El Día Mundial de la Infancia, por recomendación de la Asamblea General de las Naciones Unidas hace más de medio siglo, se instituyó el 1 de junio consagrado a promover la fraternidad y la comprensión entre los niños del mundo entero, con actividades propias de la niñez que promuevan su bienestar.

En agosto de 1925, representantes de 54 países, asistieron a la Conferencia Internacional de la Felicidad de la Infancia, celebrada en Ginebra, Suiza, y aprobaron la “Declaración de Ginebra sobre la Protección de los niños”, En este documento, se decretaba que todos los países estaban obligados a proporcionar a los niños disfrute espiritual, asistencia social, mejores oportunidades de vida y se prohibían los trabajos forzados y peligrosos para ellos. Después de esta conferencia, los gobiernos de diversos países acordaron, instituir un Día de la Infancia.
En el año 1942, ocurrió un suceso muy triste: un grupo de sanguinarios fascistas alemanes asaltaron una villa checa y mataron a más de 140 jóvenes mayores de 16 años y a los bebés, secuestraron a todas las mujeres y a 90 niños, todos llevados hacia los campos de concentración. Incendiaron todas las casas del pueblo hasta dejarlo en ruinas. Ante la tragedia sufrida por los niños de esa villa y otros que murieron durante este conflicto bélico se estipuló el Día Internacional de la Infancia.
En Cuba se celebra cada primero de junio el Día Internacional de la Infancia. Nuestros niños celebran este día con la alegría de saberse el tesoro más preciado de la Patria porque disfrutan, sin distinción alguna, de los mismos derechos: tener escuelas, incluso los discapacitados físicamente, disfrutar del descanso, el juego, la recreación sana, participar libremente en la vida cultural, atención médica (antes del nacimiento), el cuidado de los médicos, ser vacunados para protegerlos de enfermedades con las que puedan peligrar sus vidas, poder expresar sus opiniones en la organización estudiantil que los agrupa, donde se organizan múltiples actividades. Sus derechos son protegidos por las leyes.
En nuestro país se lucha por nuestros niños y todos los niños del mundo para que no sea victimas del hambre, ni del frío, ni sean objeto del trabajo infantil, de la prostitución, del tráfico de menores, de actos de violencia e injusticia y hacer valer sus derechos para que puedan nacer y crecer felices y protegidos.
En este día recordamos pensamientos de “José Martí”, cuando escribió:
“Los niños son los que saben querer.”
“Los niños son la esperanza del mundo.”

Fuente: La Habana, junio  1/2008 (Al Día)
Tomado de Infomed