Sin embargo, contrariamente a los resultados de otros estudios, los investigadores han descubierto que estos fármacos no parece que retrasen la progresión de la enfermedad.

"Los beneficios de los inhibidores de la MAO-B (monoamina oxidasa B) son pequeños pero pueden merecer la pena en algunos pacientes --señala Carl Counsell, de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, y autor de esta revisión--. No creo que nuestro trabajo sustente la política de recetar inhibidores de la MAO-B a todos los nuevos pacientes diagnosticados, pero algunos pacientes podrían querer probarlo".

Los resultados de esta revisión aparecen en la última edición de The Cochrane Library, una publicación de The Cochrane Collaboration, organización internacional que evalúa los hallazgos médicos y revisa sistemáticamente conclusiones extraídas de evidencias de la práctica médica tras considerar la satisfacción y la calidad del juicio médico sobre un tema concreto.

Los tratamientos habituales del parkinson, un desorden del sistema locomotor derivado de bajos niveles de las células productoras de dopamina en el cerebro, suponen el uso de terapias medicamentosas con levodopa (L-dopa), una sustancia que las células nerviosas utilizan para fabricar dopamina y complementar los suministros deficitarios, mejorando así los síntomas.

No obstante, la L-dopa se va haciendo menos efectiva con el paso del tiempo y la respuesta del medicamento puede hacerse irregular y causar fluctuaciones en los síntomas del sistema locomotor, provocando los característicos movimientos bruscos. Medicamentos como los inhibidores de la MAO-B han estado bajo estudio para retrasar el avance de la enfermedad y posponer el uso de L-dopa.

"No hemos encontrado ninguna evidencia convincente de que los inhibidores de la MAO-B retrasen significativamente la progresión de la enfermedad en estados tempranos --escriben los autores--, aunque hay una buen evidencia de que tienen un efecto moderador de la levadopa y si esto se produce en menos del tiempo deseado las complicaciones clínicas motoras relevantes son imprecisas".

"Actualmente, no pensamos que estos medicamentos puedan ser recomendados de forma rutinaria en casos iniciales de parkinson, pero se pueden hacer controles adicionales al azar para clarificar, en particular, sus efectos sobre los fallecimientos y las complicaciones motoras", precisa.

26 de agosto 2005
Fuente: Azprensa