jueves, 25 de abril de 2024
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Medicina Natural y Tradicional



Los Microsistemas de la Oreja

 

Esta conferencia no pretende decir la última palabra ni hacer un derroche de erudición. Solo tiene por objetivo invitar a pensar, a dejar correr esa fantasía indispensable en la ciencia y en la vida para seguir adelante por un camino mejor. En tanto que invitación no se opone, no contradice: es una cordial bienvenida al mundo de lo que no ha sido aún; al territorio de lo posible; al paraíso de las hipótesis.
Recordemos a Niels Bohr cuando dijo: “Lo opuesto de una verdad profunda puede ser otra verdad profunda”.

Los Microsistemas del Organismo

En el organismo se han descrito un número considerable de microsistemas.
¿Qué es un microsistema?
Dentro del contexto de la Medicina China Tradicional, se ha concebido como “macrosistema”, al organismo en su totalidad , con sus tres grandes subsistemas:

a) El Xiang Zang, integrado por la esencia, la sangre, Qi, los líquidos corporales, los órganos sólidos y las vísceras huecas;
b) El Jing-luo o de canales y colaterales
c) El de los Estratos Energéticos, integrado por los Seis Niveles, las Cuatro Capas y los Tres Jiao.

Este responde y se expresa como totalidad en la totalidad a través de estos tres grandes subsistemas.
Pero existen representaciones en miniatura del organismo. Estas representaciones en miniatura tienen la facultad de reflejar las condiciones del macrosistema y de influir sobre él.
Estas representaciones en miniatura han sido descubiertas en las más variadas regiones de la superficie del organismo, como la cara, el cráneo, las manos, los pies, el abdomen, el pulso radial y, por supuesto, en la oreja.
En todos estos territorios se describe más de un microsistema, atribuyéndoles diferentes autores, diversos grados de eficacia, lo que ha determinado en la preferencia de cada uno en alguna medida.
Sin embargo, llama la atención de que en este caso se viola una Ley, un principio que pareciera inconmovible en todos los organismos vivos, cuando no en toda la Naturaleza, en todo el Universo: el principio de la economía.
La Naturaleza no derrocha, no duplica atributos y funciones innecesariamente. Las duplicidades están más cerca del error humano en la interpretación de los fenómenos que de la realidad misma. Los organismos vivos emplean siempre la vía más eficiente y más económica.
¿Por qué en este caso habría de violarse ese principio? ¿Por qué varios microsistemas para reflejar la misma realidad y obtener efectos casi idénticos?
¿Por qué no tenemos dos hígados, seis riñones, cuatro pulmones o dos corazones?
Cada neurona tiene funciones específicas. Ninguna sobra o está como dormida porque no la hemos aprendido a utilizar. Unas están en uso; otras constituyen una reserva indispensable para sustituir las que están en uso cuando se deterioran o mueren. Solo así están dotadas de una información histórica muy similar que permite que todo siga su curso sin evidencias significativas. Algunas se reproducen: solo las que deben guardar un registro temporal bien definido.
¿Por qué entonces varios microsistemas para reflejar y ejercer efectos sobre las mismas estructuras y funciones?
Albert Einstein tratando de atraer nuestra atención hacia una de las cualidades fundamentales de la Naturaleza dijo: “La naturaleza representa aquello que en matemática podemos imaginar como lo más sencillo”.

