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Medicina Natural y Tradicional



Determinación de la miel como medicina reconocida

 
Molan PC. J Am   Apitheraphy Soc [Revista electrónica] 2000. [Citado 2 de abril 2003]; 7(1).


abejaLa miel está empezando a ser aceptada como un agente terapéutico reputable y eficaz no sólo por médicos de la medicina convencional,   sino por el público en general.  Esto ha sido una consecuencia del creciente conocimiento público tanto de los buenos resultados clínicos por el uso de la miel para tratamiento,  como las explicaciones racionales por sus acciones terapéuticas. En  perspectivas de establecer el estatus de la miel  como medicina, debe haber una combinación de la investigación escrita y de laboratorio para obtener evidencia y explicaciones de su efectividad terapéutica y tanto los médicos como el público en general se debe educar  con respecto a los resultados de esta investigación.  De manera creciente la profesión médica requiere decisiones basadas en la evidencia para las opciones terapéuticas. 

Hay mucha información en la literatura médica que indica que la miel se emplea eficazmente como vendaje para heridas, quemaduras y úlceras de la piel:  rápidamente se reduce la inflamación, el  edema  y el dolor; asi como también, el mal olor; se induce la muda del tejido muerto de manera que no es necesario eliminar dicho  tejido  quirúrgicamente; la recuperación ocurre  rápidamente con un mínimo de cicatrtices  y no se necesita injerto de piel;  la infección se elimina rápidamente también.   La miel tambén propicia un medio húmedo que activa el crecimiento del tejido nuevo de la piel.  Aunque el medio húmedo también favorece el crecimiento de bacterias que producen infección, las propíedades antimicrobianas de la miel evitan que se produzca  infección. Sin embargo, a diferencia de otros antisépticos, la miel no es perjudicial para los tejidos y realmente acelera el crecimiento del tejido nuevo para posibilitar la curación de  la herida.

La mayoría de los médicos no se han percatado de la variación marcada en la potencia de la actividad antimicrobiana de la miel.  Esta varía fundamentalmente  debido a   diferencias en la cantidad de peróxido de hidrógeno generado; pero a veces se debe a  componentes antimicrobianos adicionales de
fuentes  específicas de plantas. La miel de manuka (Leptospermun scoparium) por ejemplo, tiene un nivel excepcionalmente alto de actividad antibacteriana derivada de las plantas;  se ha detectado que  la especie de bacterias más comunes en la infección de   las heridas, el Staphylococcus aureus, es particularmente sensible a dicha actividad de esta planta. 
Todas las especies de bacterias  comunes  detectadas en  la infección de heridas  han sido  probadas como sensibles a ambos tipos de actividad antibacteriana en la miel, la química y  anaerobica.  La purificación  de la infección bacteriana de una herida es esencial para permitir que se produzca el proceso de  curación.  Pruebas recientes realizadas en colaboración con el Laboratorio Central de Salud Pública en Londres, Reino Unido a  muchas cepas de  bacterias resistentes a múltiples antibióticos, tales como el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, enterococci resistente a la vancomicina; asi como  el Acinetobacter baumarii han demostrado que estas bacterias no son  resistentes a  la miel.  (Estos  “supermicrobios” constituyen un problema clínico serio porque  las infecciones que producen  a menudo no se pueden tratar con antibióticos).

Mieles seleccionadas para niveles de mediano alcance de actividad antibacteriana se  utilizaron en todas las pruebas  para determinar la sensibilidad que tienen las especies de  bacterias que infectan las heridas con respecto a la miel.  Estas mieles  resultaron ser de 10 a 50 veces más activas que lo necesario para suprimir completamente el crecimiento de las bacterias probadas.  Aunque esto puede sugerir que otras mieles menos potentes serían las adecuadas para usarlas en heridas, se debería tener en cuenta que la miel se diluye en el suero exudado por las heridas y que la profundidad de penetración hasta un nivel eficaz de actividad antibacteriana depende de la fuerza de la actividad de la superficie.


