"Funcional significa que los síntomas son reales, pero que no hay una enfermedad o un problema anatómico para explicarlo", agregó Hyman, que recientemente participó del 13° Simposio Internacional de Actualización Pediátrica, organizado por el Hospital Italiano de Buenos Aires.

"El dolor abdominal recurrente afecta a cerca del 10% de los niños en algún momento de la infancia, y generalmente comienza entre los 5 y los 12 años; en la mayoría de los casos, es funcional", agregó Hyman, integrante del Equipo de Trabajo Roma, el grupo de expertos gastroenterólogos que redactó los actuales criterios para el diagnóstico de los trastornos gastrointestinales funcionales.

La utilización de esos criterios, afirmó el especialista, permite que el pediatra pueda en una sola consulta realizar el diagnóstico de aquel trastorno que se encuentra detrás de un dolor de panza que no se va, sin necesidad de recurrir a un especialista, pero también sin necesidad de molestos e invasivos estudios diagnósticos.

"Si un chico ha estado un tiempo con un trastorno gastrointestinal y el pediatra lo manda al especialista genera temor en su familia -aseguró Hyman-. Entones le piden al especialista que haga estudios, y éste se siente obligado a hacer muchos estudios, lo que no es bueno para el chico, que se preocupa aún más."

Esa preocupación es, en la enorme mayoría de los casos, innecesaria (y como sugirió Hyman, evitable). "Los dos problemas más frecuentes en un dolor abdominal recurrente en pediatría son la dispepsia funcional y el síndrome de colon irritable. En ambos casos, existen opciones de tratamiento [medidas higiénico-dietarias, medicamentos, psicoterapia]; y los padres son quienes eligen el tratamiento."

¿La psicoterapia es tan buena como los fármacos? "Sí -respondió el especialista-, el tratamiento psicológico es tan bueno como las medicinas. E incluso en un estudio hecho en Holanda, la hipnoterapia demostró ser mejor que los fármacos para tratar los síntomas de colon irritable en niños."

Sebastián A. Ríos