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jueves, 18 de abril de 2024

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Revista PUV_Revisiones Bibliográficas1

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 Volumen 1. No.1. Año 2006

Artículo de Revisión

 

RECUENTO Y REFLEXIONES ACERCA DEL ABORTO.

 

Aliño Santiago, Miriam (*)       
                Marrero Aliño, Mayela (**)      
                López Esquirol, J. (***)            
                Navarro Fernández, R. (****)  

 

RESÚMEN:

Se realiza una breve revisión bibliográfica que recorre la práctica del aborto voluntario por la humanidad, mostrando diferentes puntos de vistas y posturas éticas en distintas épocas y países. El derecho de la mujer de acceder al proceder, así como sus limitantes a través del tiempo, se reseñan. Abordamos la historicidad del aborto en Cuba, respecto a lo cual se hacen algunos análisis. La morbilidad y mortalidad materna asociadas al evento se mencionan. Particular tratamiento se brinda a la educación sexual, como deber social, con diseño participativo de la población, en la prevención de conductas abortistas, en particular ente la población adolescente. La importancia del enfoque de género queda señalada. El comportamiento de las tasas de aborto en los últimos años en Cuba, se presenta.              
Palabras clave: aborto inducido,  derechos de la mujer, conductas abortistas, mortalidad materna, adolescencia, educación sexual.


INTRODUCCIÓN:


Tan antigua como la organización social de los seres humanos, es la práctica del  aborto, apreciado de múltiples maneras, a lo largo de su historicidad. (1)
La ilegalidad del proceder, vigente en muchos países, ha resultado una negativa influencia sobre la salud femenina, además de constituir una violación de sus derechos reproductivos. En aquellos lugares, donde no es ilícito, se han ido adoptando medidas para disminuir sus riesgos y buscando alternativas novedosas, que contribuyan a la reducción de los eventos mórbidos y la mortalidad, que se le se asocian. Probablemente un efecto indeseado y no pretendido del libre acceso y la confianza en el proceder, es que las mujeres y parejas con comportamientos sexuales irresponsables, lo emplean innecesaria y excesivamente.
Legal o ilegalmente, se continúa practicando en el mundo, con frecuencia creciente, la mayoría de las veces para interrumpir embarazos evitables.


DESARROLLO:


Antecedentes Históricos

Las sociedades originales, tenía posiciones muy abiertas ante el aborto, siendo  practicado antes de nuestra era, en particular, entre las culturas primitivas de modelo patriarcal, tolerancia, que se mantuvo a través de un largo período. En la  Antigua Grecia, sustentado en la carencia de alma del feto, no se consideraba punible. Argumentando la preservación de la estructura social, se adoptaron posturas permisivas, en casos de incesto, padres de avanzada edad o familias que ya reproducidas razonablemente, desearan  limitarse.
El feto era considerado parte corporal materna y en un principio, dada la condición de minusvalía de la mujer, se le otorgaba al hombre la facultad de decidir su destino. Con el decursar del tiempo, ésta fue siendo reconocida como opción de la grávida.
En Roma surge, a posteriori, la represión ante su práctica, transitando el aborto, desde temprano, de la libertad, a la reprimenda.
La Iglesia tuvo posiciones muy críticas ante él y al menos, desde el siglo II, las abortistas, fueron severamente castigadas. Desde el punto de vista eclesial, se consideraba que el aborto era un asesinato, cuando se practicaba la interrupción del embarazo, tras la animación del cuerpo por el alma, límites que fueron establecidos, habiendo experimentado variaciones en función del sexo del feto, las épocas y la  viabilidad.
Aún, cuando como dijimos, la Iglesia, en un principio aceptó el aborto, realizado previamente a la animación del cuerpo por el alma, en el año 1588, da un giro radical en su posición y proclama la no excepción en su criminalidad. Después,  reasume el tema de la animación, y regresa, más adelante, al dictamen de excomunión en cualquier caso, alegándose que la vida fetal en todo momento, era sagrada, Desde entonces, el catolicismo, mantiene oposición inflexible ante la práctica abortiva.
Dado que el aborto voluntario, no es un problema médico, sino un asunto de connotación sociocultural, se favoreció por las corrientes que dominaron el pensar del siglo XVIII,  en cuyas postrimerías y principios del XIX, se promueve que no sea “punible” y se revitaliza la libre opción femenina, ya antes considerada. En los albores del siglo XX, en Suiza se plantea consentirlo, bajo ciertas premisas. Otros factores que lo avalaron fueron las doctrinas eugenésica y feminista. La Unión Soviética, en 1920, legaliza el aborto institucional, considerando que proscribirlo, llevaba a su realización en condiciones menos seguras. En tanto en Estados Unidos, pasado medio siglo, se sucedían debates entre la no aceptación y el libre acceso. (2)
Los más de 40 millones de abortos que se realizan cada año en el orbe, dan prueba fehaciente, de que mientras la polémica mundial continúa, también se perpetúa su práctica.