Uno de los colegas que más extensa y profundamente ha estudiado los diversos microsistemas del organismo es el norteamericano Ralph Alan Dale. Con una información, una experiencia y una base racional considerables, ha propuesto que cada uno de ellos es como un holograma del organismo. Si asumimos que el vocablo chino “Qi” puede hacerse equivalente con “energía” en uno de sus significados, “imagen holográfica” puede ser el concepto con que se puede expresar mejor una representación no sustancial del organismo que toma como soporte sustancial una porción determinada de ese mismo organismo. Pero estas holografías tienen además una característica especial, pues no son una representación pasiva. Implican una relación funcional biunívoca que puede manifestarse en sus efectos terapéuticos, en su capacidad de preservar la capacidad adaptativa del organismo en un nivel cercano a la idoneidad o en la posibilidad de expresar la calidad del estado funcional del organismo.
Este holograma no debe comprenderse como una fotografía, sino como una representación del organismo, no necesariamente idéntica ni con todos sus atributos. Y hay algo más. El holograma que nos dan los microsistemas no es una imagen congelada, sino un reflejo de la realidad actual que está en incesante movimiento, al igual que su representado. Ese movimiento se manifiesta en las cualidades del reflejo que condicionan variaciones en su nitidez y en su eficiencia. Son, por consiguiente, la expresión de una relación recíproca entre dos manifestaciones de una misma realidad: la manifestación sustancial y la no sustancial de un fenómeno natural, de un organismo vivo.
¿Por qué entonces más de un holograma? ¿Será que estamos en presencia de un mismo holograma dotado de una modalidad de movimiento en extremo versátil, o serán varias expresiones holográficas de un mismo organismo que se manifiestan más o menos definidamente en función de las cualidades intrínsecas del individuo y de sus interacciones con el entorno?
Sinceramente, lo que nos parece más cercano a la lógica del Universo es la segunda probabilidad. Pero lo más importante es que su movilidad y su relación biunívoca con el organismo nos lleva de la mano a considerarla como una forma de realidad virtual con capacidad interactiva con el fenómeno que refleja.

Algunos autores consideran que diferentes representaciones deben encontrarse en diferentes niveles espaciales cada uno, pero esta no es una condición indispensable de este tipo de fenómenos. Si pensamos en una imagen holográfica, de hecho este problema deja de tener importancia: todas pueden encontrarse en un mismo plano.
¿Cómo se expresan todos, si todos están en un mismo plano?
Pues como lo hacen los hologramas policromos, por resonancia. Si cada uno, por ejemplo, tuviera un estado de resonancia específico, cada uno se expresaría con plena nitidez en circunstancias tan precisas como específicas. En la medida que las condiciones del organismo se alejen del espectro específico de resonancia de un holograma, éste se haría cada vez menos nítido, reflejaría peor sus cualidades y se haría menos eficaz, a la vez que en otro u otros estaría ocurriendo un efecto inverso.
¿Por qué hablar de resonancia? ¿Con qué fundamento se habla de resonancia?
Para no extendernos innecesariamente, mencionemos solo dos muy conocidos: la resonancia magnética nuclear y el Efecto Kirlian. El llamado “Efecto Kirlian” pone de manifiesto un fenómeno de resonancia, fenómeno que varía según la frecuencia a que se someta el organismo vivo o según varían las condiciones del organismo observado en presencia de una frecuencia constante.

En el estado de la salud del ser humano intervienen condiciones internas o específicas del organismo, y condiciones externas, influencias de amplia diversidad que nos llegan desde el medio circundante. Entre ambas, las que llevan el peso mayor en el determinismo son las de carácter endógeno, lo que se expresa en la gran variedad de respuestas ante condiciones similares. En el caso de una persona bajo tratamiento por “Medicina Externa”, una de estas “condiciones externas” es el terapeuta. En un trabajo realizado en mi país hace unos 10 años esto se hizo evidente.
Se formaron dos grupos de 14 personas cada uno, de los que siete eran de cada sexo, y se formaron dos grupos de terapeutas integrados uno por dos hombres y el otro por dos mujeres. Se midieron los potenciales evocados con la manipulación de las agujas en los puntos Neiguan (Pc-6) y Hegu (IG-4) con un equipo capaz de detectar confiablemente magnitudes del orden de los 0.0001 voltios. En cada paciente se hicieron tres mediciones en tres días diferentes.
Al insertar al aguja, en todos los casos se producía un fenómeno bifásico que se interpreto como consecuencia de la fricción de la superficie de la guja con los tejidos durante la inserción.
En el grupo de terapeutas del sexo masculino, al manipular las agujas en el brazo izquierdo, si se hacían girar la aguja en el sentido de las manecillas del reloj, la tendencia fue a elevarse el voltaje sin excepción, mientras que al manipularla en sentido inverso, la tendencia fue la opuesta. Al hacer una experiencia similar en el brazo derecho, el comportamiento fue el inverso.
Cuando los terapeutas del sexo masculino aplicaban las agujas a las mujeres, el brazo derecho se comportaba como el izquierdo en los hombres y el izquierdo como el derecho.
Cuando quien aplicaba las agujas era una mujer, el comportamiento de los sujetos del sexo masculino y femenino se invertía.
Esto se comportó como una Ley. En todos los casos y en todas las aplicaciones que se efectuaron a cada uno, el resultado fue el mismo, aunque las magnitudes de los registros variaron.
La única conclusión que se pudo sacar, dada las características de la experiencia fue que la acupuntura es un fenómeno en el que intervienen tres factores en sus resultados:

