Un estudio, donde participan investigadores del Hospital Clínic-IDIBAPS, del IMIM y del Hospital del Mar, muestra que practicar de forma continua y prolongada deportes como la natación, el ciclismo o el fútbol, triplica el riesgo de padecer fibrilación auricular a largo plazo. En la mayoría de los casos esta arritmia crónica es debida a hipertensión, edad avanzada o enfermedad cardiaca. Sin embargo, en un 30 por ciento de los casos se produce en ausencia de enfermedad estructural cardiaca u otras causas identificables de arritmia.

Los innvestigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi Sunyer (IDIBAPS) adscrito al Hospital Clínico, del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM) y del Hospital del Mar, muestran en este estudio que la práctica de deporte de resistencia se asocia a un aumento de la probabilidad de padecer fibrilación auricular en hombres. Los resultados se han publicado recientemente en la revista Int J Cardiol. Algunos de los firmantes del estudio son el Dr. Lluís Mont, Dr. Roberto Elosua, Dr. Josep Brugada, Dr. Lluís Molina y Dr. Jaume Marrugat.

En un estudio previo realizado por el mismo grupo en el año 2002 se observó que el porcentaje de hombres con fibrilación auricular de causa desconocida que practicaban deportes de resistencia era mayor que el observado en la población general. Para analizar mejor esta posible asociación se diseñó un estudio de casos-controles que consistió en comparar una población de 51 hombres menores de 65 años que presentaban fibrilación atrial sin causa determinada con un grupo de 109 hombres de la misma edad sin arritmia.

Se evaluaron parámetros tales como hipertensión, la regularidad con que los pacientes practicaban deporte y las horas de deporte de resistencia acumuladas a lo largo de la vida. Se consideró como deportistas regulares los que practicaban deporte más de dos horas a la semana.

Durante el sueño o tras las comidas
Los resultados muestran que la práctica de deportes de resistencia durante años hasta el momento de la evaluación aumenta tres veces el riesgo de presentar fibrilación auricular y cinco veces fibrilación auricular de tipo vagal, que aparece durante el sueño o tras las comidas debido a una disminución de la frecuencia cardiaca y aumento del tono parasimpático.

Los estudios sobre Medicina del deporte se realizan en general sobre población joven durante la época de máxima actividad. Este estudio, sin embargo, analiza pacientes con una edad media de 40 años que no se hallan ya en la edad de máxima actividad. Ello podría explicar que hasta ahora no se hubiera identificado dicho riesgo, aseguran los investigadores.

El estudio concluye que el deporte de resistencia practicado de forma constante y durante muchos años condiciona cambios estructurales que aumentan el riesgo de padecer fibrilación auricular. El ejercicio es beneficioso para el sistema cardiovascular, pero practicado en exceso en deportes de resistencia y a partir de una determinada edad podría tener un efecto negativo sobre las arritmias, según la investigación. Aunque los autores consideran que serán necesarios más estudios para determinar la magnitud del riesgo y el nivel de ejercicio por encima del cual el riesgo aumenta.

También afirman que nuevos estudios pueden aclarar los mecanismos responsables de la asociación entre la práctica de deporte y la arritmia, por lo que consideran prematura con los datos actuales intentar establecer recomendaciones generales sobre el nivel de práctica deportiva deseable a partir de determinada edad.

15 de septiembre 2005
Fuente: azprensa