jueves, 2 de mayo de 2024
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Embriología



Parto de Embarazo Extrauterino

Los casos de entrega de un feto producto de embarazo extrauterino con viabilidad del recién nacido llaman la atención. Osiander habla de un feto producto de embarazo abdominal que fue extraido vivo, y hay un caso similar registrado a inicios del siglo pasado, The London Medical and Physical Journal, en uno de sus números tempranos, cuenta de un feto producto de embarazo abdominal que penetro las paredes de la vejiga siendo extraido de las paredes del hipogastrio; pero Sennertus da un caso en que   la madre y el feto sobreviven. Él dice que en este caso la mujer, mientras estaba embarazada, recibió un golpe en la más parte más baja de su cuerpo a consecuencia de lo cual apareció un tumor pequeño poco después el accidente. Él piensa que lo ocurrido en este caso era que el peritoneo era sumamente dilatable, y el útero, con el niño dentro, se dispuso a su manera en la bolsa peritoneal. En esta zona se hizo una incisión y el feto fue sacado vivo. Jessop  da un ejemplo de gestación extrauterina en una mujer de veintiséis años, quién había tenido un parto normal previamente. En este caso se hizo una incisión y  se encontró un feto de aproximadamente ocho meses que estaba suelto en la cavidad abdominal en medio de los intestinos. Se salvaron la madre y niño. Éste es un resultado muy raro. Campbell, en su monografía famosa, en un total de 51 operaciones sólo había visto expuestos los casos de dos niños salvados, y uno de éstos era demasiado maravilloso para creerlo. Lawson Tait informa un caso en que él salvó al niño, pero perdio la madre a el cuarto día. Parvin describe un caso en que la muerte ocurrió en el tercer día. Browne cita a Parry al exponer que hubo un embarazo gemelo en 23 concepciones extrauterinas. Él cita 24 casos de concepción gemela en las cuales un feto estaba en el útero y el otro fuera, y plantea que 7 de estos embarazos ya estaban en el tercer mes, sin operación, la madre  murió en 5. De 6 casos  de cuatro y  medio a siete meses de duración, 2 vivieron, y en 1 caso al quinto mes había un feto del intrauterino parido qué vivió. De 11 casos llegados a nueve meses, 6 madres vivieron y 6 fetos intrauterinos vivieron. En 6 de estos casos no se realizó ninguna intervención quirúrgica. En un caso la madre se murió, pero ambos recién nacidos vivieron. En otro la madre y el feto  intrauterino murieron, y el feto del extrauterino vivió. Wilson  da un caso de una mujer que pario a los ocho meses una niña saludable que vivió. Después del parto se marchó sin  ayuda, pero  todavía presentaba la  apariencia de tener otro niño dentro de ella, aunque el examen por la vagina no reveló ninguno. Wilson llamó a Chatard en consulta, y por  los ruidos cardíacos  fetales y otros síntomas  decidieron que había otro embarazo extrauterino. Ellos permitieron el caso transcurrir veintitrés días, hasta que se presentaron dolores a los del trabajo de parto, y entonces decidieron hacer celiotomía. La operación fue casi sin dolor y se extrajo un  niño vivo de ocho libras. Desgraciadamente, la madre sucumbió después de noventa horas, y al mes el niño del intrauterino se murió del inanición, pero el niño de la gestación  extrauterina creció. Sales expone  el caso de una negra de veintidós años, quién dijo que ella había sido "engañada por un negro y tenía una serpiente grande en el abdomen, y podría sentir sus movimientos indistintamente. Ella negó cualquier contacto sexual resueltamente. Se decidió abrir el quiste abdominal; a la incisión siguió  un chorro de sangre y se vio una placenta extrayéndose un niño vivo. Ante asombro de los cirujanos el útero estaba distendido, y se decidió abrirlo, extrayéndose otro niño vivo. Se limpio el quiste y el útero de todos los grumos y se cerro la herida. La madre se murió de septicemia, pero los niños  vivieron ambos y estaban  bien seis semanas después del nacimiento. Un caso curioso se vio en 1814 de una mujer que en su quinta gestación presento irritabilidad abdominal al tercer mes, lo que se puso intolerable al noveno mes. La cabeza del feto podía sentirse a través del abdomen; se realizó una incisión a través de las paredes; extrayéndose una niña totalmente desarrollada, pero, desgraciadamente, la madre se murió de infección séptica.
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: Editor principal, Especialista de II Grado en Embriología | Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas | Carretera Central Km. 100, Matanzas, 40100, Cuba | Telefs: (537) 45269592, Horario de atención: 7:30 a.m. a 4:00 p.m., de Lunes a Viernes



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