a) el paciente
b) la aguja
c) el terapeuta

Esto podría contribuir a explicar las diferencias en los resultados de los mismos esquemas terapéuticos aplicados por diferentes profesionales de la salud sin excluir otras condiciones externas, y nos ayuda a completar la comprensión de por qué los practicantes que asocian sus manipulaciones con la apropiada intención y con técnicas como la del Qigong, obtienen resultados superiores a los que se limitan a insertar agujas.

Los microsistemas u hologramas del organismo pueden dividirse, según su utilidad prevaleciente, en tres tipos:
1. Aquellos que solo tienen utilidad para el diagnóstico, como los que se localizan en el pulso radial y en el iris.
2. Los que solo se emplean con fines terapéuticos, como los descritos en el cráneo.
3. Y los con funciones tan eficientes en el diagnóstico como en la terapéutica, como los de la mano y la oreja.
Hasta donde hemos podido conocer, la mayoría de los microsistemas pertenecen al tercer grupo.

 La Oreja

Detengámonos finalmente en la oreja.

Diversos autores han ofrecido diferentes “versiones” acerca de los puntos y zonas biológicamente activos en la oreja. Dale, Nogier, Oleson y otros han interpretado este hecho como consecuencia de que en la oreja se superponen varios microsistemas.

En nuestra exposición hablamos de “Puntos” y “Zonas”.
¿Por qué mencionamos “Puntos” y “Zonas” en la oreja?
A modo de convención le hemos llamado “puntos” a las áreas energéticas de más pequeña extensión, digamos que de 4 ó 9 milímetros cuadrados o menos, y “zonas” a las de mayor extensión.

Son siete los microsistemas que pudieran describirse en la oreja. Estos son:
1. El sistema de “Microcanales Yang”.
2. El sistema propuesto por los autores chinos.
3. Las tres fases descubiertas por el Dr. Nogier constituye cada una un microsistema.
4. El microsistema del dorso de la oreja.
5. El microsistema que abarca la oreja como una sola totalidad.

De ellos, uno, en determinados casos, sobrepasa el territorio auricular, el de los Microcanales Yang, mientras que seis se circunscriben a la oreja. Cinco se limitan a la cara anterior del pabellón auricular, y dos abarcan o se localizan en la cara posterior.

1.- El Holograma de los Microcanales Yang.-
Los Microcanales no solo están descritos en la oreja. También se han descubierto, por lo menos, en la mano y en el pié, por lo que no constituyen una excepción, una particularidad de la oreja, sino una regularidad del organismo. Los seis canales Yang, esto es, Estómago, Intestino Grueso, Intestino Delgado, Vejiga, Vesícula Biliar y San Jiao, tienen una representación en miniatura en la oreja con un recorrido bien definido. Pero estos recorridos no son idénticos la del canal que cada uno representa, ni se corresponden en extensión o en configuración:
son una representación aproximada de este fenómeno energético, que resume algunas de sus cualidades esenciales, pero no son su reproducción a escala.

2.- El Holograma Chino.-
El holograma clásico chino consta de 115 puntos. Algunos de los puntos y zonas que en éste se describen son susceptibles de emplearse solo bajo un concepto médico occidental moderno; otros bajo un criterio médico chino tradicional; y otro grupo puede utilizarse a partir de ambas concepciones médicas y de la salud.
Este holograma está ampliamente difundido en no pocos países, merced a su relativa sencillez y eficacia, a más de gozar del privilegio de ser muy empleado al menos en China, Corea, Vietnam y Mongolia.

3.- Las Tres Fases de Nogier.-
Las tres fases descritas por el Dr. Nogier constituyen tres representaciones holográficas bien definidas. En una de ellas, el homúnculo está representado con la cabeza hacia arriba; otro con la cabeza hacia abajo; y la tercera fase es identificada acertadamente en el texto de Terence Oleson con el nombre de “Hombre Horizontal”.

