viernes, 29 de marzo de 2024

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prevención del maltrato infantil



ALCOHOLISMO Y OTRAS DROGAS Y MALTRATO INFANTIL

AUTOR Dr. Antonio Bandera Rosell

Nombre de la institución: Hospital Pediátrico Universitario “Juan Manuel Márquez”
Dirección electrónica: abaro@infomed.sld.cu
Teléfono institucional: 2609650 y 2609651 ext. 330
Teléfono privado: 8306581
Especialidad: Especialista de 1ro y 2do grado de Psiquiatría Infanto Juvenil
Profesor Auxiliar de la Universidad de la Habana
Miembro del CAPMI

Desde épocas muy remotas han existido diversas teorías que tratan de explicar el surgimiento del consumo de alcohol, aunque su ingestión siempre se ha vinculado con celebraciones, incluso religiosas, y se puede leer en la Biblia: "Noé labró la tierra y plantó una viña, luego bebió del vino y se embriagó" (De Reina C. La Santa Biblia. Revisión Reina-Valera, 1960:12). Actualmente este hábito se ha convertido en una costumbre universal, cuyas consecuencias tienen una amplia repercusión física, psíquica y social.
Datos estadísticos revelan que el 50 % de los arrestos policiales y de las muertes en incendios, están vinculados con la ingestión de alcohol; además de 30 % de los suicidios, de 30 a 40 % de las violaciones y 50 % de los actos de violencia en el hogar. El alcoholismo provoca asimismo una reducción de la esperanza promedio de vida de la población mundial, aproximadamente de 12 años.
El alcohol también esta vinculado a:
- 40-50% DE LOS ACCIDENTES DE TRAFICOS
- 15-20% DE LOS ACCIDENTES LABORALES
- 50% DE LOS HOMICIDIOS Y ASALTOS
- 8 MUERTES POR 100 000 HAB/AÑO
- 1 DE CADA 10 FALLECIDOS
La familia como eje central de la vida y la sociedad es la responsable del desarrollo de los niños.

Contradiciendo mitos, la violencia familiar existe en todas las clases sociales y provoca un grave y profundo deterioro de la misma.

Es precisamente una de las instituciones sociales donde resulta más difícil identificarla porque se considera un asunto privado, y ello exacerba los sufrimientos de las víctimas que padecen en silencio.

Es un fenómeno complejo, en el que actúan diversos factores culturales, políticos, sociales, económicos, étnicos y religiosos, y que deviene inaceptable cuando la víctima es un ser físico y síquicamente imposibilitado de su autodefensa: un niño.
Los niños de padres con trastornos por consumo de alcohol y otras sustancias tienen un riesgo creciente para la psicopatología, incluyendo el trastorno de la conducta, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el trastorno depresivo mayor, y los trastornos de ansiedad.
La violencia familiar, el maltrato infantil y el abuso sexual  son agresiones cuyas consecuencias sobre los niños y adolescentes no solo son inmediatas sino que también afectan el desarrollo y favorecen la aparición de psicopatología en la juventud y la adultez

Es frecuente que los progenitores padezcan alguna enfermedad mental, entre las que se citan por su frecuencia, el alcoholismo paterno y la depresión materna. El alcoholismo paterno es sufrido por el resto de la familia, pues esta toxicomanía involucra a todos los integrantes, sea por los desórdenes conductuales, por la violencia, los actos suicidas, los problemas económicos o la incapacidad de cumplir con los roles asignados al alcohólico y que otros tienen que asumir.
La prevalencia de trastornos depresivos es superior a la esperada; así mismo, hay asociación entre la violencia intrafamiliar, abuso y maltrato infantil con el desarrollo de trastornos depresivos, ideas de muerte y suicidas durante la adolescencia y la juventud.

Se ha reportado (Kaplan SJ, 1998) que el abuso sexual en adolescentes es un factor de riesgo significativo para desarrollar psicopatología en algún momento futuro de la vida, especialmente trastorno depresivo mayor, distimia, trastornos en la conducta, abuso de Sustancias Psicoactivas (SPA) y cigarrillo, abuso de alcohol, Déficit de Atención con Hiperactividad, trastorno de personalidad límite, trastornos disociativos y conductas autoagresivas.
En adultos se ha observado una gran variedad de problemas clínicos en personas víctimas de delitos sexuales persistentes hasta años después: entre ellos, ansiedad severa, ataques de pánico, depresión, disfunción sexual, enfermedades psicosomáticas, Trastornos de Estrés Postraumático, alteraciones cognitivas, alteraciones del sueño y la alimentación, sentimientos de ira, humillación y culpa.
Algunos estudios han propuesto que el maltrato y abuso en la infancia genera, entre otras, alteraciones en el eje HHA, provocando anormalidades hipotalámicas e hipocámpicas, que en el adulto favorecerá el desarrollo de depresión y otro tipo de psicopatologías.
Estudios imagenológicos estructurales y funcionales reportan anormalidades cerebrales en niños maltratados.
La violencia intrafamiliar y el maltrato infantil no solo genera cambios psicológicos, enseñando a ser violento, sino que dentro de una permisividad genética conlleva a claros cambios neurobiológicos que predispondrán al niño a presentar alteraciones mentales en su adolescencia y vida adulta; muchas de estas alteraciones generan nuevamente violencia contra si mismo y/o violencia contra los demás, incluyendo las nuevas generaciones perpetuando el ciclo

Existe una asociación significativa entre maltrato infantil y abuso sexual con depresión en la juventud; y, a su vez, con consumo de alcohol, drogas, ideación suicida e intentos suicidas, tal vez favorecidos por la depresión.

