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Para Bibliotecarios
Publicación mensual V.4. N.6 Junio 2009
7 de Junio Día del Bibliotecario” Felicidades Celebrando esta efeméride, recordemos a nuestro José Martí cuando expresó: ‘... títulos dan los reyes; pero de ennoblecimiento del alma, ninguno mayor que el que se saca de los libros’. El 7 de Junio de 1812 nació en La Habana uno de los más insignes intelectuales cubanos: Antonio Bachiller y Morales, prolífico periodista, historiador, abogado y bibliógrafo”. La conmemoración de dicha efeméride se convierte, por lo tanto, en marco propicio para el desenvolvimiento de múltiples jornadas científicas que a lo largo y ancho del territorio nacional se llevarán a cabo en los diferentes sistemas de información. Ser bibliotecario implica haber asumido con un profundo sentido de responsabilidad y decoro, la necesidad cada vez más apremiante de ayudar a las personas a canalizar debidamente sus necesidades informativas de forma ética y coherente. Una colega afirma que en el complejo y ardoroso rebullir del trabajo humano de cada día el bibliotecario] sirve desasido de sí mismo en medio de tantos intereses ajenos ¿Quién de nosotros no ha experimentado el placer extraordinario de servir, de compartir, de ser útil, de contribuir con nuestro esfuerzo a aumentar o consolidar el conocimiento de otras personas? Muchas veces esto se hace en el más absoluto anonimato. No buscamos gloria o mérito personal en ello. Tal vez por eso Enma Presilla plantea que la nuestra es una profesión silenciosa. Apoyados, como siempre, por nuestros cómplices inseparables: los libros, nada nos detendrá a la hora de cumplir con el cometido social al que estamos convocados. Para Jorge Luis Borges, el libro es una extensión secular de la imaginación del hombre y de su memoria. De estas palabras se desprende el vínculo perentorio que existe entre el Continuemos llevando a cabo, en silencio, pero con dignidad y altruismo, el hecho heroico de gestionar información de calidad en aras del progreso humano. Hoy, cuando parecía que la época de los muros había cesado con la caída del de Berlín, gobiernos hegemónicos segregan a poblaciones enteras, imbuidos en un aberrado proyecto netamente racista. Tendamos puentes de solidaridad y empatía, que es a fin de cuentas una opción mucho más fiable. Hagámoslo mediante el concurso de nuestras modestas e inapreciables actividades cotidianas. La herencia que nos legaron aquellos antiguos bibliotecarios subsistirá mientras existan las bibliotecas, y ello será por mucho tiempo. No les quepan dudas de ello. Hagamos pues, que el imperativo social al que estamos llamados actualmente marque significativas pautas en la historia de la bibliotecología nacional. Disfrutemos de este día, de nuestro día, con plena satisfacción, concientes de que el mejoramiento humano y la virtud también son posibles gracias a nuestra labor. ¡Felicidades a todos aquellos Bibliotecarios, Profesionales de la Información o Gestores de Información que obran con el corazón lleno de amor y apuestan diariamente por una mayor eficiencia en su generoso desempeño!
libro y el bibliotecario; y por extensión, entre la biblioteca y la sociedad humana. Protegemos al libro, porque al hacerlo salvamos a la humanidad del desastre.
