Entre los factores de riesgo de naturaleza no genética ya demostrados están: la edad avanzada, historia familiar de demencia en uno o más miembros de primer grado, género femenino (sobre todo después de los 80 años), padecer síndrome de Down y haber sufrido un traumatismo cerebral con pérdida de conciencia de más de una hora de duración.
Otros factores de riesgo más o menos admitidos son: un bajo nivel de escolaridad y cociente intelectual, infección herpética, exposición a agentes anestésicos, diabetes mellitus, tabaquismo, alcoholismo, comidas hipercalóricas y ricas en grasas saturadas y trans-no saturadas, menopausia temprana espontánea o quirúrgica, deficiencia en folatos, hiperhomocisteinemia, hipertensión arterial en la edad adulta, hipotensión en la edad senil, elevación de colesterol total y colesterol LDL así como otros factores de enfermedad cardiovascular. |