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Con este número ve la luz INFODIR, Revista del Sistema de Preparación en Dirección en Salud, que a partir de ahora será una publicación en formato electrónico, cuatrimestral, centrada en las temáticas afines a la dirección en la salud pública cubana.  Aparecerá insertada en el Sitio INFODIR, Información para la Dirección en Salud, que le sirve de soporte y a la vez, de complemento por sus variadas secciones, las que esperamos resulten útiles.

 ¿Qué contenido tendremos?

La Revista tiene una estructura flexible en cuanto al número de secciones y artículos.  En “Originales” se publicarán los trabajos de investigación, de revisión, opinión y debates inéditos, lo que incluye las Tesis de Maestría y Doctorados, que engrosarán después los fondos bibliográficos del Sitio, al igual que otros que por sus características se justifique trasladarlos a esta “biblioteca”; especial interés tendrá la publicación de los trabajos de terminación de los Diplomados I y II que nos envíen. En “Preparación para la Dirección en Salud” se incluirán materiales docentes de apoyo a los diplomados y maestrías incluidos en el Sistema de Preparación en Dirección en Salud; en “Fuentes y análisis en Dirección” reproduciremos artículos y otros materiales seleccionados por su novedad, vigencia e importancia, que aparecerán a texto completo o resumen, acompañados de un comentario analítico por un experto en el tema; la sección “Movimiento del Colectivo Moral” se dedicará a recopilar, divulgar y promover el estudio de las mejores experiencias en el desarrollo de este importante instrumento para la dirección en la salud pública cubana. También se incluyen las dedicadas a “Noticias” y “Preguntas y Respuestas”, las que deben estimular el intercambio permanente con nuestros lectores.

 ¿Por qué esta revista?

En la clausura del V Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas el Comandante en Jefe, cro. Fidel Castro Ruz, señaló: “… vivimos en un hemisferio con una situación internacional compleja, en un hemisferio en ebullición, frente a un vecino poderoso, y para lo cuál nuestras nuevas generaciones tienen que estar preparados y muy preparados, en todos los sentidos: en el dominio de la teoría político-revolucionaria, en el dominio de la ciencia y la técnica, en el dominio de la experiencia de lo que hay que hacer frente a cada problema, frente a cada cosa, cómo hay que abordarlo; en la conciencia de la época que nos toca vivir, compleja, difícil; del vecino poderoso que tenemos al lado; del hemisferio en ebullición que nos rodea y en un mundo complejo:  Para ese mundo hay que estar preparados, ese el mundo del 2000…”

A esta razón primordial hay que sumar que la salud pública cubana acomete un profundo proceso de transformaciones, que en esencia consiste en acercar a la población la mayor cantidad de servicios posibles dotados de la más moderna técnica y con una elevada calificación profesional. 

El camino recorrido ya va siendo largo e incluye la reparación de los 444 policlínicos, de los que ya han concluido 141, dotados de nueva tecnología y una mayor preparación de sus facultativos en donde, de un promedio de 14 servicios que antes se brindaban, ahora oferten a la población de 28 a 32 servicios diferentes. En estos momentos, todos los municipios del país disponen de una sala de terapia intensiva, lo que aporta una alta dosis de bienestar y seguridad a la familia cubana; también se concluyeron 436 salas de rehabilitación de las 454 aprobadas, permitiendo esto completar todo el ciclo de diagnóstico-curación-rehabilitación a niveles nunca antes soñados.

A lo anterior se suma que se han reconstruido y reequipados 24 servicios de hemodiálisis, la instalación de 317 nuevos y modernos conjuntos dentales de un plan que llegará a los 950; también fueron reparadas o construidas 88 Ópticas y 5 Talleres de Tallado. Recientemente se inició el trabajo de reconstrucción y reequipamiento de 48 hospitales,  lo que unido a las transformaciones organizativas y al alto nivel científico-técnico que alcanzarán, serán los hospitales de excelencia que brindarán cobertura a nuestro pueblo y a quienes requieran de nuestros servicios.

A esta apretadísima síntesis debe añadirse la atención priorizada que se mantiene para el desarrollo progresivo de importantes programas como el de atención materno-infantil, particularmente a las salas de terapia intensiva pediátrica y neonatal; así como al de cardiología y cirugía cardiovascular y el cáncer, entre otros. 