El  peróxido de hidrógeno generado en la miel es el encargado de  realizar algunos de los otros efectos terapéuticos observados en el tratamiento de la herida.  Este estimula el crecimiento de las células encargadas de sustituir el tejido dañado y posee un efecto semejante a la insulina en las células que debe ser beneficioso  para el proceso de curación, ya que la insulina ayuda a la curación cuando se aplica en las heridas. El peróxido de hidrógeno también estimula el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos,  un primer paso clave  en la regeneración del tejido.  Sirve como mensajero entre diferentes tipos de células activas en la respuesta del sistema inmune del cuerpo contra  la infec-  
ción y activa las enzimas  digestivas de proteína en tejidos involucrados en el proceso de  curación.  Aunque el peróxido de hidrógeno generalmente es una sustancia inflamatoria, la generación enzimática en la miel produce sólo bajos niveles de la sustancia química.  Los antioxidantes en la miel tambén evitan la formación de radicales libres que son los responsables del efecto inflamatorio. Estos constituyen la explicación más probable de la acción antiinflamatoria de la miel.

La acidez de la miel y su contenido de azúcar, asi como otros nutrientes también son importantes en el  proceso de la curación. La acidificación de una herida evita que el amoniaco producido por el metabolismo bacteriano dañe los tejidos del cuerpo.  También activa la curación incrementando la liberación de  oxígeno de la hemoglobina de la sangre; la oxigenación de los tejidos es algo esencial para el crecimiento del tejido nuevo.

El suministro de nutriente es otro factor importante para el crecimiento del tejido nuevo, lo cual está  habitualmente limitado debido a la afectación por  lesión o infección  hacia la circulación subyacente.  La miel suministra a las células una serie de vitaminas, amino ácidos  y minerales, asi como suministra a los glóbulos blancos la glucosa necesaria para su “explosión respiratoria” que les permite destruir las bacterias.  Además, suministra nutrientes a las células extrayendo el suero a través del tejido por ósmosis. inducido por el alto conteido de azúcar de la miel.  Esto es lo que crea el medio húmedo, lo cual evita la deformidad que pudiera ocurrir de ser forzado hacia abajo el recrecimiento por una costra seca  en la superficie.

La miel crea una película de líquido entre los tejidos y el vendaje lo cual permite levantar el vendaje sin dolor y sin desgarrar las células recién desarrolladas. Mediante la reducción de la inflamación en el tejido inflamado alrdedor de la lesión, la miel también reduce  la causa primaria del dolor.  El contenido de azúcar de la miel elimina el olor desagradable  asociado con   quemaduras  importantes, asi como úlceras de la piel; ya que en vez de utilizar amino ácidos del suero y células muertas, lo cual  produce el mal olor de los compuestos de aminas y sulfuro, las bacterias de la infección utilizan el azúcar de la miel. 

Se realizan  investigaciones  sobre otros usos terapéuticos tradicionales de la miel:   para la  úlcera peptica, diarrea, infecciones oculares e infecciones de la garganta, con el fin de hallar evidencia de su efectividad.  Informes de ensayos clínicos señalan  que la miel es eficaz en el tratamiento de la úlcera péptica  y la diarrea;  asimismo,  un informe clínico acerca del uso de la miel para el tratamiento de  las infecciones oculares indica que el tratamiento es eficaz para estas infecciones también.  La investigación de laboratorio ha demostrado que las bacterias que causan  estas infecciones son sensibles a la acción antibacteriana de la miel. Se ha efectuado la investigación de laboratorio para establecer una base racional de ensayos clínicos utilizando la miel como tratamiento para infecciones de hongos de la piel, la proteccón de la salud dental, asi como el tratamiento de la mastitis en las vacas lecheras y  cabras.  En todas  estas situaciones se ha detectado que  los microorganismos involucrados son lo suficientemente sen-sibles a la acción antibacteriana de la miel para esperar un buen efecto terapéutico.  En la actualidad se están realizando ensayos clínicos para medir la efectividad de la miel como tratamiento en la mastitis del ganado lechero, asi como  heridas que persistentemente no se curan, eczema e infecciones oculares en seres humanos. 
                                               

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: Editor principal, Lic. en Bioquímica DrCs en Ciencias de la Salud | Dirección de Ciencia y Técnica, Vicerrectoría de Postgrado, Universidad Médica de La Habana | Ave. 25 y 146, Cubanacán, Playa, Ciudad de La Habana, CP 11300 Cuba | Teléfs.:(537) 2084115 y (537) 2083995, Horario de atención: lunes a viernes, de 8:30 a.m. a 5:00 p.m.


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