Aborto, Morbilidad y Mortalidad Maternas

El aborto espontáneo, excepcionalmente ocasiona morbilidad y mortalidad maternas (1,3), no así, el inducido, tributando un importante aporte a éstas, en especial donde es ilícito. Pero debemos enfatizar, que el problema no se ciñe al aborto “inseguro”, puesto que el "seguro", no exime de morbilidad y mortalidad. Una investigación efectuada en nuestro país referida a 1 273 procederes, mostró, una tasa de complicaciones de 2,3 x 1 000 interrupciones realizadas, siendo el aborto incompleto la más frecuente y la  perforación uterina, la más grave. (4)
Como alternativa, aparece el aborto farmacológico, usando en nuestro medio, el Misoprostol, por su efecto uterotónico. Aunque calificado de inocuo y eficaz, un estudio realizado en 141 mujeres, sometidas al proceder, señaló que el 6,4 %, requirió curetaje, y adicionalmente se observó un descenso de la hemoglobina que fue estadísticamente significativo. (5)
En lo psicológico, el aborto inducido, puede ocasionar reacciones negativas, más, entre adolescentes, como la angustia y la tensión, que a veces llegan a ser psicotraumatizantes. (6) Por consiguiente el proceder, nunca está libre de amenazas a la salud (7), siendo la más temida, la defunción materna, que ocurre con una frecuencia superior, al ejecutarse fuera de las condiciones elementales.
La dimensión de la mortalidad materna, de algún modo, expresa la probabilidad de morir de una embarazada, tragedia, que afecta más a los países en desarrollo, (8) sin decir que la mortalidad oculta, incrementaría significativamente las cifras.
En muchos países, los desafíos enfrentados al decidir un aborto, son enormes, ya que se acude al recurso ilegalmente, y si se sufren complicaciones, el acceso a servicios de salud, de existir, es arriesgado, lo que puede determinar, concurrencia tardía.
En América, por ejemplo, donde el aborto es ilegal en casi todos los países, esta situación es común (9). Debido a la toma de conciencia sobre el asunto, en intercambios con autoridades sanitarias en foros internacionales, supimos, que parece ser, que en algunas naciones de la región, al asistir a una mujer por complicación de aborto ilegal, no se ejerce coacción sobre ella, para evitar el freno a la búsqueda de asistencia por evadir problemas judiciales.
Las esperanzas, respecto al impacto sobre la mortalidad materna por aborto ilegal, en estos lugares, se depositan en la anticoncepción eficaz. Soluciones que creemos, contribuirán a su contracción, pero que son parciales, porque somos del criterio que el problema es mucho mas complejo, puesto que además de que la anticoncepción puede fallar en un porcentaje (10), tampoco se garantiza el acceso a ella y cuando hablamos de acceso, nos referimos a lo económico, geográfico, cultural, religioso y social, de manera que las mujeres se colocan en un callejón sin salida, porque las mas pobres y de menor nivel educacional, ni acceden a la planificación familiar, ni pueden utilizar servicios garantes de un aborto “seguro”.
Punto álgido, es el incremento de embarazos en adolescentes, en particular entre las capas sociales mas desfavorecidas (11), lo que propende a aumentar el aborto y  las tasas de  morbilidad y mortalidad materna y perinatal. (12)


Aborto en Cuba.  Antecedentes y Actualidad. 

