La cirugía mínimamente invasiva en la colocación de prótesis de rodilla reduce la estancia hospitalaria, con menor dolor postoperatorio y recuperación más rápida del paciente. Los resultados conseguidos son muy buenos siempre y cuando se respeten las indicaciones. Pacientes candidatos serán aquellos en los que se trate de una primera cirugía, sin grandes alteraciones en los ejes de los miembros y sin gran inestabilidad ligamentosa.
Estas han sido las principales conclusiones de una mesa redonda sobre cirugía mínimamente invasiva de rodilla, moderada por Julio Rodríguez de la Rúa, jefe de Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Universitario Puerta del Mar, en Cádiz, y desarrollada en el X Congreso de la Sociedad Asturiana de Ortopedia y Traumatología, celebrado en el Colegio de Médicos de Oviedo.
En ella se han puesto de manifiesto los buenos resultados que se consiguen con técnicas de cirugía mínimamente invasiva en el abordaje de la rodilla, si bien "en cualquier caso a largo plazo no mejoran los que se obtienen con la cirugía convencional".
La curva de aprendizaje para la realización de la cirugía mínimamente invasiva no es larga y se encuentra al alcance de cualquier cirujano, según han coincidido en señalar los especialistas que participaron en la mesa.
Incluso algunos servicios han comenzado ya a operar con los modernos navegadores quirúrgicos, lo que está favoreciendo una colocación más precisa de los implantes.
Buenos resultados
Otra conclusión relevante es que las prótesis unicondíleas de rodilla tienen cabida con muy buenos resultados en las artrosis unicompartimentales, ha resaltado Rodríguez de la Rúa.
Para la cirugía de mínima invasión en la rodilla se realizan incisiones de entre siete y diez centímetros, frente a los quince de la cirugía convencional.
Lógicamente, la recuperación es más rápida "porque se evita la sección del cuádriceps a fin de permitir el movimiento de la rótula, con lo que la estancia hospitalaria disminuye también significativamente".
Con el tiempo el cirujano debe alcanzar la pericia necesaria para evitar la colocación viciosa de los implantes, dado que la visualización es menor que con la cirugía tradicional.
Una de las razones que explican la realización de una cirugía anterior como motivo de exclusión en la aplicación de la cirugía de mínima invasión en rodilla es que estos pacientes ya intervenidos tendrán unos tejidos más fibrosos, lo que hace más difícil la separación de la rótula sin agredir al cuádriceps.
09 junio 2005
Fuente: diariomedico.com