Al menos una vez al año, todos los pacientes asmáticos deberían realizar un curso de rehabilitación pulmonar, es decir, un programa de adiestramiento en técnicas de fisioterapia respiratoria con el fin de mejorar su calidad de vida. Así lo aseguró ayer Silvia Córdoba, fisioterapeuta especialista en Rehabilitación Cardiovascular y Respiratoria y profesora ayudante de la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE (Universidad Autónoma de Madrid), durante la celebración en Madrid del I Curso de Adiestramiento en Técnicas de Fisioterapia Respiratoria, organizado por la Asociación de Asmáticos de Madrid (ASMAMADRID) con la colaboración de la Fundación AstraZeneca. “Prácticas como la respiración diafragmática deberían ser casi diarias en la vida de un asmático, porque le ayudan a reducir síntomas como la disnea tenga la edad que tenga”, destacó esta experta. En España, más de dos millones de personas que padecen asma podrían beneficiarse de estas técnicas.

Durante el curso, llevado a cabo en la Sede de la Fundación AstraZeneca, esta experta en fisioterapia respiratoria estuvo impartiendo clases teórico-prácticas para pacientes afectados de asma. “Se trata de un programa de educación para la salud muy interactivo donde el objetivo es que ellos participen y aprendan, por ejemplo, a reconocer los síntomas previos a una crisis para que sean capaces de prevenirlas en el futuro”, manifestó. “El trabajo básico de reeducación ventilatoria que deben aprender consiste en la utilización de un patrón ventilatorio lo más fisiológico posible, realizando la respiración abdominodiafragmágica en distintas posiciones de decúbito, en bipedestación, durante la marcha o mientras suben escaleras.”, explicó Córdoba.

Joaquina Fernández, presidenta de ASMAMADRID, manifestó su satisfacción con la impartición de este programa. “Está indicado tanto para niños, adultos como ancianos, sea cual sea su nivel de gravedad o edad, y les enseña a reconocer sus síntomas para prevenir futuras crisis”, apuntó. Además, matizó, los beneficios de este curso se notan desde el primer día. “Te enseñan a relajarte para bajar la inflamación de los bronquios mediante la respiración y otros ejercicios”.

En su opinión, cada asmático debe conocer su propio aparato respiratorio y aprender a respirar con el diafragma. “Es fundamental que estos programas de rehabilitación pulmonar sean impartidos por expertos en fisioterapia respiratoria y que los pacientes practiquen en su propia casa las técnicas aprendidas para realmente disfrutar de sus ventajas”, explicó Fernández. .

Asimismo, la presidenta de ASMAMADRID recordó a los asmáticos que deben identificar los factores o situaciones de riesgo que más les afectan con el objetivo de evitar crisis y problemas derivados. “El tabaco nos hace un daño terrible, ya sea en un espacio cerrado o en uno abierto, nos perjudica gravemente”, subrayó, pero también pueden resultar muy nocivos “el polvo que provocan las obras de la calle, los humos procedentes de la combustión o de una simple barbacoa, los ambientes densos y la acumulación de pelos de gato”. A la hora de manejar productos de limpieza, Fernández señaló que las personas con asma deberían huir de la lejía y el amoniaco. “Existen otras combinaciones igual de eficaces pero que no dañan los bronquios, ésas son las que habría que utilizar”, añadió.

Por su parte, la fisioterapeuta también recalcó que las prácticas que se enseñan en los cursos son “muy sencillas, pudiendo ser adaptadas a cada caso ” y que el paciente no las debe olvidar tras finalizar el curso. “Hay estudios que demuestran que si un paciente hace un programa de rehabilitación pulmonar completo y luego plasma en su vida cotidiana estos ejercicios, los beneficios se perpetúan hasta 18 meses después”, declaró. “El paciente debe ser consciente de que padece asma, una enfermedad crónica que no se cura pero que, con un adecuado control farmacológico y con la realización de los programas de rehabilitación pulmonar, puede mejorar considerablemente su calidad de vida y reducir en gran medida sus síntomas”, añadió.

Los beneficios que los asmáticos logran tras la realización de un programa de fisioterapia respiratoria son innumerables, señaló Córdoba. “Los pacientes aumentan su tolerancia al esfuerzo, es decir, son capaces de subir varios tramos de escalera sin fatigarse o llevar bolsas de la compra sin cansarse demasiado; incluso muchos que no podían ni atarse los cordones de los zapatos por la dificultad de agacharse comprueban que lo pueden hacer cuando acuden a un programa de adiestramiento de estas características”, matizó. En su opinión, “un adecuado autocontrol de las crisis junto con un óptimo seguimiento de la evolución clínica por parte de los distintos profesionales sanitarios, evitan que la enfermedad progrese súbitamente y ayudan al asmático a que, cuando sufra una complicación, se recupere antes”.

Las personas que se acostumbran a respirar con el diafragma, movilizando el abdomen y sincronizando nariz y boca observan, con el tiempo, que la mayoría de los síntomas del asma disminuyen. “La disnea, la expectoración o la tos mejoran notablemente y el paciente advierte que puede hacer más ejercicio físico aeróbico y muscular”, afirmó Córdoba, quien sostiene que todos estos beneficios repercuten directamente en el estado de ánimo. “Al ser capaz de moverse y salir más, el individuo se siente mejor y previene la depresión y la ansiedad, patologías que los asmáticos sufren a menudo”, comenta esta fisioterapeuta.

27 de abril 2009
Fuente: AZprensa.com