Un verdadero catalizador de este proceso de cambios revolucionarios en la salud pública cubana lo constituye la universalización de la enseñanza que se desarrolla en este sector, que abarca las carreras de medicina, enfermería, estomatología, tecnología de la salud y psicología, resultando un poderoso factor de cambios del trabajo de dirección de los municipios y los policlínicos, así como en las propias facultades e institutos. Hay que tener en cuenta que ahora el proceso docente se ha descentralizado a 169 sedes universitarias municipales y 1104 sedes universitarias, elevándose la matrícula total de 37998 alumnos a 76770 estudiantes actualmente.

La docencia se imparte ya desde el primer año de la carrera de Medicina en 75 policlínicos, para lo cuál se construyeron un total de 91 módulos docentes, donde se montaron 182 aulas, de ellas 91 de computación, instalándose un total de 1300 computadoras y a la vez, se preparó a un gran número de docentes y los materiales necesarios para el desarrollo exitoso de esta nueva concepción, dirigida a formar un médico con la altísima calidad que demandan las perspectivas inmediatas de nuestra salud pública.

También como parte fundamental de esta etapa se abre paso un profundo y progresivo proceso de integración, entendida esta como una voluntad superior en la utilización de todos los recursos de los servicios de salud pública existentes en un territorio, de manera coordinada, en función de obtener una mayor satisfacción de las necesidades de esa población; concepción esta que constituye un estilo fundamental para la labor de dirección en la atención primaria y en los hospitales, así como en las restantes instancias.

En el plano nacional la salud pública, junto a la educación, cultura, las ciencias y el resto de nuestra nación, avanzamos en el camino de materializar profundos avances de nuestra sociedad dirigidos a alcanzar el disfrute de la más plena dignidad humana, como nunca antes nadie pudo soñar. Y todo esto sale de nuestras fronteras, para convertirse en un instrumento de lucha de los pueblos del Tercer Mundo  y en particular, de América Latina.  La salud pública cubana demuestra que “un mundo mejor es posible”, lo que depende en esencia de la capacidad de lucha de los pueblos, unidos y decididos.

En todo este contexto, que conocemos como la “Batalla de Ideas”, es que surge INFODIR, con el propósito de satisfacer las necesidades de conocimiento, investigación y discusión en las ciencias de la dirección aplicada a este sector.

 ¿Cómo lo haremos?

En su trascendental ensayo Nuestra América, el Apóstol José Martí y Pérez enseñó que: “La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia.  Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria. Los políticos nacionales han de reemplazar a los políticos exóticos. Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas.  – Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas.”

Y esta debe ser la dirección en la que trabajemos todos, tal como nos han enseñado las prestigiosas figuras que han desarrollado el conocimiento alcanzado por la salud pública cubana hasta hoy.

El carácter genuinamente autóctono de nuestra sociedad socialista, sus raíces históricas, culturales, políticas, económicas y sociales; unido a la singularidad del sistema de salud cubano y su papel en las perspectivas nacionales, y particularmente, en las esperanzas de América Latina de construir “un mundo mejor”; nos obligan a la búsqueda y sistematización de nuestras realidades en la dirección de la salud pública, promoviendo la extensión de las mejores experiencias, el perfeccionamiento y la solución de problemas, en un proceso de verdadera creación donde la aplicación de los mejores recursos del conocimiento universal “en nuestro suelo”, germine los frutos que darán nuestra cosecha. Haremos tal como nos dijo Martí en otra parte del artículo antes mencionado: “Leen para aplicar, pero no para copiar.”

Ese será nuestro modesto papel: estimular a nuestros compatriotas profesionales de la salud a pensar, estudiar, investigar y escribir, conociendo que comprendemos que el aporte personal sumado al caudal que aportará el colectivo constituirá un gran cauce de nuevas enseñanzas.

INFODIR estará abierto siempre a los colegas de Latinoamérica y del resto del orbe que estén dispuestos a participar en este esfuerzo común por desarrollar los servicios de salud y su organización en bien de todos, por alcanzar la plena dignidad humana.  No dudamos que este sería el ejército mayor,  sus colaboraciones en este Revista nos honran en primer lugar, y las agradecemos desde ahora.

Aquí estamos, y contamos con todos para este noble esfuerzo.