El trasplante de hígado es una opción muy beneficiosa para la mayoría de los pacientes con cirrosis, según un estudio que se ha presentado en el XXXVIII Congreso Anual de la Asociación Española para el Estudio del Hígado, que se celebró en Madrid del 20 al 22 de febrero. La supervivencia al primer año de la intervención se sitúa en el 87,7 por ciento, porcentaje que representa un 10 por ciento más que en los trasplantes realizados durante los años 90. No obstante, el principal problema al que se enfrentan estos injertos continúa siendo la hepatitis C, ya que el virus se vuelve a reproducir en el nuevo hígado y entre un 30 y un 40 por ciento de estos pacientes volverá a desarrollar una cirrosis a los cinco años del trasplante. En cambio, esta cifra era de entre el 20 y el 30 por ciento en los años 90. Junto al trasplante hepático, otro de los temas estrella del congreso ha sido, precisamente, el desarrollo de nuevos fármacos para el VHC. En 2011 se aprobaron los inhibidores de la proteasa telaprevir y boceprevir que, administrados en la conocida como triple terapia, consiguen duplicar las tasas de curación, pasando de un 40 a un 75 por ciento. (diariomedico.com)
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