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Según se ha puesto de manifiesto en el seminario “Huesos protegidos después de la menopausia: Soluciones integrales para la osteoporosis”, el ranelato de estroncio es el único osteoporótico que reequilibra el remodelado óseo aumentando la formación de hueso y disminuyendo la resorción ósea
 

 Más de dos millones de mujeres en España sufren osteoporosis, una enfermedad que requiere un tratamiento que en más del 60 por ciento de los casos se abandona antes de año y medio. El motivo de este elevado nivel de fracaso es, para la doctora Cristina Carbonell, médico de Atención Primaria del Centro de Salud Vía Roma de Barcelona, responsabilidad en primera instancia del paciente, poco acostumbrado a realizar tratamientos preventivos, pero también del médico, que en muchas ocasiones no se ha dedicado a informar adecuadamente sobre la patología.

Las estadísticas confirman que en el 20 por ciento de los casos el paciente ni siquiera llega a comprar el medicamento, por falta de información y en algunas ocasiones por miedo a que pueda originar efectos secundarios. Para la doctora Carbonell, que ha participado en el curso “Huesos protegidos después de la menopausia: Soluciones integrales para la osteoporosis”, el hecho de que la primera receta no llegue a la farmacia y que más de la mitad de las mujeres abandonen por completo el tratamiento es un agravante que los propios médicos tienen que combatir desde la educación. Según explica esta profesional, la sociedad necesita adoptar urgentemente un cambio de actitud con esta patología.

En el caso de la medicación preventiva, que se aplica en las personas con riesgo elevado de padecer osteoporosis, el abandono se produce al no percibir la paciente la enfermedad, ya que “si no te duele nada cuesta mucho medicarte”, cuenta la doctora. En este punto, el papel del médico resulta fundamental para paliar el fracaso existente en los tratamientos. Lo idóneo sería establecer un pacto con el enfermo explicándole en qué consiste, qué finalidad tiene y los beneficios que va a obtener del tratamiento para evitar desinformaciones sobre posibles efectos secundarios que se dan mucho más de lo que parece.

Según explica, a su consulta “han venido personas mayores con la receta en la mano explicándome que no se han atrevido a ir a la farmacia porque no entendían lo que les habían recetado, en este punto la confianza del médico y su labor como educador resulta fundamental”. Los valores educativos deben extenderse, según Cristina Carbonell, desde la Atención Primaria hasta los profesionales sanitarios más especializados.

Aunque la aparición de esta enfermedad viene determinada en la mayoría de los casos por la genética, el paciente con una clara predisposición puede tratar la enfermedad de manera preventiva desde la infancia y la juventud, promoviendo los hábitos alimentarios y de vida saludables. El ejercicio físico y la práctica de una dieta rica en proteínas y calcio ayudarán mucho a prevenir esta patología que afecta en estos momentos a un tercio de la población.

Para la doctora Carbonell, las “trampas” del hogar, constituyen la primera causa de fracturas de la mujer adulta que sufre osteoporosis, que debe hacer un esfuerzo por cambiar ciertos hábitos que pueden ser la causa de multitud de dramáticos accidentes. Según los datos expuestos por esta médico de familia la tasa de mortalidad durante el primer año es del 30 por ciento en mujeres que sufren fracturas de cadera y padecen esta enfermedad. En Europa solo el 19 por ciento de ellas reciben tratamiento ya que la mayoría tienen fracturas y no lo saben.

En el seminario también se habló de tratamiento farmacológico. La última novedad en este campo la constituye el ranelato de estroncio, un fármaco con efecto dual, que Laboratorios Servier comercializa con el nombre de Protelos, y que fue lanzado al mercado hace aproximadamente un año. Se trata del único antiosteoporótico que reequilibra el remodelado óseo aumentando la formación de hueso y disminuyendo la resorción ósea, lo que, unido a su buen perfil de seguridad, le hace ser uno de los fármacos más recomendados para la osteoporosis postmenopáusica, según se puso de manifiesto en el seminario.

En diversos estudios se ha comprobado que este medicamento mejora la resistencia del hueso mejorando la microarquitectura trabecular, la geometría cortical y sin producir cambios en la mineralización ósea. Pueden tratarse con Protelos pacientes de todas las edades con independencia de que hayan padecido o no algún tipo de fractura a lo largo de su vida.

Bárbara Alcalde, Granada (21-3-2007).-