanecía como solo siendo superado en el tiempo en función de la rapidez de los cirujanos.

Alrededor de 1771 Priestley y Scheele descubrieron independientemente el oxígeno y estableciendo Lavoise en 1792 su función en la respiración lo que abrió el camino a la creación de la escuela neumática que permitía el uso de medicamentos por inhalación. Estos descubrimientos sirvieron de base para los experimentos que se efectuaron en Gran Bretaña por: Humphry Davy con el óxido nitroso, Michael Faraday, con el éter, y Henry Hill Hickman con el anhídrido carbónico. Davy y Faraday no otorgaron mucha importancia a las propiedades anestésicas del óxido nitroso y del éter pero ofrecieron conferencias sobre el gas hilarante y a borracheras de éter.

El éter fue sintetizado por Valerius Cordus hacia mediados del siglo XVI- 300 años antes de que se aprovecharan sus propiedades anestésicas. Después de experimentar con el "gas hilarante", Humphry Davy, en 1800 planteo que el óxido nitroso tenía posibilidades como anestésico, pero tenia que transcurrir casi medio siglo para lograr el ansiado objetivo de lograr un agente anestésico

Este camino partió de cuatro hombres que desempeñaron papeles importantes en diferentes etapas para lograr el la mayor contribución científica para la medicina en ese momento, estos fueron el Dr. Crawford Williamson Long, quien utilizo el éter como anestésico el 30 de marzo de 1842 en su práctica de Jefferson, Georgia, Horace Wells, dentista de Hartford, Connecticut que utilizó el óxido nitroso como anestésico en diciembre de 1844 que por error técnico, fracasó al tratar de demostrar sus posibilidades en enero de 1845 en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, William Thomas Green Morton, dentista que estudiaba medicina y el 16 de octubre de 1846, demostró con éxito el uso del éter como anestésico quirúrgico en el Hospital General Massachussets y por ultimo el Dr. Charles Thomas Jackson, médico y químico, por cuya sugerencia Morton había experimentado con éter muy purificado y quien mas tarde recusó los títulos de éste al descubrimiento.

Es evidente que Long fue el primero en usar éter para la anestesia quirúrgica no odontológica, y que William E. Clarke, quimico, y Elijah Pope, dentista, usaron el éter en enero de 1842, en Rochester, Nueva Cork, para la extracción de un diente. El Dr. Long, habiendo observado en él y en sus amigos que la inhalación de éter provoca una insensibilidad temporaria al dolor, administró esta sustancia por medio de una toalla a James M. Venable, y mientras éste permanecía anestesiado le extirpó un tumor localizado en el cuello. Esta operación se efectuó el 30 de marzo de 1842. Ocupado con numerosa clientela, Long no tuvo tiempo de comunicar sus hallazgos, y solamente después de leer acerca del anestésico de Morton en el Medical Examiner de diciembre de 1846 se decidió a escribir una comunicación. Fue interrumpido frecuentemente en esta tarea, de manera que el manuscrito no se completó hasta diciembre de 1849, fecha en que se publicó en el Southern Medical and Surgical Journal. Pars, en esa época. Wells se había suicidado y Morton y Jackson estaban envueltos en su famosa controversia. Long continuó en su práctica, pues su posición económica había sufrido mucho como consecuencia de la guerra civil, y murió atendiendo a una parturienta, el 16 de junio de 1878. Hasta el fin de su vida su tesoro más preciado fueron sus títulos a la prioridad en la aplicación de éter en la anestesia.

Wells fue en una época dentista en Hartford, Connecticut, y tenía varios discípulos. El 10 de diciembre de 1844 fue testigo de una demostración con gas hilarante, y al día siguiente persuadió al profesor Gardner Q. Colton a que administrase óxido nitroso y a uno de sus ex discípulos, el Dr. John Mankey Riggs, a que le extrajese un molar. Al recobrar la conciencia notó con gran satisfacción que no había sentido dolor. Wells se dedicó a la fabricación de óxido nitroso y lo administró a quince estudiantes con éxito variable. Lleno de entusiasmo se dirigió a Boston, y gracias a los esfuerzos de otro ex discípulo suyo, el Dr. Morton, obtuvo permiso para hacer una extracción dentaria indolora ante una de las clases del Dr. John Collins Warren, famoso cirujano, en la Escuela de Medicina de la universidad de Harvard. Warren había experimentado con el mesmerismo y había utilizado el éter en el tratamiento de afecciones pulmonares. La dosis no fue suficiente: el paciente gimió de dolor y Wells fue silbado por los estudiantes, quienes calificaron la demostración de farsa.