Es necesario resaltar que las agresiones entre los padres, no dirigidas hacia el menor pero en presencia de este (participación pasiva) son vivenciadas como maltrato psicológico y se asocia de manera igualmente significativa con las secuelas propias del maltrato directo.

Cuadro clínico en menores maltratados

Problemas de Conducta:
- Los niños pueden tener problemas para resolver tareas, dificultades de concentración, de pasividad o de agresividad.
- También pueden mostrar comportamientos dependientes o hiperactividad;
- también pueden llegar a perder la autoestima y aprecio hacia la gente que les rodea.
Desarrollo tardío:
- Muchos de los niños tienen problemas de crecimiento físico.
Estrés relacionado con dolencias físicas:
- Muchos de los niños testigos de violencia o de abuso reflejan su sufrimiento quejándose de dolores de cabeza, dolor abdominal, insomnio y TEP
.Aislamiento:
- Los niños pueden tener miedo de llevar amigos o familiares a su casa, de jugar con ellos o de compartir.

Sentimiento de responsabilidad respecto a la agresión:
- Cuando el niño se siente responsable, tiende a complacer al agresor y a confortar a la víctima; cuando esto pasa, los niños asumen un rol de cuidadores, es decir, toman parte de la agresividad.

Bajo rendimiento académico:
- Desarrollan retardo respecto a la habilidad para concentrarse o para retener información.

Aunque tradicionalmente se piensa en el maltrato infantil como un asunto del sistema judicial, también concierne a la salud pública.
 Los efectos nocivos para la salud mental y física que el maltrato tiene sobre un niño persisten mucho después que lo colocan en una atmósfera segura.
A pesar de que la frecuencia con la que ocurre el maltrato infantil en nuestra sociedad no constituye un problema de salud, estamos obligados a ser enérgicos a la hora de desarrollar métodos para detenerlo.
La clasificación que acepta diferentes tipos de familia en el alcohólico, está basada en la forma en que sus miembros son capaces de aceptar y manejar a uno de sus integrantes enfermos.

Repercusiones familiares y sociales en los alcohólicos

Repercusiones familiares

Tensiones y dificultades

Hurtos hogareños

Violencia con la esposa

Rechazo familiar

Afectación económica

Violencia con los hijos

B I B L I O G R A F I A

- Milian Martínez Milaidi ; Acosta González Ariel; Amador Valdés Daymé. Percepción del maltrato infantil. FUENTE: INTERPSIQUIS. 2007; (2007)
- Margarida Corominas Roso, Carlos Roncero Alonso, Eugeni Bruguera Cortada, Miguel Casas Brugué. Rev. Neurol Vol.44  Num.01  Pág.0023
Fecha de publicación: 01/01/2007
- Rita Z. Goldstein; Nora D. Volkow. FUENTE: AMERICAN JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2002 OCT;159(10)
- Cruz Sánchez F, Bandera Rosell A, Gutiérrez Baró E, et al. Conductas y factores de riesgo en la adolescencia. En su Manual de prácticas clínicas para la atención en la adolescencia. Ciudad de la Habana: MINSAP, 2002. Disponible en: http://aps.sld.cu/bvs/material es/manual_practica/colect%20autores-%20indice.pdf
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- Cancrini, L., The Psychopathology of Drug Addiction: A Review. Journal of Drug Issues, Vol. 24, No. 4, 597-622. 1994.
- C. Alamo; F. López-Muñoz; B. Martín; P. García-García; E. Cuenca.
Departamento de Farmacología, Universidad de Alcalá, Madrid.
Depresión y abuso de sustancias: hipótesis etiopatogénicas del trastorno dual.
- M.E. de Quesada-Martínez, G.F. Díaz-Pérez, A. Herrera-Ramos, M. Tamayo-Porras, R. Rubio-López CARACTERÍSTICAS DEL ELECTROENCEFALOGRAMA CUANTITATIVO Y TRASTORNOS COGNITIVOS EN PACIENTES ALCOHÓLICOS [REV NEUROL 2007; 44: 81-8]

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: Editora principal, Especialista de II grado en Medicina General Integral, MSc. Atención integral al niño. | Dpto. de Postgrado, Facultad de Ciencias Médicas “10 de Octubre” - MINSAP | Josefina No.112 e/ Revolución y Gelabert 10 de Octubre, Ciudad de La Habana, 10700, Cuba | Telefs: (537) 648-7154. Horario de atención: 8:30 a.m. a 4:30 p.m., de Lunes a Viernes