El estudio, financiado por el National Institutes of Health, constituye la primera evidencia directa de que las sustancias químicas analgésicas propias del cerebro, llamadas endorfinas, juegan un papel en el fenomeno conocido como efecto placebo, que constituye a una reducción de las sensaciones de dolor. Estudios previos habían demostrado las reacciones químicas del cerebro cuando se le suministra un tratamiento falso contra el dolor a una persona que creía que le sería útil.
Pero este nuevo estudio es el primero en determinar el mecanismo químico cerebral epecífico para el efecto placebo contra el dolor, y podría ayudar a explicar por qué mucha gente dice conseguir alivio en terapias y remedios que carecen de beneficios clínicos. Además, puede ayudar a mejorar el mejor uso de la terapia congnitiva o psicológica para personas con dolor crónico.
"Esto puede ser un nuevo impulso a la idea de que el efecto placebo es un fenómeno meramente psicológico y no físico", señala el autor principal del estudio, Jon-Kar Zubieta, profesor asociado de Psiquiatría y Radiología del U-M Medical School e investigador asociado en el MBNI. "Hemos visto que el sistema endorfínico se activa en las áreas cerebrales relacionadas con el dolor y que la actividad se incrementa cuando se le dice al paciente que está recibiendo una medicina que le aliviará el dolor. Entonces los pacientes aseguran sentir menos dolor, con lo que la conexión mente-cuerpo queda bastante clara", añade.
26 de agosto 2005
Fuente: Azprensa