El 17 de Marzo, a los 92 años de edad falleció el Doctor en Ciencias Médicas Joaquín Pascual Gispert, considerado el padre de la Neuropediatría cubana, quien realizó aportes científicos vinculados al diagnóstico y tratamiento de la epilepsia, errores congénitos del metabolismo, retraso mental, defectología y autismo.

Diagnosticó por primera vez en las Américas un caso de Meningitis Eosinofílica producida por el angioastrongilus Cantonensis, así como un Síndrome West.

Pascual Gispert nació el 10 de abril de 1913, en Colón, Matanzas. Se graduó de Doctor en Medicina en 1941 en la Universidad de La Habana, y desarrolló los primeros años de su vida laboral en su provincia natal.

Al triunfo de la Revolución fue nombrado Director del Hospital Provincial de Matanzas, donde se destacó por la creación de la Primera Escuela de Enfermeras y su activa participación al frente del Hospital de Campaña durante los combates de Girón.

A solicitud del Ministerio de Salud Pública, se trasladó a La Habana en 1962, ocupó el cargo de director del hospital "Pedro Borrás Astorga", se inició como profesor de la Universidad, donde colaboró en la organización de la Escuela de Medicina y en 1963 contribuyó a la organización del departamento de Pediatría de la Universidad de Oriente.

En ese mismo año se incorporó a las filas del Partido Comunista de Cuba y posteriormente fue designado director del capitalino Hospital "William Soler", en el que se distinguió por su carácter innovador.

En 1992 le fue otorgada la condición docente especial de Profesor de Mérito y en 1997 es nombrado Profesor Consultante de la Facultad de Ciencias Médicas Finlay Albarrán.

Durante su fructífera trayectoria, el profesor Gispert fue merecedor de las Distinciones "Manuel Fajardo", y la de 10 años en la Educación, las Medallas 250 Aniversario de la Universidad de La Habana, la XX Aniversario de Playa Girón, la "José Tey" y la Orden "Carlos J. Finlay".

Publicó más de 40 trabajos científicos nacionales e internacionales y tres libros de texto.

Desempeñó diversas responsabilidades en instituciones de salud y en la docencia médica. Era miembro del Grupo Nacional de Pediatría, Miembro de Honor del Grupo Nacional de Genética, del Grupo Multidisciplinario para el Estudio del Autismo y, hasta poco antes de su deceso, se mantuvo en activo como consultante del Hospital "Juan Manuel Márquez" y del Ministerio de Salud Pública.

Por su notable contribución, valiosos hallazgos científicos y la formación de un gran número de especialistas en neurología, el doctor Gispert es reconocido como el Padre de la Neuropediatría Cubana.