La identificación en fases preclínicas de la enfermedad de Parkinson permitiría avanzar en el manejo de esta patología neurológica, según se ha destacado en un seminario sobre Parkinson celebrado en Madrid.
  
Identificar de forma precoz la enfermedad de Parkinson (EP) para poder efectuar un diagnóstico preclínico, avanzar en los mecanismos de producción de la patología y aplicar este conocimiento a los nuevos tratamientos constituyen una triada de avances que permitirán progresar en la lucha contra el Parkinson. Así lo ha señalado Eduardo Tolosa, catedrático de la Universidad de Barcelona y especialista del Hospital Clínico de Barcelona, quien, junto a Francisco Grandas y José Chacón, ha intervenido en un seminario sobre Parkinson celebrado en el Museo de la Ciencia CosmoCaixa, de Alcobendas, en Madrid.

Grandas, del Servicio de Neurología de Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, considera que el desarrollo de las terapias antiparkinsonianas está en función del conocimiento de los mecanismos básicos de la enfermedad. "¿Donde hay que invertir? Lo más probable es que se deberían hacer más esfuerzos en el conocimiento de los mecanismos básicos que determinan que aparezca la enfermedad; es decir, sobre los aspectos fundamentales que puedan ser modificados posteriormente por diferentes estrategias".

Fármacos en desarrollo
En estos momentos hay más de treinta medicamentos para el Parkinson en fase de ensayos II-III. La mayoría de ellos son tratamientos sintomáticos, aunque también hay investigaciones con moléculas con potenciales efectos modificadores sobre la patología.

Otra alternativa que está ganando interés es la terapia con células madre. "Ahora bien, no hay que crear falsas expectativas", ha reconocido José Chacón, director de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Virgen Macarena, de Sevilla. El profesor Grandas se pregunta: "En realidad, ¿qué podemos hacer con la terapia celular para curar el Parkinson? Hoy por hoy, nada; y ¿dentro de diez años?: esperamos que mucho. Estamos en los albores; para intentar transferir la terapia celular hay que resolver múltiples problemas".

El neurólogo madrileño reconoce que la terapia celular es una puerta fascinante, pero su aplicación en neurología es muy complicada. "En el cerebro hay que resolver montones de incógnitas antes de que apliquemos la terapia celular".

Otro aspecto que preocupa a los neurólogos es el diagnóstico y tratamiento del paciente de Parkinson. Según Grandas, "el neurólogo es el profesional que debe diagnosticar y tratar a los pacientes con Parkinson, porque es el que mejor la conoce". De la misma opinión es Tolosa: "El neurólogo es capaz de diagnosticar la enfermedad basándose en un reconocimiento clínico".

José Chancón va más allá y afirma que el neurólogo no sólo debe diagnosticar y tratar al paciente, sino también, en colaboración con el médico de atención primaria, debe realizar el seguimiento.

Manejo integral
"La participación de los médicos de atención primaria en el manejo del paciente es muy importante", afirma Tolosa. Y añade que el manejo integral del Parkinson es posible y, sobre todo, muy positivo. "Cualquier reorganización del sistema sanitario para el tratamiento de los enfermos neurológicos crónicos debe contemplar este concepto". En este sentido, destaca el neurorrehabilitador, un especialista dedicado a la rehabilitación motora de los enfermos.

10 febrero 2005

Fuente: Berlin