InfomedPoliclínico Docente Mario Muñoz MonroyPoliclínico Docente Mario Muñoz MonroyPoliclínico Docente Mario Muñoz MonroyPoliclínico DocentePoliclínico Docente Mario Muñoz MonroyPoliclínico Docente Mario Muñoz MonroyPoliclínico Docente Mario Muñoz MonroyPoliclínico Docente Mario Muñoz MonroyPoliclínico Docente Mario Muñoz MonroyPoliclínico Docente Mario Muñoz Monroy
jueves, 18 de abril de 2024

 Página Inicial
Policlínico Docente Dr. Mario Muñoz Monroy



Día Internacional de la Enfermería.

       

Florence Nightingale (1820 - 1910)

Florence Nightingale (1820 - 1910)

Enfermera italiana, reformadora del sistema sanitario

 

 "Que hay cinco puntos esenciales para asegurar la salubridad de las viviendas: el aire puro, agua pura, desagües eficaces, limpieza y luz "

Florence Nightingale

A propósito del Día de la Enfermería...  

¿Quién fue Florence Nightingale?

Todos los años, el mes de mayo les trae a las enfermeras y enfermeros de Cuba la alegría de celebrar una jornada en su honor. Pero, ¿sabe usted, amigo internauta, por qué se escogió precisamente el 12 de mayo como Día de la Enfermería? Pues porque ese día de 1920 nació en Florencia, Italia, Florence Nightingale, considerada el emblema de esa noble y consagrada profesión a nivel internacional.

Sus padres la bautizaron como Florence en honor al nombre de la ciudad que la vio nacer. La niña creció como hija de una familia inglesa acomodada y rodeada de lujos. En 1837, cuando Florence contaba con 17 años, empezó a visitar las viviendas de personas pobres y enfermas tratando de apoyarlas a mitigar sus penas. Esta conducta no era bien vista por sus padres, porque ella prefería hacer sus visitas a los enfermos que acudir a fiestas y reuniones de sociedad.

La vocación de Florence no era ni mucho menos excéntrica para la época, pues se correspondía con las convicciones de su padre. Por ejemplo, su progenitor, Sir William, estaba fuertemente involucrado en el movimiento contra la esclavitud y era partidario de que las mujeres debían tener una buena educación. Por tal motivo, Florence y su hermana aprendieron latín, griego, historia y matemáticas teniendo como maestro a su padre y a su tía. Sin embargo, a su madre Fanny le preocupaba encontrar un buen marido para sus hijas, despreciando los conocimientos adquiridos por Florence. Ella tenía el firme propósito de casarla aduciendo: “¿Qué utilidad tendrían las matemáticas para una mujer casada?” Por ello se indignaba cada vez que Florence rechazaba a los candidatos propuestos y su fuerte inclinación por el servicio público.

Al llegar a los 23 años descubre su verdadera vocación, comunicándoles a sus padres su deseo de convertirse en enfermera. Su deseo encontró fuerte oposición, debido a que esta profesión no era bien vista en la sociedad y se asociaba con las mujeres de clase trabajadora. Al convencer a sus padres de que no iba a cejar en su intento de convertirse en enfermera, su padre la inscribe en los mejores colegios, no sólo de Inglaterra, sino de varios países, por lo que inicia sus estudios en el Instituto de San Vicente de Paúl, en Alejandría, Egipto. Luego continuó en el Instituto para Diaconisas Protestantes de Kaiserswerth, Alemania.

Mientras cursó su carrera de enfermera tuvo la oportunidad de visitar diferentes hospitales en Italia y Egipto, observando las diferencias y necesidades que se vivían en los hospitales. Las notas de esas visitas rieron origen a sus dos libros Notas de Hospital y Notas de enfermería, ambos publicados después de 1859 con ayuda de algunos amigos del periódico londinense TIMES.

En 1852 consiguió trabajo de Administradora en un pequeño sanatorio para damas inválidas en la calle de Harley, en Londres, Inglaterra. En esa época pudo demostrar su eficiencia y capacidad transformando este pequeño sanatorio en uno de los mejores hospitales de Inglaterra.

En 1854 estalló la guerra franco-rusa en Crimea. Tras escuchar noticias acerca de las deficientes condiciones sanitarias que imperaban en el Hospital de Üsküdar, envió una carta al Secretario de Guerra británico ofreciendo sus servicios como voluntaria. Al recibir una respuesta afirmativa, emprendió el viaje acompañada de 38 enfermeras al frente de batalla. Al llegar a Crimea pudieron constatar el deplorable estado en el que se encontraba el hospital, que no era otra cosa que Galeras con catres amontonados y cero limpieza, con mala comida y casi sin medicinas. A pesar de contar con pocas enfermeras llegaron a atender a más de 5 000 heridos. Ante tal situación escribió al Secretario de Guerra para solicitar su apoyo, de esta manera pudo arreglar el hospital y con su ejemplo y capacidad reclutó a todo un ejército de enfermeras voluntarias, bajando considerablemente la tasa de mortalidad entre los enfermos y heridos. Al terminar la guerra en 1856 regresó a Londres en donde fue recibida con mil honores; sin embargo, rechazó el premio como heroína nacional diciendo: “Sólo he cumplido con mi deber como ser humano”.

