El 25 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, fecha que pretende recordar la importancia de cuidar dicho órgano, y más en sociedades como las actuales en las que el sedentarismo, la mala alimentación y el progresivo aumento del número de personas ancianas han convertido a las enfermedades cardiovasculares en la principal causa de muerte en el mundo.

Las cifras son suficientemente explicativas: cada dos segundos, una persona muere en el mundo a causa de los accidentes cardiovasculares y cada cinco segundos alguien sufre un ataque del corazón. En total, las enfermedades cardiovasculares provocan unos 17 millones de víctimas al año, según la Federación Mundial del Corazón. De éstas, 8,1 millones son hombres y 8,6 mujeres, pese a lo cual, diversos estudios presentados en el último congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, se considera que las mujeres tienen menos probabilidades de ser diagnosticadas a tiempo y de ser tratadas adecuadamente.

En Europa, cinco millones de muertes al año se deben a las enfermedades cardiovasculares, lo que supone un 52% del total de los fallecimientos. Esta cifra supone que los problemas cardíacos provocan cerca de 13.500 muertes al día; o, lo que es lo mismo, nueve muertes por minuto.

Mejorar esta situación se plantea, por tanto, como objetivo prioritario y el Día Mundial del Corazón pretende concienciar de ello al conjunto de la población y a todos los sectores implicados. Para encontrar una solución efectiva, no sólo se deben instaurar medidas médicas y educacionales, sino que también los avances farmacéuticos resultan esenciales.

En este sentido, inculcar en los niños la importancia de mantener un peso adecuado y una buena forma física se ha convertido, actualmente, en un tema aún más fundamental, ya que la obesidad infantil se extiende por todo el mundo. El presidente Clinton y su Fundación se han adherido recientemente a la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) en la Alianza para una Generación más Saludable (Healthiest Generation Alliance) con la finalidad de combatir la obesidad infantil.

"Si queremos que los niños de hoy se conviertan en los padres y líderes de mañana, tenemos que actuar ahora para reducir la creciente prevalencia de las enfermedades cardiovasculares enseñándoles a seguir un modo de vida saludable," ha manifestado el presidente Bill Clinton.

También el número uno del tenis, Roger Federer, como portavoz del Año Internacional del Deporte y la Educación Física, apoya la campaña del Día Mundial del Corazón y las ventajas de una vida saludable.

"Como deportista profesional, conozco por propia experiencia los beneficios que ofrece un estilo de vida saludable. Jugar al tenis y entrenarse para ello es una gran forma de mantener un peso y una forma saludables. En cualquier sitio del mundo en el que vivas, el ejercicio moderado pero regular es extremadamente importante. Una pequeña cantidad de esfuerzo puede representar una gran diferencia y, además, ayudarte a mantener un corazón sano durante toda la vida", ha recomendado Roger Federer.

Por otro lado, el presidente de la Sociedad Española para el Estudio del Corazón (SEEDO), el Dr. Basilio Moreno, ha señalado que "es necesaria la colaboración de todos los agentes (profesionales sanitarios, padres, profesores, autoridades sanitarias, etcétera...) para hacer frente al problema de la obesidad fundamentalmente a través de una mejora en la educación, ya que esta patología afecta al 14,5% de los españoles, mientras que el 38,5% tiene sobrepeso".

En la actualidad unos 17 millones de personas fallecen cada año debido a enfermedades cardiovasculares, cifra que se podría reducir a la mitad con poco esfuerzo y cumpliendo una serie de consejos básicos como practicar ejercicio físico, mantener una dieta equilibrada, evitar el sedentarismo y fumar, y medir la presión arterial y la glucemia.

25 de septiembre 2005
Fuente:Jano Online