martes, 19 de marzo de 2024
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El ejercicio físico y la protección articular

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El ejercicio físico y la protección articular

Las diferentes enfermedades degenerativas e inflamatorias de las diferentes articulaciones tienen como punto final el deterioro del cartílago articular. Por factores fisiológicos esta estructura conectiva se alimenta solo por la difusión de los micro nutrientes y el oxigeno que fluye desde el hueso subcondral, cualquier pequeña variación mecánica a nivel del cartílago altera la composición del mismo cuando existe un daño bioquímico de base. Uno de los factores más dañino lo constituye la deshidratación del cartílago. El aumento de líquido en el cartílago modifica la compresibilidad, disminuyendo la incongruencia, lo cual aumenta el área de superficie de contacto entre los partners. La mayor superficie de contacto produce una menor presión por unidad de área (centímetro cuadrado), lo cual reduce el micro traumatismo, protegiendo la integridad física del cartílago.

Holmdahl y Ingelmark (1948) ya habían probado que el cartílago articulan es más grueso en animales entrenados (aumenta el componente celular e intercelular). La inmovilidad persistente por un periodo largo hace que se reduce su grosor.

La movilidad articular por la variación de presiones dentro del espacio articular y desplazamiento del liquido sinovial estimula la producción de líquido por parte de los plexos sinoviales y la movilización de éste por todos los rincones de la cavidad articular. Se producen presiones y depresiones: aumentando hacia el lado que desliza y rueda, y disminuyendo (succión) hacia el lado o-puesto al. Rodar deslizar.

Para evitar los daños que se producen por la inestabilidad del las grandes superficies articulares, la movilidad articular está limitada por la forma que adquieren estas superficies articulares, por los ligamentos dispuestos de manera que impiden desplazamientos antianatómicos, desarrollándose un mecanismo de protección que garantiza la estabilidad articular y la congruencia anatómica, por ejemplo, en la rodilla los ligamentos cruzados impiden los deslizamientos fémoro-tibiales en el plano sagital; y los ligamentos laterales impiden la abducción y aducción de la tibia. El ejercicio a través del la actividad repetitiva produce un incremento y renovación del colágeno y la elastina dentro de los ligamentos, garantizando así una fortaleza y elasticidad constante que se traduce por una flexibilidad articular y rejuvenecimiento del cartílago articular.

Noyes y col. (1974) demostró cómo la inmovilidad causa debilitamiento de la resistencia de los ligamentos articulares a los esfuerzos de la actividad física. Tnipton y col. (1975) agregó experimentos que refuerzan la creencia en el sentido que la actividad física regular fortifica la estructura ligamentosa en las uniones con sus huesos, como así mismo lo observó en las uniones de tendones con huesos; ambos (tendón - hueso y ligamento - hueso) son los puntos más vulnerables a los traumatismos.

La actividad muscular desempeña un papel importante, pues las estructuras articulares dependen para su nutrición de las circulación interna del músculo. En la medida que un músculo se ejercita se produce una mayor circulación colateral para suplir las demandas metabólicas. La actividad aeróbica en un mayor por ciento favorece el desarrollo de la circulación del músculo, por lo que la nutrición de las estructuras articulares y tendón mejoran considerablemente. Por otra parte en la Cinesiología es importante conocer cuando trabajamos con un paciente que también los músculos que atraviesan una articulación, es un importante factor de limitación del rango articular. En la gran mayoría de las articulaciones, especialmente en extremidades, es el músculo el principal limitante. Al hacerse un movimiento brusco o al cual el paciente no esta preparado, o por otra parte cuando se pretenda llevar la movilidad más allá de su arco normal, despierta un reflejo nociceptivo que contrae a los músculos antagónicos al movimiento anormal, debido a que la articulación (cápsula y ligamentos) está inervada en esa cara por los nervios que se conectan con los músculos antagónicos. En estas condiciones se pueden producir los mecanismos de espasmo muscular o desgarro que se describen en la bibliografía científica. Este mecanismo influye deteriorando el proceso de nutrición del cartílago articular, debido al proceso de inflamación y reparación mística a nivel del músculo.

En la fisiología articulara hay que tener muy en cuenta los tipos de receptores que se encuentra en la articulación o que participan de la biomecánica. Hay 4 tipos de terminaciones sensoriales propioceptivas.

Una de ellas es "terminación libre" y las otras tres lo hacen en receptores sensoriales:

1. Tipo1: informa de cambios en la posición de la cápsula.

2. Tipo2: informa de la velocidad de un movimiento (receptor en la cápsula).

3. Tipo3: informa de posición (ligamento).

4. Tipo4: informa dolor en todos los tejidos articulares.

Estos cuatro tipos de receptores informan a la corteza de la posición y movimientos articulares conscientes, en tanto que desde los músculos se producen reflejos inconscientes para mantener y modificar el tono de los músculos que atraviesan y controlan a la articulación (Bnodal 1972). Skoglund en 1956 hizo estudios que demostraron la relación refleja entre el músculo y la articulación. La actividad coordinada en la cinesiología se traduce por el desarrollo de mecanismo de control de redes neuronales, que cuando ocasionamos un patrón de movimiento anómalo, estamos creando una vía nueva pero con un patrón de movimiento anómalo que se ira ejecutando inconcientemente en el paciente, dando como resultado un deterioro biomecánico de la estructuras implicadas en el movimiento.

La actividad física planifica y con una ejecución correcta de la técnica del ejercicio en los limites fisiológico de la actividad garantiza un adecuado mecanismo de protección articular. Los diferentes sistemas de actividad física implican respuestas diferentes que no siempre repercute favorablemente en la fisiología articular. Para el fisioterapeuta y el rehabilitador se hace importante conocer al detalle las implicaciones bioquímicas que ocasiona las diferentes formas de actividad física en las estructuras en condiciones de salud, para así poder aplicarla a pacientes que presentan una base patológica con alteración estructural de las unidades articulares.

Msc.Dr. Dysmart Hernández Barrios.

 
: Editor Principal. Especialista de I Grado en Medicina Física y Rehabilitación | Hospital Provincial "Manuel Ascunce Domenech", MINSAP| calle e/ . municipio, Camagüey, CP, Cuba | Teléfs.: , Horario de atención: 8:30 a.m. a 5:00 p.m., de Lunes a Viernes


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