El pie plano es el motivo de consulta más frecuente en ortopedia infantil y el 95 por ciento de los casos se corrigen con tratamientos conservadores, como andar de puntillas para fortalecer la musculatura de la planta o una plantilla ortopédica, que evita que progrese o se estructure la deformidad, indicó el doctor José Luis Barroso, especialista del departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universitaria de Navarra con motivo de la XLIII Reunión de la Sociedad Vasco-Navarra de Cirugía Ortopédica y Traumatología, celebrada recientemente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra.   
Todos los recién nacidos presentan pie plano. La planta del pie de los niños se caracteriza por una mayor acumulación de grasa y una mayor elasticidad de los ligamentos, lo que provoca la apariencia de un pie plano. Sin embargo, de los 12 a los 16 meses, conforme comienzan a caminar, se va ejercitando la musculatura plantar, adquiriendo el arco normal hacia los 3 ó 4 años.
En ocasiones esta alteración se mantiene en el tiempo, persistiendo la deformidad del pie, que suele no ser dolorosa. Aunque existen diversos problemas congénitos y adquiridos el diagnóstico más frecuente es el de pie plano idiopático. "Se trata de una alteración de los huesos del pie que se produce cuando el astrágalo se desplaza hacia dentro sobre el calcáneo. Esto hace disminuir el arco plantar interno y da el aspecto de un pie plano", explicó.

La mayoría de los niños acuden a la consulta del especialista por la preocupación de los padres tras ser diagnosticados en la revisión pediátrica. En estos casos, se indica un tratamiento conservador.
"Los ligamentos del pie infantil son muy flexibles y la musculatura no está completamente desarrollada; esto permite que uno de los huesos se caiga sobre el otro", señaló.

INTERVENCIONES Y CALZADO
Normalmente esas medidas conservadoras - ejercicios y plantillas- son suficientes para corregir el pie plano idiopático, pero si la deformidad persiste puede estar indicado el tratamiento quirúrgico; el cual se realiza en menos del 5 por ciento de los casos.
Existen diferentes alternativas quirúrgicas para la corrección del pie plano. Una de ellas es la técnica de Judet, en la que los especialistas del departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universitaria tienen una amplia experiencia. Este tratamiento se aplica en niños hasta los 10-12 años aproximadamente, ya que el pie tiene que ser elástico; a partir de los 12 años el pie se hace más rígido y no deja corregir la deformidad. En estos casos se utilizan otras técnicas más complejas, similares a la cirugía del adulto, en las que se fijan los huesos del tarso (triple artrodesis).
Se trata de un procedimiento de cirugía abierta que ha demostrado su eficacia en el tratamiento de este tipo de pacientes. "Consiste en recolocar los huesos en la posición correcta y fijarlos con un tornillo. Un año después se retira la fijación y el niño puede hacer una vida completamente normal", dijo.
Una de las preguntas más habituales que se plantean los padres con niños pequeños es cuál es el calzado más adecuado. Según señaló, "la mejor opción es elegir calzado de contrafuerte duro". "Poco a poco se han ido descartando los antiguos zapatos ortopédicos y se ha comprobado que lo importante es que el zapato tenga refuerzo en la parte de atrás. Este sería el calzado recomendado en la población infantil general, y con más motivo en los niños con pie plano", concluyó.

06 mayo 2005

Fuente: Europa Press