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jueves, 10 de julio de 2025 |
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Red Cubana de Gerontología y Geriatría
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Proceso cognitivo y envejecimiento Los cambios en el estado mental durante el envejecimiento han recibido especial atención en los últimos años. Diferentes estudios sugieren que el envejecimiento normal se caracteriza por cambios lentos y continuos en las funciones intelectuales. Los aspectos neuropsicológicos más ampliamente estudiados son aquellos que se producen en el ámbito de las capacidades de aprendizaje, memoria y las funciones perceptivas. Desde el punto de vista clínico, el interés del deterioro senil normal, está centrado en el diagnóstico precoz de la demencia. Se ha tratado de dilucidar si la diferencia entre el deterioro del envejecimiento normal y la demencia es únicamente una cuestión de grado o si se pueden distinguir patrones cualitativos neuropsicológicos que tengan utilidad cara al diagnóstico diferencial. Parece claro que el envejecimiento se caracteriza por una preservación o incluso mejora de las habilidades y del razonamiento verbal frente a un declinar de las habilidades visuoperceptivas, visuoespaciales y visuoconstructivas. Este patrón de deterioro ha sido interpretado como una afectación preferente del hemisferio derecho. Los cambios de las funciones cognitivas derivados del envejecimiento normal, obviamente están relacionados con los cambios neurofisiológicos y neuroanatómicos. Desde el punto de vista anatómico, en el cerebro del sujeto senil se observa una pérdida de peso y volumen cerebral, una relativa disminución del volumen de la substancia gris y un aumento de los surcos corticales. Las técnicas de neuroimágen, permiten evidenciar estos cambios estructurales in vivo en cerebros de sujetos normales de edad avanzada y permiten además una mayor precisión en la cuantificación de los parámetros antes citados, dado que los cerebros no están influenciados por los cambios asociados a la muerte del sujeto. Clásicamente se ha relacionado el aumento del tamaño ventricular con el envejecimiento normal, reflejando una pérdida de masa cerebral. Usando el análisis cuantificado semiautomático de imágenes, obtenidas mediante tomografías computarizadas (TC), se ha hallado que el volumen de sustancia gris correlaciona negativamente con la edad, así como que el volumen de los ventrículos laterales y del tercer ventrículo incrementan con la edad, a la vez que los volúmenes del tálamo y el núcleo lenticular se presentan reducidos. Asimismo se han hallado correlaciones significativas entre el tamaño ventricular y los tests neuropsicológicos que suponen funciones de atención, velocidad y memoria. Con el aumento de la resolución de la TC y la introducción de la resonancia magnética, se han podido evidenciar además de los conocidos cambios en el tamaño ventricular y el aumento de los surcos, cambios en la sustancia blanca denominados leucoaraiosis, que están en relación con los factores de riesgo vascular como la hipertensión y la diabetes mellitus.
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