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prevención del maltrato infantil



El 50% de los niños capitalinos tiene caries a los 4 años y el 17% ya las tiene a los 2

CariesSalud Bucal
El 50% de los niños capitalinos tiene caries a los 4 años y el 17% ya las tiene a los 2
El consumo precoz de alimentos azucarados y la lactancia prolongada, unidos a una mala higiene, influyen en estos negativos índices de salud bucal. (Fuente: Emol)
Miércoles 24 de Diciembre de 2008, 18:45

El cambio de coloración de los dientes incisivos superiores dio la voz de alerta. Era difícil creer que al año y cuatro meses un niño ya tuviera caries, pero es cierto. Y las odontopediatras que lo atendieron comenzaron por recomendarle a la mamá una dieta menos azucarada, un plan de higiene bucal estricto, además de aplicar un tratamiento para restaurar las piezas.

Este tipo de casos se hace más frecuente a los dos años, cuando, según un estudio realizado en 2007 por la doctora Mónica Ceballos (de la U. de la Frontera) y encargado por el Ministerio de Salud (Minsal), el 17% de los niños de la Región Metropolitana (RM) tiene ulceraciones en sus piezas dentales y el 48% las sufre al cumplir los 4 años.

A estos datos se agregan los aportados por una investigación realizada con preescolares de la zona norte, y que fue presentado en el XVI Congreso de Pediatría. Este análisis incluyó a niños de entre 2 y 6 años, y determinó que el 48,95% tenía caries y que el promedio de dientes "picados", obturados o, incluso, extraídos (índice ceod) era de 2,27 por preescolar. Una cifra que sube a 6,61 dientes cariados en el caso del 30% de niños con más problemas bucales, que son -además- los niños de menor nivel socioeconómico.

Azúcar

¿Por qué tantos menores tienen caries? Los factores que inciden son varios, explican las doctoras Gisela Zillmann y María Angélica Cereceda, quienes abordan el tema en el estudio "Caries Temprana de la Infancia (CTI), derivación oportuna del pediatra", presentado en el mismo congreso y donde se analiza el caso antes mencionado.

Ellas aluden a factores predisponentes (como trastornos durante el embarazo y período perinatal que implican bajos niveles de calcio) que llevan a una alteración en la estructura superficial de los dientes, como también a variables externas que son más controlables.

Es decir, la ingesta prolongada y sostenida de bebidas dulces e, incluso, una lactancia de libre demanda muy prolongada. "Eso significa más allá del año y medio a los dos años de edad, sin un buen control de higiene y de alimentación", precisa la doctora Cereceda, académica de Odontología de la U. Andrés Bello. Más dañino aún puede ser el uso prolongado de la mamadera.

La leche materna por sí sola no es cariogénica, pero junto con otros alimentos se descompone en ácido en la boca y eso puede provocar desmineralización de la superficie del esmalte de los dientes, complementa la doctora Zillmann, académica de Odontología de la U. de Chile.

Ese concentrado ácido, agrega la doctora, es ideal para que la bacteria estreptococo mutans (que la mamá traspasa al niño) se multiplique y socave los dientes.

Por eso, apenas salen las primeras piezas se deben limpiar con una gasa, y cuando el pequeño ya tiene cuatro arriba y cuatro abajo, se pueden comenzar a cepillar, pero sin usar pasta aún.

"Los niños que comienzan antes su cepillado presentan entre 1,3 a 4,6 veces menos probabilidades de desarrollar caries que aquellos que comienzan más tarde", resalta el doctor Gonzalo Rodríguez, odontopediatra y uno de los autores, junto a la doctora Zillmann, del estudio sobre prevalencia de esta enfermedad bucal entre los preescolares de la zona norte de la RM.

Este no es un problema menor: que niños tan pequeños tengan ulceraciones en sus dientes de leche aumenta el riesgo de que las sufran en sus piezas definitivas, así como que tengan otras enfermedades bucales.

¿Qué hacer?

También, apunta la doctora Zillmann, restaurar los dientes a un preescolar es un proceso complicado, "porque muchas veces hay que atenderlos mientras lloran y en otras se les debe poner anestesia general, con los riesgos que eso conlleva".

De ahí que mantener una buena higiene (ver infografía) y una alimentación poco azucarada sea tan costo/efectivo, lo mismo que visitar al odontopediatra en cuanto cumplen los dos años.

Para la doctora Cereceda, lo ideal sería una visita antes de las caries, para educar a los padres. "Es bueno que los niños vayan desde pequeños al odontólogo a controlarse, y no solamente cuando tienen un problema", agrega el doctor Rodríguez.

"Así establecen una relación con el profesional que les cuida los dientes y los mantiene sanos. Y si hay que hacer una intervención curativa, ya hay una relación de confianza establecida".
 
Obtenido de Sociedad Chilena de Pediatría


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: Editora principal, Especialista de II grado en Medicina General Integral, MSc. Atención integral al niño. | Dpto. de Postgrado, Facultad de Ciencias Médicas “10 de Octubre” - MINSAP | Josefina No.112 e/ Revolución y Gelabert 10 de Octubre, Ciudad de La Habana, 10700, Cuba | Telefs: (537) 648-7154. Horario de atención: 8:30 a.m. a 4:30 p.m., de Lunes a Viernes