En el código penal publicado en 1879, se recoge el antecedente legislativo más remoto del aborto en Cuba, el que estuvo vigente hasta 1936, en que aparece el Código de Defensa Social, estipulando, el aborto intencional,  pero socorrido por: causa terapéutica, razón de honor o el eugénico, con anuencia de los padres, como no punitivo. Por él nos regimos hasta 1959.  
Llama la atención que tres años después de haber sucedido en Cuba, es que en España, se legitima el aborto honoris causa, aunque las posiciones flexibles, se sucedían allí, desde 1806, lo que quizás haya abonado el camino para estos acontecimientos. Si analizamos lo referido, parece juicioso pensar que estas circunstancias, de algún modo, pueden habernos permeado, desde antes del nacimiento de la nación, con la semilla de la práctica abortiva,  
En el 59, deja de realizarse el aborto voluntario institucional, lo que se tradujo en incremento de la mortalidad materna, por ejercicio ilegal y maniobras abortivas de las propias mujeres. En 1965 es institucionalizado (1) y en el 87, se plantean como figuras legales sancionables: proceder sin consentimiento de la mujer, realizarlo fuera de instituciones oficiales, efectuarlo por personal no  médico o hacerlo con fines de lucro. (2) Desde entonces, no existen restricciones para acceder al aborto, salvo las emanadas del traspaso de la edad gestacional tope y los aspectos mencionados (1). El respaldo institucional al aborto, no significa, que las políticas se  encaminen a propiciarlo innecesariamente. Lo que se pretende es impedir su práctica ilegal y respetar los derechos reproductivos. Simultáneamente a la no penalización, se promueve la educación sexual, como la más eficaz  alternativa de evitarlo. Creemos, que todavía se hace uso  indiscriminado de él, quizá porque por tradición, se ha interpretado como método de regulación de la fecundidad, lo que es uno de los principales retos que enfrenta la tarea educativa, en un país donde ha existido de antaño, lo que podría considerarse una cultura del aborto. No obstante, vale destacar que la principal determinante en el comportamiento de nuestra fecundidad es la anticoncepción, que cada vez se utiliza más por la población cubana. A pesar de que el aborto, aún representa un problema, porque parece ser, un valor que todavía va de unas a otras generaciones, las tasas han descendido de manera sostenida desde hace más de 20 años.
 

Fuente: Dirección Nacional de Estadísticas. MINSAP

Por adición, si bien es cierto, que sigue estando presente, como causal de mortalidad materna, ha disminuído notablemente. (11)


Educación Sexual y Aborto

Investigaciones efectuadas en la década del 90, dirigidas a explorar comportamientos sexuales entre adolescentes, mostraron interesantes resultados: la mayoría mantenían vida sexual activa, el antecedente de abortos se halló, en 88,1 % del total de las féminas, que tenían relaciones sexuales,  habiendo el 29,5 % recurrido al recurso, mas de una vez. Le siguió la regulación menstrual y los embarazos no interrumpidos. La población estudiada percibió, como pobre, la información recibida sobre  sexualidad en sus centros educacionales. (12) Se significó precocidad en las relaciones sexuales, (11, 13) y una actitud, para evitar el embarazo, no consecuente, considerando inadecuada la educación sexual a adolescentes y madres, muchas de las cuales, vieron en la regulación menstrual, un método de planificación familiar. (14)
De tal concepto se deriva, la apreciación del aborto y embarazo, como problemas, pero no, las conductas sexuales que le dan origen, de lo cual se infiere que la valoración de la precocidad en la actividad sexual, no constituyó lo más relevante para las personas entrevistadas. Problemáticas como éstas, han hecho que se continúe prestando especial atención al asunto, partiendo de una perspectiva, cuyo referencial es el desarrollo humano integral y la promoción de salud.
En Cuba, es posible que de cierta manera las garantías del aborto, la no sanción social, ni penal, adicionadas a otros factores que fueron también reguladores en contextos históricos anteriores como la religión y que no tienen significancia en la actualidad, sean elementos susceptibles de jugar un papel, en su incidencia. Ha habido mucha ocupación en la reconstrucción articulada a la realidad del sistema de valores, en la que a la vez que se educa en el respeto a los derechos sexuales y reproductivos, se hace también en la necesidad de ejercerlos responsablemente.

