Es sin duda un buen momento para una revisión del camino andado en este tema y una reflexión sobre nuestros retos más importantes. Cuando hablamos de envejecimiento demográfico, es el impacto que tendrá sobre la economía, la seguridad social o el sistema de salud de un país lo que más se analiza; pero el verdadero valor que tiene como indicador duro y tangible del esfuerzo social y sanitario que ha hecho un país para que sus hijos extiendan su vida, es pocas veces parte de ese análisis.

El incremento de la proporción de personas mayores en nuestro país, no es sólo un resultado de la disminución de la fecundidad, la cual ha seguido la ruta natural de la transición demográfica de los países de mayor desarrollo económico. Ha sido también la disminución de la mortalidad para todas las edades un factor determinante en este proceso. No tomaremos como ejemplo los antológicos resultados en la disminución de la mortalidad infantil, sólo pensemos que menos de 20 de cada 1000 personas de 60 años y más mueren cada año en Cuba. ¿Cuántos países en nuestro planeta tienen la mortalidad infantil más alta que nuestra mortalidad geriátrica?

La expectativa de vida al nacer en Cuba ha ganado casi 20 años desde la década del cincuenta a la actualidad, algo poco visto en el mundo en desarrollo. También la esperanza de vida a los 60 años aumenta sensiblemente, si en 1950 era de 15.5 años, en menos de 40 años se elevó a 20.5 años; estos niveles de esperanza de vida de la población senescente son comparables con los más altos del mundo. Especialmente es destacable la esperanza de vida geriátrica de los hombres cubanos, la cual llega a los 19.5 años, frente a 21.1 para las mujeres. Actualmente la esperanza de vida de las personas que en Cuba cumplen 75 años es de 10.20 años, y los que arriban a 80 años es de 7.6 años para ambos sexos.

Otro indicador que demuestra la magnitud y la rapidez del crecimiento de la longevidad de los cubanos, es el rango de supervivencia de su población: hoy ya más del 75 % de los cubanos sobreviven a los 60 años y en los próximos 10 años lo hará el 87 %. Esto es más de la media europea y mucho más que la supervivencia en América Latina. ¿Qué ha hecho Cuba para atender este rápido proceso de encanecimieto de su población?

Varias pautas han determinado el paradigma de la atención a las personas mayores en Cuba. Mencionaremos algunas de ellas:

La visión integral del proceso del envejecimiento, que implica trabajarlo como parte del ciclo vital, desde la preconcepción hasta el momento mismo de la muerte. Verlo en la concepción multidimensional y en la unidad del ser humano: física, mental y social. Aceptar que en el proceso la promoción, la prevención, la atención y la rehabilitación tienen que trabajarse para todas las edades.

El trabajo comunitario es la base de la atención a las personas mayores; la prevención o la atención a los grupos más frágiles pueden encontrar respuestas comunitarias. La familia es esencial para enfrentar el reto, pero debe recibir la ayuda necesaria para hacerlo. El desarrollo de servicios sociales y de salud en la comunidad ha transformado una atención institucional en una básicamente comunitaria. Menos del 1 % de los mayores cubanos vive en instituciones sociales.

La masiva participación social de las personas mayores en programas creados por ellos, desarrollados por ellos o destinados a ellos, juega un papel protagónico en este proceso: Unos 11000 círculos de abuelos con más de 500 000 participantes que realizan actividad física, recreativa y sociocultural; desarrollan la promoción de salud, la autoayuda y la ayuda mutua como parte de su quehacer. El movimiento entre jubilados y pensionados tiene objetivos similares en contextos diferentes y ha logrado un éxito marcado. El movimiento de universidades de tercera edad, es otro ejemplo de proyecto que alcanza cifras de participación importantes con un alto nivel de satisfacción.

El desarrollo de los recursos humanos de todas las ramas del saber, que nos permitan investigar e intervenir positivamente en este proceso, tampoco ha sido descuidado.

Lograr que esta prolongación de las oportunidades de vivir se haga con salud y bienestar es ahora el reto. ¿Cuáles serán las respuestas? ¿Qué soluciones podrán encontrarse cuando contamos con una mínima parte de los recursos del mundo desarrollado?

Durante el proceso de preparación de Cuba para la Segunda Asamblea Mundial del Envejecimiento, realizada en Madrid en el año 2002, se trabajó intensamente para diseñar una estrategia para lograr una Longevidad Satisfactoria de sus ciudadanos. El concepto de Longevidad Satisfactoria se considera como una condición de salud y bienestar que permita a las personas mayores satisfacer sus expectativas personales y lograr su plena adaptación al medio ecológico y social en que se desenvuelven.

El Plan de Acción sobre el Envejecimiento en Cuba ha de ser una plataforma que provea a instituciones, organismos, organizaciones y ciudadanos, de líneas estratégicas que les permitan contribuir a lograr un envejecimiento saludable de la población cubana, colectiva e individualmente. Deberán asumirse entonces para su desarrollo:

Acciones Informativas: que permitan diagnosticar, evaluar, promover y dar seguimiento a la problemática del envejecimiento en cada situación específica.

Acciones de Integración: que posibiliten integrarse al desarrollo nacional y territorial los requerimientos materiales y espirituales de este grupo poblacional.

Acciones de Educación y Difusión: preparación en la población de todas las edades que incluya acciones de autocuidado, autoestima y respeto a la dignidad humana.

Acciones Ambientales y Culturales: que adecuen los espacios de proyección social del Adulto Mayor y su cuidado físico y espiritual en los diferentes contextos.

Acciones de Protección que aporten protección jurídica y ciudadana a los Adultos Mayores, que perfeccionen la prevención y atención a las personas vulnerables por discapacidad, no apoyo familiar y otras causas.

Muchos sectores de nuestro estado y sociedad dedican cada vez más tiempo y recursos para proveer mayor calidad a la vida cada vez más duradera de los cubanos. El Centro de Investigaciones sobre “Envejecimiento, Longevidad y Salud” (CITED), se siente orgulloso de ocupar una trinchera en este frente y cumplir con la misión que hace  años le fue dada por la máxima dirección del país y que hoy adquiere más vigencia que nunca: “.... desarrollar los servicios rápidamente, de manera que los beneficios de este centro no solo beneficien a un grupo reducido de personas, ni a un hospital en particular, sino a todo el país”. Para ello trabajamos y por ello trabajaremos..

Solo la justicia social y la unidad de un pueblo, convierten el privilegio de vivir por larga fecha, no en derecho divino de algunos, sino en una oportunidad de cada vez más ciudadanos de un pueblo humilde, pero de raíces profundas y recias como su historia. Alguien dijo alguna vez: “Los pueblos que no cuidan a sus niños no tienen derecho al futuro, los que no cuidan a sus viejos no tienen derecho a la historia”. Para Cuba, su futuro y su historia, son sagrados.”