El 11 por ciento de la población padece dolor crónico; una dolencia que sufren especialmente las mujeres, sobre todo, las amas de casa. Éstas son las principales conclusiones del estudio “Valoración de la Actitud Terapéutica ante el paciente con dolor Crónico en las Unidades de Dolor en España”, impulsado por la Sociedad Española del Dolor (SED) y en el que han participado la unidades del Dolor del Hospital Vall dHebron y del Hospital Sant Pau, ambos de Barcelona.
Así, el trabajo muestra que el 70 por ciento de las personas que sufren dolor crónico son mujeres. De ellas, el 54 por ciento son amas de casa, mientras que el 25 por ciento están jubiladas.
Otra conclusión que revela la encuesta es que los tipos de dolor crónico más frecuentes son el osteoarticular, que padece el 61 por ciento de los pacientes, y el dolor neuropático, que afecta al 49 por ciento de los enfermos. En cuanto a las consecuencias asociadas al dolor crónico, las más habituales son las alteraciones del sueño, seguidas de la depresión y la ansiedad, la astenia, la pérdida de peso y la irritabilidad.
El trabajo de la Sociedad Española del Dolor también pone de manifiesto algunas consecuencias sociosanitarias que esta patología tiene para el Sistema Nacional de Salud del Dolor y la economía del país. Y es que el tiempo medio de evolución del dolor crónico es de seis años y medio y, como consecuencia del mismo, el 30 por de los pacientes se ven obligados a acogerse a la baja laboral. Además, algo más del 10 por ciento de los pacientes ha requerido hospitalización en algún momento de su enfermedad (con una estancia media de 12 días).
Como ejemplo de las consecuencias que el dolor crónico tiene sobre los recursos del SNS, es importante destacar que en los últimos seis meses el 26 por ciento de los enfermos ha acudido al menos tres veces a los servicios de Urgencias.
13 de mayo 2006
Fuente:azprensa