¿De los siguientes planteamientos señale los síntomas o signos sugestivos de adenoiditis crónica?
a. Respiración bucal
b. Paladar ojival
c. Obstrución nasal
d. Deformidad buco-facial
e. Roncador habitual o sleep apnea
f. Trastornos del desarrollo
g. Otitis a repetición
h. Hipoacusia
Respuesta:
Todos
Las amígdalas y adenoides forman parte del anillo de Waldeyer, tejido linfoide situado en la bucofaringe y nasofaringe, entrada de las vías aerodigestivas. Su función básica es producir anticuerpos para mediar la protección inmunitaria y el mecanismo de defensa contra la infección. Por su localización anatómica representan la primera zona de contacto a microorganismos y sustancias antigénicas existentes en el alimento y en el aire inhalado; además, son la primera línea de defensa contra agresores exógenos.
Dichos tejidos linfoides sufren hipertrofia en los primeros años de la infancia y alcanzan su volumen máximo aproximadamente a los cuatro años, después de la pubertad empieza su involución y al llegar la vida adulta casi desaparecen.
La íntima conexión de este componente linfoepitelial hacia estructuras vecinas, oído y nariz, condicionan que la inflamación e infección recurrente de amígdalas y adenoides, causen difusión de diversos microorganismos para producir disfunción de la trompa de Eustaquio, otitis media, rinosinusitis recurrente, bronquitis, cambios en el crecimiento facial y apnea obstructiva del sueño, que finalmente pueden ocasionar cor pulmonale y la muerte por diversos grados de obstrucción del tejido linfoepitelial.
Fuente:
María Estela Chávez Delgado et al. Comorbilidad en adenoamigdalitis crónica e hipertrófica. Estudio de 3600 casos. Rev Med IMSS 2005; 43 (2): 103-116
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