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Muertes insólitas
Las 10 muertes más insólitas de la tierra
Li Bai. -El poeta chino fue considerado uno de los más brillantes en la literatura de su país, un amante fiel del licor e incluso admitía que escribía mejor borracho. Una noche estando bajo los efectos del alcohol decidió dar un paseo en bote. Al ver el reflejo de la luna en el agua pensó que era una buena idea abrazarla, así que saltó. El resultado murió ahogado porque no sabía nadar.
Hans Steininger. Dejó que su barba creciera de manera descomunal hasta alcázar metro y medio, esto hizo que no tuviera mucha suerte con las damas, pero sí obtuvo la fama como el hombre con la barba más larga del mundo. Hasta que un día en 1567 hubo un incendio en la ciudad en la que él vivía. Entre la multitud y el miedo Hans Steininger olvidó amarrarse la barba, la pisó, perdió el equilibrio, tropezó y se rompió el cuello.
Calcas. Vivió en el siglo XIII a.C. y es un caso paradigmático. Mientras plantaba unas viñas en su propiedad, un vecino le profetizó que no viviría lo suficiente como para beber el vino de aquellas uvas. Cuando las frutas maduraron, ella invitó al vecino para beber el vino juntos, la peor decisión que pudo haber tomado, pues al hacer el brindis éste volvió a decirle que no viviría para beberlo, Calcas rió de manera descontrolada y murió luego de permanecer varios minutos sin poder respirar. Un final triste pero deja una lección si vas a invitar a alguien a beber que no sea a tu verdugo.
Antonio Gaudí. El arquitecto español y máximo representante del modernismo catalán murió a los 74 años cuando al cruzar la gran vía de Barcelona fue arrollado por un tranvía que circulaba a la ridícula velocidad de 10 km por hora.
Joan Vollmer Adams Burroughs. Fue la esposa se el importante escritor norteamericano William Burroughs. En el año 1951 en México ambos estaban jugando a ser Guillermo Tell, salvo que Willian prefería un Colt 45 a un arco porque era ?un excelente tirador?. Las consecuencias: el escritor fue arrestado por homicidio involuntario y Joan murió a causa de una hemorragia cerebral.
Esquilo. Este griego fue a predecir su futuro al oráculo, el cual predijo que moriría aplastado por una casa en la ciudad, por lo que decidió residir fuera de la ciudad. Pero curiosa y trágicamente falleció al ser golpeado por el caparazón de una tortuga, el cual fue soltado por un quebranta huesos desde el aire.
Félix Faure. Este presidente francés murió feliz y sirviendo de ejemplo a toda una nación, pues en 1899 murió de un ataque fulminante al corazón cuando estaba a punto de alcanzar un orgasmo.
Francois Vatel. Fue cocinero del rey Luis XVI y el autor de una de las muertes más insólitas de la historia, pues horas antes de que comenzara una cena para 2000 personas prefirió atravesarse el corazón porque no pudo afrontar que el marisco llegara a su cocina con retraso
Yooket Paen. Una mujer tailandesa de 57 años estaba caminando por su granja cuando se resbaló en el estiércol de vaca, se agarró de un cable y se electrocutó hasta morir. Poco después de su funeral, su hermana les estaba mostrando a varios vecinos como había sido el accidente cuando ella también se resbaló, se agarró del mismo cable y murió igual que su hermana.
El perro asesino. En 1988 en Buenos Aires, Argentina una familia de apellido Montoya que vivía en el piso 13 del barrio de Caballito, se fue de vacaciones dejando a su perrito al cuidado del vecino. Pero el can tuvo la maravillosa idea de salir al balcón, donde perdió el equilibrio y cayó sobre una mujer de 75 años la cual murió al instante. El accidente hizo que los vecinos buscaran de ayuda inmediata; una de esas personas fue Edith Solá quien de la desesperación cruzó la calle sin cuidado y fue atropellada por un autobús, Edith murió al instante. Un anciano al ver el horrible espectáculo sufrió un ataque cardiaco y falleció camino al hospital. La tragedia fue descrita con una frase que uno de los testigo que mencionó en una entrevista ?parecía un atentado, había cadáveres por todos lados?.
Fuente: Recopilación Dr.C. Rafael Trinchet
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