Los ronquidos son habituales en uno de cada cinco españoles, lo que sin duda puede ser molesto para quien duerme al lado, aunque sólo debe ser objeto de atención, hablando en términos de salud, en determinados casos. Como, por ejemplo, cuando roncar es una de las manifestaciones de lo que se concoce como apena delsueño.

“Si es así --explica el doctor Germán Peces-Barba Romero, miembro del área de trabajo sobre trastornos del sueño de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)--, los ronquidos se distinguen por ser menos acompasados y más estrepitosos que los que se producen en situaciones no debidas al síndrome de apnea del sueño, consistente en frecuentes paradas respiratorias por espacio de más de diez segundos mientras se duerme. Además, estos ronquidos fuertes surgen de forma inopinada en mitad del silencio de la noche, toda vez que su inicio se corresponde con la necesidad imperiosa que tiene el organismo de reanudar la función vital de la respiración”.

El individuo que ronca lo hace en general por el relajamiento del velo del paladar, que se ‘descuelga’ y, en consecuencia, obstruye la cavidad orofaríngea por la que debe circular el aire hasta nuestros pulmones. Se produce así un movimiento vibratorio, como el de una persiana traspasada por el viento, que es lo que tanto molesta a los vecinos de cama o habitación.

Por fortuna, no todas las personas a quienes les sucede esto padecen apnea del sueño, sino sólo aproximadamente el 15% de ellas, y lo mejor que pueden hacer en esa situación por su salud es ponerlo en conocimiento de un médico. Siempre y cuando, claro, alguien les ayude a darse cuenta de ello, pues ya se sabe que quien ronca no es consciente de que lo hace. De ahí que, como señala el experto de la SEPAR, sean normalmente las parejas, y más concretamente las mujeres (la apnea del sueño afecta más al sexo masculino) quienes induzcan al afectado a pedir el consejo de un profesional especializado en trastornos del sueño.

La consideración acerca de acudir o no a la consulta debe concluir en una disposición positiva a hacerlo si junto al fenómeno de los ronquidos, máxime si son de las características que antes se han señalado, el afectado manifiesta habitualmente una gran somnolencia durante el día, “pues eso es síntoma -aclara el doctorPeces-Barba- de que no se duerme bien y de que puede haber un problema de apnea del sueño”.

Se sabe, a este respecto, que las paradas respiratorias cortocircuitan el ritmo del sueño –lo que se traduce en un mal descanso- debido a que obligan al cerebro a ‘despertarse’ periódicamente para poner fin a las mismas.

Tratamientos

En la actualidad existen remedios eficaces que consiguen eliminar los molestos ronquidos y, lo que es más importante, las apneas de las que eventualmente puedan ser síntoma.

Una de las técnicas que goza de mayor aceptación entre los profesionales es la conocida por las siglas CPAP (Presión Positiva Continua). Consiste en una mascarilla nasal que se coloca al paciente durante la noche y que al mantener presión positiva continua sobre la vía aérea mitiga o impide el desarrollo de las apneas y que, afirma elneumólogo, “está dando unos resultados muy buenos”.

También puede estar indicada la cirugía convencional o por láser cuando se haya identificado el agrandamiento del velo del paladar como la causa fundamental de los ronquidos, aunque esta opción hoy sólo se reserva para casos muy determinados al existir cierta controversia sobre sus resultados cuando se aplica de manera poco discriminada.

Otro tratamiento, más de andar por casa, pero que a muchas personas les evita el problema, consiste en colocarse una pelota de goma bien sujeta a la espalda, de modo que impida dormir en una situación –boca arriba- que favorece la caída del velo del paladar y por tanto los ronquidos.

Como medidas preventivas, el doctor Peces-Barba, señala, entre otras, evitar la obesidad (principal causa de la apnea del sueño), y abstenerse del consumo del alcohol y de tranquilizantes en las horas previas al sueño.

03 de mayo 2006
Fuente:azprensa