Morton, por su parte, llevó el conocimiento de la anestesia al mundo entero. En 1841 se hizo discípulo de Wells, y en 1843 se hizo su socio. Ansioso de ser médico, se hizo discípulo de Jackson, y en noviembre de 1844 en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. Morton continuó con su práctica de dentista y estableció una fábrica de prótesis dentales. El procedimiento para probar éstas requería la extirpación de las viejas raíces-intervención nada agradable. En busca de un anestésico que hiciese esta operación menos dolorosa, experimento con champaña, láudano, opio, y por sugerencia de Jackson, con éter sulfúrico.

Morton hizo posible la demostración de Wells con el óxido nitroso y a pesar de haber fracasado siguió experimentando en secreto. Los resultados no fueron uniformes, y a sugerencia de Jackson utilizó éter muy purificado, con el cual los resultados fueron mucho mejores. El 30 de septiembre de 1846, por medio de un pañuelo saturado de éter, anestesió a Eben H. Frost y le extrajo un molar sin dolor.
Se aproximó al distinguido Dr Warren el cual le autorizo un nuevo experimento, diseñando un aparato para administrar el anestésico ocultando la identidad del éter con colorantes y aromáticos dándole el nombre de "Letheon".

En la mañana del 16 de octubre de 1846 el paciente Gilbert Abbott, que presentaba tumor en la mandíbula, fue preparado para operación a efectuarse en el Hospital General Massachussets, de Boston. Además del Dr. Warren estaban presentes los doctores Charles F. Heywood, Henry J. Bigelow, Augustus A. Gould, Solomon D. Townsend y otros cirujanos prominentes. Morton arribó tarde, cuando la intervención estaba por comenzar. Mojo la esponja del inhalador con su preparación de éter, le habló con calma al paciente, le colocó la boquilla en los labios y le ordenó a respirar cuidadosamente dentro del globo. El paciente se congestionó y se movió espasmódicamente, y terminó por sumirse en la inconsciencia. EL Dr. Warren llevó a cabo la extirpación del tumor y suturó la herida. El paciente se limitó a mover un poco las piernas y a hacer algunos ruidos incoherentes. Cuando terminó el efecto de la anestesia, Morton interrogó al enfermo que respondió que no había sentido dolor alguno, solo sensación de rascado. El Dr. Warren se volvió a sus colegas diciendo: "Señores, esto no es farsa."
Morton solicitó de inmediato una patente para su descubrimiento administrando éter por primera vez en una intervención de cirugía mayor el 7 de noviembre en una amputación a nivel del muslo efectuada por Charles F. Heywood en el General Hospital de Massachussets Boston.

El 12 de noviembre, el gobierno de Estados Unidos le otorgó a Jackson y a Morton la patente No. 4848, para proteger una "innovación útil en las operaciones quirúrgicas".

El 18 de noviembre se publicó en el Boston Medical and Surgical Journal la conferencia que Bigelow había pronunciado el 8 de noviembre ante la Sociedad del Progreso Médico de Boston, en la que se describía el procedimiento de Morton. Fue gracias A este artículo que la anestesia se difundió por todo el mundo.

La primera intervención quirúrgica efectuada con éxito bajo anestesia en el Viejo Mundo la llevó a cabo el Dr. Robert Liston, el 21 de diciembre de 1846. Uno de los observadores en esa ocasión era el joven Lister quien veinte años más tarde desarrollaria la antisepsia.