4.- El Holograma del Dorso.-
La llamada “Oreja China” consta de algunos puntos en la cara posterior de la oreja, pero estos no llegan a constituir una verdadera representación del organismo. El Holograma del Dorso con sus 23 puntos, constituye una imagen mejor definida y más completa del organismo.

5.-El Holograma Global de la Oreja.-
Este séptimo holograma está mencionado en el libro del colega Terence Oleson. En este se describe que algunos autores emplean la punción de los puntos auriculares situados en la cara anterior, para aliviar el dolor, y recomiendan su punción en la cara posterior para aliviar el espasmo muscular. En algunas patologías se recomienda la punción de un punto desde su cara anterior, mientras que en otras se recomienda el mismo punto desde su cara posterior. También la Dra. Huang Lichun ha empleado una técnica similar al puncionar un punto en la cara anterior de la oreja para tratar afecciones de la cara anterior de esa  porción del organismo, mientras que para las afecciones situadas en la cara o región posterior de esa misma zona, ha utilizado la punción del punto desde la región posterior de la aurícula. Este método no se emplea por ninguno de los autores en todos los puntos de ningún microsistema específico, por lo que es susceptible de interpretarse como posible evidencia de un séptimo holograma auricular: la representación del organismo como totalidad en la oreja como totalidad.
De los siete microsistemas, solo seis reproducen el holograma del organismo. Si bien estos seis hologramas se pueden diferenciar desde el punto de vista de la representación músculo-esquelética del organismo, su identificación no es igualmente evidente cuando tratamos de hacerlo teniendo en cuenta puntos funcionales o de otras estructuras del organismo.

Al haber varios sistemas holográficos, tenemos tres puntos “Asma”, cuatro puntos “Corazón”, tres puntos “Riñón”, cinco puntos “Apéndice”, en fin, ningún punto se repite más de seis veces.
¿Por qué no tenemos seis de cada uno de los puntos?

A esta pregunta solo le hemos encontrado tres posibles respuestas:

• Bien porque, en tanto que hologramas, no son una representación absolutamente exacta del organismo y de todos sus componentes;
• bien porque algunos puntos se superponen;
• bien por una combinación de estas dos probabilidades.

 

Conclusiones

Los microsistemas son susceptibles de considerarse como una forma de realidad virtual con capacidad interactiva con el fenómeno que refleja.
Existen seis hologramas, pero todos no se expresan a la vez ni lo hacen con igual intensidad y nitidez. Las cualidades internas o intrínsecas de cada organismo, en íntima vinculación con su entorno más inmediato, con la latitud y el país en que se encuentre, la estación del año, los campos magnéticos del Sol y la Tierra, las perturbaciones producidas por la Luna y el viento solar, en fin, las condiciones externas o extrínsecas, determinarán cuál se expresará con mayor intensidad y nitidez y cuál o cuáles no se expresarán del todo y entre ambos extremos, la gama de matices más o menos atenuados.
Cada microsistema es una imagen holográfica que puede influir sobre el estado funcional del organismo, de la misma manera que el organismo refleja sus cualidades en él. Al estimular un punto o zona, estamos introduciendo un factor interferente, que actuará sobre la región, zona o función que corresponda como fuente de inducción del cambio.
En determinadas afecciones habrá puntos o zonas con mayor eficiencia en el diagnóstico o el tratamiento otras, lo que estará determinado por las cualidades del desequilibrio con una mayor frecuencia se reiteren desde el punto de vista estadístico.
Por consiguiente, en el organismo no hay repeticiones innecesarias. La diversidad de microsistemas de la oreja es expresión de la necesidad de expresarse del organismo en las diferentes condiciones. El resultado de las interacciones de las condiciones intrínsecas y extrínsecas varía constantemente, por lo que constantemente variará la capacidad de expresarse, biunívocamente, de los microsistemas de la oreja. Una de esas condiciones externas es el terapeuta, lo que favorecerá que unos tengan mejores resultados con unos puntos que otros.
La cantidad de puntos reiterados no coincide con el número de hologramas porque unos no se representan en todos los microsistemas, mientras que otros coinciden en su ubicación en al menos dos hologramas.

Así es como vemos el movimiento de las manifestaciones de los hologramas de la oreja.
Muchas gracias.


Dr. Marcos Díaz Mastellari
Conferencia del Simposium de Auriculoterapia y Auriculomedicina
San Juan, Noviembre-2002

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