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París, 4 ene (PL) El ministro francés de Ultramar, Victorin Laurel, arribó hoy a la isla de La Reunión, afectada esta semana por el paso del ciclón Bejisa que causó un muerto, 15 heridos y daños en viviendas, cultivos e infraestructura.
Las autoridades locales se empeñan en restablecer la normalidad, si bien este sábado todavía hay unas 75 mil viviendas sin servicio de energía eléctrica y muchas comunas carecen de agua potable.
De acuerdo con la empresa Electricidad de Francia, la recuperación total será lenta y demorará varios días debido a la gran cantidad de líneas derribadas por los vientos del meteoro.
La prefectura de La Reunión, departamento de ultramar francés desde 1946, reportó que el aeropuerto Rolland Garros está abierto, pero numerosas carreteras permanecen interrumpidas por árboles y escombros y prosiguen las operaciones de limpieza.
El ministro Laurel prometió que se establecerá el estado de catástrofe natural lo más pronto posible para garantizar la ayuda a todas las familias afectadas por el fenómeno.
Según Jean-Luc Marx, prefecto de La Reunión, se trata del mayor desastre sufrido en los últimos 20 años.
Bejisa pasó por la isla el jueves por la noche con vientos superiores a los 175 kilómetros por hora y las intensas lluvias duraron hasta el viernes, dijo Marx.
En algunas comunas, como Saint-Paul y Tampon los cultivos se perdieron en su totalidad.
La Reunión tiene una extensión territorial de dos mil 512 kilómetros cuadrados y cerca de 840 mil habitantes, la mayoría de los cuales trabajan en las plantaciones de caña de azúcar, principal actividad económica de la isla.
Alrededor del 20 por ciento de la población en edad laboral está afectada por el desempleo, el doble que en el área continental de Francia, y por lo menos 30 mil familias reciben apoyo en alimentos para sobrevivir cada mes, debido a sus bajos ingresos.
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