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Centro Provincial de Información ISCM - Camagüey
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Salud para tí Publicación mensual V.5. N.3 marzo 2010
Esa mortificante sensación de levantarse por la mañana con evidente falta de energía, más cansado que cuando uno se acostó a dormir, suele extenderse a la jornada laboral, como inexplicable pereza, que realmente puede tener causas múltiples, pero controlables. Es menester desperezarse tan pronto se baja del lecho, especialmente si la persona irá a sentarse frente a un buró de oficina, porque, más que a laborar, esa posición lo invitará a reclinarse y dormir. Estirar hombros y piernas es saludable, pues el permanecer sentado durante una larga jornada acentúa rigidez y adormecimientos, de ahí la importancia de entrar en calor y reanimar la circulación sanguínea. Resulta muy conveniente levantarse de la silla cada dos o tres horas y tomar unos instante para el estiramiento, cerrar los ojos, si se labora frente a una computadora, y hacer que hombros y piernas giren, se flexionen, se activen unos minutos. El resultado será sorprendente y el cuerpo lo agradecerá. Especialistas llaman la atención sobre los riesgos de una práctica común en numerosos perezosos matutinos, como la de animarse a través de la cafeína, azúcares y comprimidos de estimulantes químicos. Especialmente recomendables para quienes practican oficios sedentarios son las caminatas de unos 15 minutos, preferentemente después de almuerzo, porque ellas activan músculos, articulaciones y el sistema circulatorio, ayudan a quemar calorías sobrantes y elevan el nivel de alerta. Una cercana botella con agua para beber posibilitará el buen hábito de ingerir líquido frecuentemente, facilita la eliminación de toxinas y contrarresta las sensaciones de hambre que suelen suceder a media mañana. Sobre todo para quienes ya pasan de los 40 años, a veces una pequeña siesta, de 15 ó 20 minutos, puede aportar una inyección adicional revitalizadora de energías neuronales y físicas.
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