Un tratamiento con un tipo de células madre parcialmente diferenciadas y terapia génica mejora la función motora de animales con lesiones en la médula según un estudio de la Universidad de Louisville en Kentucky (Estados Unidos) que se publica en la revista ´Neuroscience´. La terapia combinada puede promover el crecimiento de nuevo aislamiento alrededor de las fibras nerviosas en la médula espinal dañada de ratas.

Según los científicos el tratamiento que imita la actividad de dos factores de crecimiento nervioso mejora la función motora de los animales y la conducción eléctrica del cerebro a los músculos de la pierna. El descubrimiento podría conducir a nuevas formas de tratamiento de las lesiones de la médula espinal en humanos.

En el estudio los investigadores tomaron células llamadas precursores restringidos a la glía de la médula espinal de ratas embrionarias. Estas células precursoras se desarrollan a partir de células madre y están especializadas para que puedan formar sólo dos clases de células: los astrocitos que apoyan a las neuronas e influyen en su actividad y los oligodendrocitos que producen mielina.

Los científicos utilizaron un virus modificado para insertar genes de proteínas marcadoras para hacer las células visibles. Algunas células también recibieron un gen llamado D15A. Este gen produce una proteína con actividad similar a los factores de crecimiento llamados neurotrofina 3 (NT3) y factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF). Ambos el NT3 y el BDNF ayudan a las células productoras de mielina (oligodendrocitos) a desarrollarse y sobrevivir.

Los investigadores inyectaron las células precursoras tratadas en la médula espinal de ratas con un tipo de lesión espinal llamada contusión que está causada por un impacto en la médula espinal. Otros grupos de ratas con lesión de médula espinal recibieron sólo célula precursoras terapia génica con D15A u otros tratamientos equiparables.

Según los científicos las ratas fueron evaluadas semanalmente durante 6 semanas después del tratamiento utilizando una prueba de conducta llamada escala de Basso-Beattie-Bresnahan que mide características como la cantidad de peso soportado los movimientos de las articulaciones y la coordinación. Los investigadores también utilizaron una prueba de corriente eléctrica en la que pusieron un estimulador magnético sobre el cráneo y midieron si la corriente eléctrica resultante era transmitida a un músculo en una de las patas traseras.

La mayoría de las ratas tratadas con la combinación de células precursoras y terapia génica mejoraron significativamente en ambas pruebas. La terapia combinada condujo a una mejora en la capacidad de las ratas para caminar y aproximadamente un 10 por ciento de mejora en las pruebas de corriente eléctrica.

Según los científicos las ratas que recibieron los otros tratamientos no mejoraron de forma significativa y las ratas no tratadas no tuvieron ninguna actividad eléctrica que pasara a través de la médula espinal dañada. Los estudios de tejido de la médula espinal dañado después del tratamiento combinado mostraron que muchas de las células transplantadas sobrevivieron y migraron dentro de la médula y que alrededor del 30 por ciento de ella se convirtieron en oligodendrocitos productores de mielina.

03 de agosto 2005.

Fuente: pmfarma.com