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Reumatología
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Las proteínas contienen pistas sobre el dolor crónico Un estudio encuentra que los pacientes con malestar continuo mostraron bajos niveles de dos citoquinas en la sangre
MIÉRCOLES 26 de julio (HealthDay News/HispaniCare) -- Los niveles bajos en la sangre de dos proteínas antiinflamatorias podrían ser clave para el dolor crónico, informan investigadores. Se encontraron bajas concentraciones de dos citoquinas, la IL-4 y la IL-10, en pacientes con dolor crónico generalizado, según un estudio alemán publicado en la edición de agosto de Arthritis & Rheumatism. Las citoquinas son proteínas que actúan como mensajeras entre las células. El estudio incluyó a 40 pacientes que habían recibido inmunoglobulina intravenosa (IGIV) como un tratamiento novedoso para el dolor que no habían respondido a la terapia estándar, y 15 pacientes más que no recibieron IGIV. El estudio también incluyó un grupo control de 40 personas sanas. Se tomaron muestras de sangre de todos los voluntarios del estudio, y a los pacientes adoloridos se les pidió que calificaran su dolor, fatiga, estado de ánimo y función cognitiva. En comparación con el grupo de control, los 40 pacientes de dolor tenían niveles de IL-4 e IL-10 significativamente más bajos. Los 15 pacientes en el segundo grupo tuvieron resultados similares, aunque la diferencia en sus niveles de IL-10 no fue estadísticamente significativa en comparación con los de las personas en el grupo control. Varios factores podrían tener que ver en los bajos niveles de estas citoquinas y cómo influencian el dolor, apuntaron los autores del estudio. Anotaron que estudios previos han demostrado que la IL-10 reduce la sensibilidad al dolor, y la IL-4 también puede reducir la respuesta al dolor. Las variaciones genéticas en distintos genes de las citoquinas se han asociado a ciertas enfermedades. Por ejemplo, se han asociado variaciones en el gen IL-4 con el asma, la enfermedad de Crohn y la poliartritis crónica, señalaron los investigadores. "Los bajos niveles de IL-4 e IL-10 que observamos en los pacientes con dolor crónico generalizado podrían por lo tanto ser causados por alteraciones genéticas ya sea en los mismos genes de la citoquina o en elementos de regulación, aunque podrían haber otros factores", explicaron.
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