AUTORES:
Vergara P. Departamento de Fisioterapia. S. de Neumología H.C.U.V. Universidad de Valencia
Arnal A. Departamento de Fisioterapia. S. de Neumología H.C.U.V. Universidad de Valencia
Gómez C. Departamento de Fisioterapia. S. de Neumología H.C.U.V. Universidad de Valencia
Almagro A. Departamento de Fisioterapia. S. de Neumología H.C.U.V. Universidad de Valencia
Aznar S. Departamento de Fisioterapia. S. de Neumología H.C.U.V. Universidad de Valencia
Torres Y. Centro Nacional de Rehabilitación "Julio Díaz". Boyeros
RESUMEN:
La Fisioterapia Respiratoria es uno de los pilares que aportan una solidez y estabilidad en el pronóstico de la Fibrosis Quística y forma parte del tratamiento encaminado a paliar en lo posible las alteraciones del aclaramiento mucociliar que conlleva la enfermedad.
El cargado tratamiento farmacológico de los pacientes y las técnicas fisioterápicas respiratorias tradicionales como clapping, drenajes posturales, etc, ocupan un tiempo importante en la vida cotidiana de estos pacientes que no es fácil cumplir con la regularidad que se desearía.
OBJETIVO:
Valorar en un grupo de fibróticos quísticos, la evolución de los parámetros ventilatorios y la expectoración con la asociación de dos técnicas fisioterápicas: incentivación volumétrica y control de los flujos espiratorios.
MATERIAL Y MÉTODO:
Cuarenta pacientes diagnosticados de Fibrosis Quística: 25 niñas y 15 niños de 11 ??7 años de edad, 40 ??18 kg. De peso y 140 ??22 cm. de estatura han sido controlados. En situación clínica estable se les efectuó una exploración funcional respiratoria basal y al mes de tratamiento, que contemplaba espirometría, curva flujo/volumen, máxima ventilación voluntaria, valoración de la SaO2 y CO2 transcutáneo y fuerza muscular.
El método utilizado para el tratamiento fisioterápico consistió en realizar ejercicios ventilatorios incentivantes con un volumen corriente equivalente al 30% de su Capacidad Vital Inspiratoria (Incentivador volumétrico Coach® -Laboliser ) y con un medidor del flujo espiratorio pico (PEF),
realizaban espiraciones con flujos equivalentes al 25, 50, 75 y 100% de su PEF con la finalidad de aproximar las secreciones desde la profundidad del árbol bronquial hacia las vías centrales.
En el Hospital, durante la primera sesión, el fisioterapeuta les mostró la forma correcta de utilizar ambos equipos, observando la evolución del CO2 a través de un analizador transcutáneo de CO2 (Feedback) evitando así entrar en situaciones de alcalosis respiratoria por hiperventilación. Posteriormente y durante un mes, siguiendo las indicaciones del fisioterapeuta, realizaron dos a tres sesiones de 15 minutos en casa, según las necesidades de cada paciente. Transcurrido un mes fueron evaluados de nuevo.
RESULTADOS:
Aplicada la T de Student, la tabla I muestra la evolución de los parámetros analizados antes y después de un mes de tratamiento observando una mejoría significativa de la Capacidad Vital Forzada, del Volumen Espiratorio Forzado en el primer segundo y del Flujo Espiratorio Pico. No ha sido posible contabilizar la cantidad expectorada pero el número de esputos cuando realizaban sus ejercicios era significativamente superior (P< 0.01).
CONCLUSIONES:
A la vista de los resultados obtenidos con estos dos instrumentos y comprobando que no aparecen modificaciones significativas en el dióxido de carbono, lo que refleja la ausencia de hiperventilación, consideramos que son de gran utilidad en el manejo de patologías bronquiales hipersecretoras.
Email: ytorres@infomed.sld.cu