Un sector en el que se enfatiza, es la familia, porque las huellas de sus tradiciones y normas, se expresan en la conducta sexual de sus miembros, ejemplo de esto es la investigación realizada con adolescentes, en que se halló el carácter repetitivo del aborto, influído por la incompleta transmisión de valores en la comunicación familiar. (12)

Contrariamente a otras, algunas investigaciones arrojan que la mayoría de las adolescentes que recurren al aborto son estudiantes (15). El factor “bajo nivel escolar”, entre nosotros, no parece ser determinante.
El afloramiento, cada vez más anticipado de relaciones íntimas (16), conduce a la discordancia creciente entre capacidad de fecundación y /madurez biopsicosocial y sus consecuencias. Investigaciones, con adolescentes cubanas abortistas, evidencian conocimiento superficial de anticonceptivos, establecimiento de relaciones de pareja simultáneas y fortuitas y reincidencia en esta práctica, que emplean como método de regulación de la fecundad. (12,17)
Los medios de comunicación masiva, que en diversos lugares, divulgan métodos anticonceptivos, consecuencias de la maternidad/paternidad precoz y características de las infecciones de transmisión sexual, sería muy útil que informaran más de la morbilidad a  corto, mediano y largo plazo de la práctica abortiva.
La preocupación por la Salud de la Adolescencia es creciente (18), en especial en materia sexual y reproductiva, existiendo controversias en diversos temas. (19), pero consenso en  establecer programas de ayuda en este ámbito. (20)
Se labora en la educación de adolescentes, progenitores y maestros, y en lograr la participación comprometida de toda la sociedad (21). Participación huérfana de desigualdad evitable e injusta. (22), como la emanada del género (23). En nuestra opinión, cobra singular interés en el caso que nos ocupa, ofreciendo variadas lecturas del problema. 
La sexualidad, debe, lejos de ocasionar  daños a la salud, contribuir a ella. (24,25), pero para que así sea, las generaciones antecesoras deben tomar conciencia del imperativo de prepararse para a través del ejemplo y fomento de valores, transformar comportamientos abortistas, en las sucesoras, lo que redundará en beneficio de la salud reproductiva, la vida y la calidad de vida de las mujeres, además de disminuir los gastos en salud, por este concepto, que pueden ser útiles a otros fines.


CONCLUSIONES:

La práctica del aborto, es un problema de salud que atañe a la humanidad y que tiene consecuencias indeseables sobre la vida y la salud, particularizando la de la esfera  sexual y reproductiva, debiendo estar, los programas de educación sexual encaminados, entre otros aspectos, a reducir las conductas abortistas.
A partir de su surgimiento, hasta nuestros días, las posturas generadas por la práctica del aborto, han sido disímiles, en el mundo. Su carácter punible, no evita su realización y se asocia a condiciones de inseguridad, siendo causa importante de morbilidad femenina, no pocas veces mutilante de su capacidad reproductiva y de altas tasas de mortalidad materna.
La legitimación de su ejercicio institucional, es un derecho y reduce la morbilidad y la mortalidad por esta causa, pero no las elimina, siendo riesgoso, siempre, el proceder, por su potencialidad de daños a corto, mediano y largo plazo.
Las estrategias en salud sexual y reproductiva, deben encaminarse a la evitación de relaciones sexuales tempranas, desinformadas, y desprotegidas, sin olvidar, hacer notorio que el aborto a cualquier edad, no es solución, aunque existan servicios “seguros” y procederes “inocuos”.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

1. Mayo Abad, D. Algunos  aspectos histórico-sociales del aborto. Rev Cubana Obstet Ginecol 2002;28(2)
2. González Labrador, I. Algunas consideraciones sobre el aborto. La educación sexual como una alternativa en su prevención. Rev Cubana Med Gen Integr 2001;17(3):281-6
3. Diaz Diaz, Elva,  Factores de riesgo demográficos y sociales del aborto. Rev Cubana Salud Pública, ene.-jun. 2001, vol.27, no.1, p.26-35. ISSN 0864-3466
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5. Rodríguez Cárdenas, A. Uso de 800g de Misoprostol para inducir el aborto temprano. Rev Cubana Obstet Ginecol 2003;29(2)
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(*) Profesora  ISCM de La Habana. Especialista de segundo grado en Pediatría.
(**) Estudiante de Segundo año de Psicología de la Salud.
(***) Profesora ISCM de La Habana. Especialista de primer grado en Cirugía. Vicedecana de postgrado de la Facultad “Comandante Manuel Fajardo”
 (***) Especialista de primer grado en Medicina General Integral. Máster  en Salud Pública.


 

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