Pero el estudio también dio cuenta de algunas buenas noticias: Los niños más grandes presentaron menos caries, y los adultos sufrieron menos padecimientos periodontales que en el pasado. Asimismo, un número mayor de ancianos conserva su dentadura.

"En general, podemos decir que la mayoría de los estadounidenses percibe una mejora en su salud bucal", dijo Bruce Dye, médico del Centro Nacional de Ciencias de la Salud y el principal autor del estudio.

Los expertos están preocupados por la incidencia de caries en los dientes de los niños de entre 2 y 5 años. El problema se incrementó a 28% en el periodo que va de 1999 al 2004, en comparación con el 24% observado entre 1988 y 1994, según el informe.

La erosión del esmalte dental en los infantes fue un problema en decremento durante 40 años. Algunos estudios han sugerido que la tendencia bajista habría terminado, pero el nuevo reporte contendría las primeras pruebas estadísticas significativas de que el descenso se ha revertido.

Una razón es que los padres de familia proporcionan a sus hijos más golosinas procesadas que en el pasado, y más bebidas embotelladas --incluida agua-- en vez del agua fluorada del grifo, dijo Dye.

"Ellos recurren más a las golosinas de frutas, los jugos en envases de cartón, los dulces y las gaseosas" para la alimentación de los preescolares, añadió.

Otros expertos coinciden en que la dieta explica al menos parte del incremento en el problema de caries infantil.

"Los mismos factores que contribuyen a la epidemia de obesidad pueden incidir en la caries dental", dijo Gary Rozier, un dentista que imparte la cátedra de políticas públicas de salud en la Universidad de Carolina del Norte.

Una atención dental inadecuada podría influir también en el problema. La caries dental en los niños pequeños puede formarse muy rápidamente, y los padres deben llevar a sus hijos al dentista desde que cumplen un año, dijo el doctor Joel Berg, presidente de la junta del Departamento de Odontología Pediátrica en la Universidad de Washington.