A pesar que la anestesia quirúrgica tuvo aceptación general, no dejaron de presentarse dificultades. En diciembre de 1846 se la calificaba de fraude en el Philadelphia Medical Examiner. Clérigos y laicos la atacaban como contraria a Dios y a la naturaleza. La oposición al uso del éter en el parto era particularmente enérgica. Mientras tanto Morton tenía sus problemas. Poseía una patente que no podía hacerla cumplir. Jackson, que había mostrado poco interés inicialmente en el trabajo de Morton y cuyo nombre éste había incluido en la solicitud de patente, se volvía cada vez más egoísta e intransigente a medida que el mundo se interesaba en la anestesia. Reclamaba todo el honor para él, sosteniendo que Morton no era más que su agente.
En 1847, los amigos de Morton, viendo que se encontraba en dificultades, le recomendaron recurrir al Congreso por compensación. Se presento un petitorio firmados por los médicos más distinguidos de Boston, pero el representante de Connecticut trajo como objeción los títulos de Wells. La legislatura de Connecticut, mientras tanto aprobó una resolución reconociendo a Wells como descubridor de la anestesia. Jackson por su parte, insistía en sus derechos ante la Academia Francesa de Ciencias.

El Dr. James Joung Simpson de Edimburgo, Escocia, comenzó a utilizar el éter en su práctica obstétrica en 1847. Al observar que el éter presentaba ciertos inconvenientes como su olor y la tendencia a irritar los bronquios, investigó otras sustancias. Estudio en sí mismo y en sus colaboradores los efectos el cloruro de carbono, la acetona, El éter nítrico, la bencina, el vapor de yodoformo y el cloroformo. Decidió que el cloroformo era el más adecuado e inició una enérgica campaña para que se utilizase en obstetricia y cirugía. El clero escocés se opuso al uso del cloroformo en las parturientas sosteniendo que el dolor del parto debía soportarse con paciencia y entereza, controversia que calmó la reina Victoria al aceptar el cloroformo en el parto de su octavo hijo. Por un tiempo el cloroformo gozó de cierta preferencia, debido a su olor menos desagradable y a que la dosis necesaria era menor, pero como la experiencia mostró que era más peligroso, el éter volvió a ocupar un lugar de privilegio.

A medida que la disputa entre Jackson y Morton se volvía más acalorada, Wells logro apoyo en el Congreso de los Estados Unidos. Estando en Nueva York buscando apoyo, su conducta hizo creer que sus facultades mentales estaban alteradas fue detenido, y el 24 de enero de 1848 de suicidó en la cárcel. Sus partidarios lucharon por sus derechos aun después de su muerte.

En 1849, Long publicó sus títulos que consistían en haber utilizado éter en marzo de de1842. La Academia Francesa, no pudiendo tomar otra decisión, dividió el Premio Montyon entre Jackson y Morton. La disputa siguió durante la Guerra de Secesión. Mientras Long insistía en sus títulos, las agencias del gobierno utilizaban el éter libremente, desconociendo la patente de Morton a quien los contratiempos habían dejado en la miseria. El 15 de julio de 1868 Morton muere en Nueva York de una apoplejía al leer un artículo de Jackson donde anulaba su participación en el descubrimiento. Doce años después el 28 de agosto de1880 muere Jackson pasando los últimos siete años de su vida en un asilo.

Autores:
Esp.:         Dr. Orestes Noel Mederos Curbelo
                 Doctor en Ciencias, Profesor Titular en Cirugía
                 Dr. Juan Carlos Barreras Ortega
                 Profesor Asistente y Especialista 1er. Grado en Cirugía

Alumnos:  David Pérez Aguilar
                 Orestes Luis Mederos Trujillo
                 Félix H. Gatica Chajon
                 Kliveral García Solís
                 Laura Rivero Fernández de Alaiza
                 Yanais Ruiz de Armas

Imprimir Artículo

Editor principal, Especialista I Grado en MGI y en Cirugía General | Hospital “Cmdte. Manuel Fajardo” - MINSAP|
29 y D, Plaza, Ciudad de La Habana, CP: 10400, Cuba
| Telefs: (537) 8382453, Horario de atención: 8:00 a.m. a 4:00 p.m., de Lunes a Viernes


Nosotros suscribimos Los Principios del código HONcode de la Fundación Salud en la Red
 Nosotros suscribimos
 los Principios HONcode.
 Compruébelo aquí
Webs Médicas de Calidad Contenido Digital Cubano 2005 Premio Stockholm Challenge 2002