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Manuel Lombas García, ejemplo y ética de la reumatología en Cuba | ||||
Autor. Dra. Concepción Castell Pérez
Se gradúa de doctor en medicina en la Universidad de la Habana en el año 1949, a los 24 años de edad, vinculándose inmediatamente al hospital “Calixto García”, principal centro docente del país y altas exigencias de conocimientos, rotando por distintas especialidades y compartiendo responsabilidades junto a los profesores mas capacitados del momento. Después del golpe de estado de Batista en 1952, marcha a Estados Unidos en busca de trabajo. Llega a New York donde se desempeña en diferentes labores, hasta que gracia a su laboriosidad, un médico vinculado a la política le facilita la oportunidad de realizar el internado rotatorio en el hospital “Knickerbocker Hospital” para convalidar su título de doctor en medicina perfeccionando simultáneamente el dominio del idioma ingles. Comenzó la residencia en el “Metropolitan Hospital Center”, donde asumió la jefatura de los residentes en 1956, en la propia ciudad de New York. Practicando la especialidad de hematología, enferma con un diagnóstico presuntivo de leucemia; en esas condiciones conoce al reumatólogo Steinbroker, quien dado a los acontecimientos de la enfermedad que le había sido diagnosticada, lo estimula para hacer la especialidad de reumatología por considerarla corta en relación con las otras que se derivaban de la medicina interna. En estas circunstancias se incorpora a trabajar en el hospital “Sydenhan Hospital”, donde se hizo Teaching fellow en reumatología, destacándose extraordinariamente en el servicio del profesor Appelhaum, especialista en reumatología de alto prestigio en ese momento . Contrae matrimonio con una joven norteamericana y en el año 1959 paralelamente al triunfo revolucionario, cuando un grupo de médicos abandonan la isla por razones políticas, el profesor Manuel Lombas Garcia decide regresar a Cuba para poner sus conocimientos al servicio de su país y de su pueblo, comenzando a trabajar en los servicios médicos de la FAR , ocupando cargos de dirección en la sanidad militar. Con 36 años de edad, se incorpora a trabajar en el departamento de medicina interna del hospital “Calixto García”, laborando arduamente en el desarrollo de la docencia, asumiendo la responsabilidad junto a otros profesores para impartir clases de propedéutica clínica a los alumnos de medicina, contribuyendo a la confección de conferencias y libros, así como preparando residentes de medicina interna que desde hacia algún tiempo se veían impedidos de terminar la especialidad, el Dr. Sergio Rabell y el Dr. Smith entre otros fueron algunos de los primeros frutos. En 1962, posterior a la “Crisis de Octubre”, renuncia a su labor como médico privado y las comodidades que esta tarea le produce, para dedicarse exclusivamente a la docencia y asistencia social; se divorcia y contrae matrimonio nuevamente en 1963 con la Dra. Alfa Fernández especialista de 2do grado en alergia y madre de sus tres hijos Julio Antonio, Manuel y Maria Elena. El aumento repentino de la matricula de la carrera de medicina obliga a distribuir los profesores en toda la ciudad, comenzando la formación médica en otros centros que no tenían tradición docente. El profesor Manuel Lombas García se ofrece para impartir clases de medicina en el hospital “Freyre de Andrade” (hospital Emergencia), y es nombrado simultáneamente jefe del departamento de medicina Interna del hospital “Enrique Cabrera” (hospital Nacional) compartiendo sus actividades docente y asistenciales en ambos centros, estableciendo en el hospital “Freyre de Andrade” en 1968 un servicio de reumatología cuyas actividades tienen que ser nocturnas, al estar totalmente cubierto el cuadro asistencial diurno; entre uno y otro hospital vincula a esta especialidad a los profesores de medicina interna Dr. Ricardo Giral Casielles y Dr. Manuel Mateo Suárez, a los residentes de medicina Dr. José Enrique Pedrosa Pérez, Dr. Abel Herminio Moreno Mejias, Dr. Roberto Vicente Torre Moya y la residente Dra. Concepción Castell Pérez con quien venia trabajando junto desde que era alumna de la carrera de medicina en el hospital “Calixto Garcia”, proponiendo su traslado para el Hospital “Clínico Quirúrgico 10 de Octubre” (antigua Quinta Dependiente), donde funda el Servicio Nacional de Reumatología integrado por especialistas y profesores formados por él. A partir de entonces no lo detendría nada, trabajando incansablemente por realizar la Primera Jornada Nacional de Reumatología, que logró llevar a cabo el 6 y 7 de octubre del año 1977 en la provincia de Camagüey, adjunto al Congreso Nacional de Medicina Interna.
Representó a Cuba en México, Venezuela, y Japón en diferentes eventos médicos a pesar del limitado intercambio que existía en aquellos momentos con otros países; destacándose de forma significativa en PANLAR, donde se le conocía y respetaba, reiniciándose a través de él los contactos con esta importante sociedad panamericana de reumatología. Fue precursor de la artroscopia en Cuba introduciéndola durante 1972 en el Servicio Nacional de Reumatología; en 1975 estando en Japón visita el servicio del Dr. Watanabe coordinando los primeros contactos para futuros intercambios, La muerte lo sorprende prematuramente a los 53 años de edad, el 5 de abril de 1978 en su puesto de trabajo, al que nunca dejo de asistir a pesar de estar enfermo desde días antes. Alcanzó la categoría de especialista de Medicina Interna, profesor Titular y Teaching Fellow en Reumatología, y en el año 1994 le fue otorgada post mortem la acreditación de “Maestro de la Reumatología en Cuba”; pero además, obtuvo entre sus colegas y todos los que lo conocieron la alta condecoración, de “Ser Humano Ejemplar”, por la ética con que llevo su vida que supo trasmitir a las generaciones de médicos que formo y el virtuosismo de su modestia a pesar de la sabiduría y el éxito que alcanzo desde muy joven.
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