Uno de los grandes aportes que hizo a la organización del trabajo en la salud fue el desarrollo de la fórmula de modelo de estadística hospitalaria, para que los hospitales recolectaran estadísticas confiables de natalidad, morbilidad y sus causas; para ello aprovechó sus conocimientos en matemáticas inventando incluso un sistema de logaritmos; base principal del estudio estadístico que sirve para representar numéricamente un fenómeno social, mismo que podía ser medido y analizado, proporcionando un marco de organización para controlar, aprender y con ello mejorar la práctica quirúrgica y hospitalaria. Además de ello, inventó el sistema de representación gráfica de datos denominado el diagrama de Área Polar, muy parecido a la representación gráfica que hoy conocemos como de pastel. Su libro Notas de hospital se convirtió en el libro de texto para enfermeras traducido en multitud de idiomas.

Antes de iniciarse en la enfermería, Florence trabajó como tutora de niños en la especialidad de matemáticas, elaborando planes de clase en los que se incluían problemas de la vida diaria de los niños que ella enseñaba. Su método de enseñanza se basaba en el cuestionamiento, el análisis y la obtención de conclusiones.

Probablemente se le puede considerar una de las propulsoras del movimiento feminista al cuestionar el rol de la mujer, planteando la necesidad de que las mujeres se instruyan: “Se supone que las mujeres no deben tener una ocupación suficientemente importante para no ser interrumpidas; ellas se han acostumbrado a considerar la ocupación intelectual como un pasatiempo egoísta y es su deber dejarlo para atender a alguien más pequeño que ellas.”

En 1860 con un fondo recolectado como tributo a sus servicios en Crimea, fundó la escuela y hogar para enfermeras Nightingale en el Hospital St. Thomas de Londres, la inauguración de esta escuela marca el inicio de la formación profesional en el campo de la enfermería; gracias a sus esfuerzos la enfermería ha sido una profesión médica con un elevado grado de formación e importantes responsabilidades.

A pesar de su dinamismo y entusiasmo, Florence conoció los rigores de las enfermedades, en 1872 se retiró del servicio activo; en 1895 quedó ciega y más tarde perdió otras facultades, al grado de que recibió cuidados de tiempo completo. Estando completamente inválida vivió otros 15 años más; durante este tiempo, en 1908, le otorgaron la medalla al mérito, honor rara vez otorgado a una mujer. El día 13 de agosto de 1910 fallece Florence a la edad de 90 años.

La vida de Florence Nightingale fue apasionante y comprometida con una profesión bella y floreciente, pero a la vez muy sacrificada al grado que prefirió el servicio público que la propia satisfacción personal de formar una familia propia al lado de esposo e hijos.

Luchadora incasable de su propia libertad y oportunidad de adquirir conocimiento, oportunidad que pudo obtener al provenir de familia acomodada, quizás por ello pudo obtener apoyos de personas importantes como el Ministro de Guerra, claro está que en el desempeño de su trabajo contó mucho su esfuerzo, eficiencia y tesón, en una época en que imperaba la discriminación de la mujer, no olvidemos que parte de su ideología es heredada por un padre de ideas liberales para su tiempo.

Su mayor aportación es, sin duda, la dignificación de la profesión de enfermería y la formación de enfermeras con alto grado académico y responsabilidad médicas; así como también, los primeros estudios estadísticos hechos en hospitales, mismos que como sabemos en la actualidad son de gran importancia para los estudios clínicos y diagnósticos que elaboran los médicos.

Sin embargo, y de acuerdo a la información que recopilamos se da a conocer que ella menospreciaba en mucho la labor efectuada por los primeros médicos mujeres, considerando que la profesión del médico debía ser única y exclusivamente del hombre; es por ello que las pocas mujeres médicos de ese tiempo recibieron muy poco apoyo por parte de ella, pudiendo observar aquí una discriminación de la mujer por la mujer misma, situación que en la actualidad aún perdura en muchos ámbitos laborales.

 

Imprimir Artículo
: Editora Principal. Profesora Auxiliar, Msc. Atención Primaria de Salud | Policlínico Docente “Dr. Mario Muñoz Monroy” - MINSAP | Calle 5taC, e/ 492 y 494 Habana del Este, Ciudad de La Habana, 19120, Cuba. | Telefs: (537) 7967053 y (537) 7967550, Horario de atención: 8:30 a.m. a 4:30 p.m., de Lunes a Viernes